6 naciones 2010: partidazo de escocia y el orgullo gales

Por Rexman

Los últimos veinte minutos del Gales–Escocia (31–24) del Seis Naciones 2010 han pasado ya a formar parte de la colección de grandes momentos de la historia del rugby. Todo un alegato contra quienes sostienen que este noble deporte no encierra emoción en cuanto al desenlace de los partidos.
El flanker escocés John Barclay inauguraba el marcador en el minuto 7 con un espectacular ensayo, casi bajo palos, que llegó después de que el jugador de los Glasgow Warriors se llevase por delante un doble placaje de la defensa galesa (0–7). El XV del Dragón intentaba superar el dominio territorial visitante. En el minuto 15, Stephen Jones reducía la distancia en el marcador al transformar un golpe de castigo (3–7), aunque dos minutos más tarde el apertura escocés Dan Parks (sin duda, el hombre del partido) pasaba un drop por los palos galeses (3–10), como culminación a un laborioso avance de su delantera.
Escocia, con un juego ágil y contundente, conseguía rentabilizar con puntos su presencia en la 22 galesa, a pesar del dominio territorial de los locales. Así, en el minuto 19, y después de una magistral patada de Dan Parks al interior del área de marca rival, Max Evans (que minutos antes había sustituido por sangre al ala Thom Evans) conseguía un nuevo ensayo para el XV del Cardo (3–15).
El XV del Dragón intentaba reaccionar, pero una y otra vez se encontraba con la impermeable defensa de los escoceses. Dos golpes de castigo transformados por Gales (Stephen Jones), y uno por Escocia (Dan Parks), pusieron en el marcador un 9–18 al descanso.
El inicio de la segunda parte fue una continuación de la primera. Escocia poseía el balón y la confianza en la victoria. Dan Parks, de nuevo, pasaba un golpe de castigo (9–21) y el medio melé escocés, Chris Cusiter, se convertía en el artífice de una espectacular jugada que no culminó en ensayo a causa de un avant casi imperceptible en el último pase.
RESUMEN DEL PARTIDO
Pero el escenario cambió radicalmente a partir del minuto 55. Gales rompía por primera vez la sólida defensa escocesa, y el zaguero Lee Byrne conseguía ensayar después de una buena jugada a la mano de su tres cuartos en busca de superioridad en el ala (14–21).
Gales, desde entonces, le ha quitado el oval a Escocia y ha comenzado a jugar, por primera vez, para ganar el partido. Sin embargo, en el minuto 65 Dan Parks volvía a adelantar a Escocia con un nuevo drop lanzado a 50 metros de palos (14–24).
Sin embargo, la confianza, el empuje y la constancia de los locales, que habían conseguido dominar absolutamente el encuentro, les llevó a ensayar de nuevo en el minuto 75, y como resultado de otra buena jugada de su línea culminada por el ala de los Cardiff Blues, Leigh Halfpenny (21–24).
Dos minutos más tarde, el pilier escocés Scott Lawson veía la tarjeta amarilla por antijuego, lo que dejaba al XV del Cardo con un jugador menos para los últimos minutos de partido. Gales atacaba a la desesperada, y en el minuto 79 conseguía un nuevo golpe de castigo dentro de la 22 de Escocia por un placaje retardado de Phil Godman, que también veía la tarjeta amarilla.
Quedaban unos segundos de partido y Escocia quedaba con 13 jugadores. Lo lógico entonces hubiera sido que Gales pidiera jugar el golpe de castigo a la mano o formando una melé para remontar el partido con un ensayo. Pero Stephen Jones miró el reloj, y supo que quedaba el tiempo suficiente para lanzar a palos, asegurar el empate, y jugar una última posesión tras el saque escocés desde el medio campo.
Jones transformó el golpe (24–24) y Gales cogió el oval tras la reanudación. Se habían completado los 80 minutos de partido, aunque mientras el balón estuviera vivo, el árbitro no podía decretar el final. No había lugar para el error, una pérdida de posesión significaba renunciar a la victoria.
Gales fue ganando metros y metros con su delantera y con el juego a la mano de su línea de tres cuartos hasta llegar a la 22 escocesa. Pasado el minuto 81, tras una jugada épica, Shane Williams ensayaba (29–24) mientras el Millennium Stadium de Cardiff se venía abajo por la emoción de la victoria. La última transformación de Stephen Jones colocaba el 31–24 final.(FUENTE:CRONICA DE ARAGON)
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