Me encantan las sales de Epsom, siempre que puedo las uso como sales de baño, es más, alguna vez os he compartido alguna receta un ejemplo; estas bombas de baño para peques (y no tan peques).
Hoy vamos a profundizar más en las sales de Epsom y vamos a conocer lo buenas que son para aliviar el dolor articular.
El artículo de hoy es no es mío, está escrito por Mikel García Iturrioz, un gran profesional de la medicina natural y director técnico del Misohi nutricion. Mil gracias Mikel por este estupendo post.
1.Sales de Epsom
Un remedio clásico para cualquier dolor muscular o articular es tomar un baño relajante con sales de Epsom.
Ricas en magnesio y sulfatos, la denominación de estas sales proviene de que originalmente se obtenían hirviendo aguas minerales en Epsom, Inglaterra.
Estas sales se absorben a través de la piel, proporcionando un alivio rápido ya que reducen la inflamación y los espasmos musculares, relajando las áreas más tensas.
Cómo usarlas
La forma de usarlas es mezclando unas dos tazas de sales en el agua caliente del baño y manteniendo el cuerpo o las partes afectadas sumergidas en dicha agua durante al menos veinte minutos. Alternativamente, las sales de Epsom se pueden aplicar directamente a la piel mediante una compresa húmeda. Simplemente diluye 2 cucharadas por cada taza de agua caliente y luego, antes de aplicarlo sobre la parte a tratar, remoja un paño de algodón durante varios minutos para absorber la solución.
Incluso puedes añadir unas gotas de aceites esenciales a tu baño de sales de Epsom; cuál debes seleccionar dependerá de qué está causando el dolor. Por ejemplo, escoge el aceite esencial de lavanda si el estrés empeora una condición existente que causa dolor, o aplica aceite de menta si notas el dolor local como “caliente e hinchado”.
Estudio científico
Si bien no está claro porqué funcionan e incluso hay expertos que niegan la posibilidad de que realmente se absorban, en 2006 la bioquímica británica Rosemary Waring de la Universidad de Birmingham realizó un experimento científico con sales de Epsom. Para comprobar si realmente las sales de Epsom pueden pasar o no piel, midió las concentraciones del magnesio y el sulfato en la sangre y la orina, tanto antes como después de que las personas tomaran un baño con sales de Epsom.
Los resultados de este estudio confirmaron que 16 personas de un total de 19 presentaban niveles más elevados de magnesio y sulfato en la sangre después de los baños en comparación a los niveles previos.
Por otra parte, en las restantes 3 personas habían aumentado los niveles del magnesio en la orina, lo que implicaba según la Dra Waring que “los iones de magnesio habían cruzado la barrera de la piel y habían sido excretados a través del riñón, presumiblemente porque los niveles sanguíneos ya eran óptimos“.
La Dra. Waring explicaba cómo los pacientes con artritis reumatoide presentan niveles bajos de sulfato. Las moléculas producidas por los tejidos inflamados en estos pacientes pueden interferir con la producción de una proteína que se utiliza para producir sulfato a partir de otras moléculas (como el aminoácido cisteína), reduciendo así los niveles de sulfato.
Una o dos tazas de sal de Epsom en un baño pueden mejorar condiciones dolorosas como el dolor muscular por exceso de esfuerzo, tensiones musculares, condiciones como el síndrome de dolor miofascial (fibromialgia) e incluso mejorar la velocidad de curación de lesiones menores tales como tendinitis.
2.Alternar aplicaciones calientes y frías
Para un alivio más rápido del dolor puedes alternar las aplicaciones calientes con las frías.
Puedes alternar el uso de una toalla o paño caliente empapado en la solución de agua caliente con la sales de Epsom durante unos 20 minutos y, a continuación, aplicar una bolsa con hielos otros 20 minutos más.
Si no puedes aguantar el frío intenso del hielo, deja que se vaya descongelando mientras estás aplicando el calor. Incluso una aplicación moderadamente fría ayudará a aliviar un área rígida. Trata de llevar a cabo estas aplicaciones a diario durante al menos 15 minutos. Verás como el contraste de temperaturas ayudará a aliviar la sensación dolorosa.
