El sobrenombre del ajo es “la rosa pestilente“, pero en realidad es un miembro de la familia de las liliáceas, como cebollas, cebolletas y puerros. Es un vegetal antiguo, y se ha cultivado durante al menos 5000 años. ¡Incluso se encontraron bulbos de ajo en la tumba del Rey Tut! Pero sabroso como es, el primer uso del ajo no fue como alimento, sino como hierba curativa. El ajo era un alimento básico en antiguos botiquines sumerios, egipcios, chinos e indios.
Mientras que el ajo es un ingrediente común en todas las cocinas, en los tiempos antiguos, fue muy apreciado por varias culturas por sus propiedades beneficiosas para la salud. Lo han usado como repelente de insectos, la Europa medieval contra la peste y los egipcios incluso la enterrarían junto con sus muertos.
Cada 100 gramos de ajo tiene cerca de 150 calorías, 33 gramos de hidratos de carbono y 6,36 gramos de proteína. El ajo también está enriquecido con vitamina B1, B2, B3, B6, ácido fólico, vitamina C, calcio, hierro, magnesio, manganeso, fósforo, potasio, sodio y zinc.
6 beneficios del ajo:
- El ajo purifica la sangre.
Todo lo que necesitas hacer es tomar dos dientes de ajo crudo con un poco de agua tibia todos los días, a primera hora de la mañana y mantenerse bien hidratado todo el día. Esto afronta la raíz del problema del acné, mediante la purificación de la sangre desde el interior para obtener una piel sana en el exterior. Además, el ajo ayudará a limpiar el sistema y eliminar las toxinas también.
- Es antibacterial y antiparasitario.
Los estudios científicos han llegado incluso a sugerir que el extracto de ajo diluido ayuda a los niños con infecciones por tenia. Aunque un enjuague bucal a base de ajo puede no parecer interesante, una cantidad mínima de sus extractos es suficiente para evitar las bacterias que causan caries.
- Reduce los niveles de colesterol.
El ajo es rico en el compuesto de alicina y efectivamente evita la oxidación del colesterol. Por lo tanto, es aconsejable que las personas que tienen niveles altos de colesterol incluyan el ajo en su dieta diaria.
- Controla la diabetes.
La diabetes puede hacer daño a los riñones; inhibe las funciones del sistema nervioso, causa desordenes del corazón, e incluso conduce a la vista pobre. Sin embargo, el aceite extraído del ajo puede