Otro enfoque
Otro enfoque útil es la aplicación de aceite de menta y aceite de eucalipto a los puntos que están inflamados e hinchados. Debido a los efectos refrescantes del mentol, la menta y el eucalipto, se logra reducir el calor, la hinchazón y la incomodidad. En estudios con animales, se ha descubierto que estos aceites no sólo suprimen el dolor asociado a afecciones inflamatorias, sino que también disminuyen la retención de líquidos (edema). Otros aceites esenciales para la artritis y el dolor en las articulaciones incluyen: aceite de incienso, mirra, naranja y cúrcuma.
3.No dejes de moverte
Los músculos rígidos debido a la inactividad pueden causar dolor en las articulaciones o empeorar condiciones como la artritis. Por ejemplo, la tensión en los músculos de las piernas puede ser responsable de un estrés adicional sobre las rodillas y caderas, ya que los músculos débiles contribuyen a la inestabilidad y a un mayor riesgo de lesiones o compensaciones. La práctica habitual de ejercicio, adaptado a las condiciones de cada persona, puede ayudar a fortalecer y estirar las articulaciones y los músculos afectados, mejorando la circulación y a menudo reduciendo el dolor.
Además, cuanto más fuertes estén tus músculos y articulaciones, más posibilidades tendrás de permanecer activo; esto es útil para prevenir el aumento de peso que puede añadir aún más presión a las articulaciones doloridas. Algunos de los mejores ejercicios de bajo impacto para las personas que experimentan dolor en las articulaciones incluyen la natación, el aeróbic acuático, ciclismo, ejercicio en máquina elíptica, caminar o el yoga. Empieza con los ejercicio poco a poco y aumenta su intensidad progresivamente. Verás como mejorará la flexibilidad, la coordinación y la fuerza en las áreas debilitadas.
4.Si lo necesitas, baja peso.
Tener un exceso de peso supone un estrés adicional sobre las articulaciones y los huesos. Si sufres de dolor en las articulaciones y/o problemas en los huesos, como la osteoporosis, el sobrepeso también puede empeorar la situación. En la mayoría de los casos, cuando el sobrepeso o la obesidad está contribuyendo a un problema de salud, los expertos recomiendan como objetivo básico perder alrededor de un 5-10% del peso corporal total con el fin de ver si los síntomas mejoran.
5.Cuida tu dieta.
Un remedio fundamental para prevenir y mejorar el dolor a largo plazo es un cambio en la dieta. La inflamación crónica en el cuerpo causa debilidad y eventualmente conducirá a la degeneración del tejido fino. Mediante la aplicación de una dieta anti-inflamatoria, el dolor de las articulaciones y la inflamación mejorarán. Los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en alimentos como el pescado azul, las semillas de chía y las nueces son ideales para ayudar a reducir la inflamación en nuestro organismo. Las frutas y verduras frescas, ricas antioxidantes y vitaminas, son esenciales para la salud de los tejidos articulares.
Por supuesto, se han de limitar (o incluso eliminar completamente) los alimentos procesados, grasas trans y azúcares añadidos, ya que pueden causar una inflamación severa en el cuerpo.
6.Suplementos y plantas para el dolor articular
El dolor y la inflamación articular pueden ser tan intensos que complican las actividades diarias básicas.
En un esfuerzo por aliviar esta situación y adoptar un enfoque lo más natural posible, cada vez más personas usan suplementos nutricionales y plantas que apoyan la salud de sus articulaciones y les ayudan a conseguir el bienestar articular.
En este artículo podrás conocer más sobre las principales plantas para aliviar el dolor de la artritis
Precauciones
Debido a que hay tantas razones diferentes que pueden causar dolor en las articulaciones, si tus síntomas duran más de varias semanas, son repentinos o inexplicables, visita a tu médico-naturista para un diagnóstico. De esta manera se podrá excluir cualquier condición que pueda estar causando tu dolor o empeorando una condición existente, como una condición autoinmune u otro problema.
Referencias
Waring RH. Report on Absorption of magnesium sulfate (Epsom salts) across the skin. Unpublished. 2006. PainSci #56301.
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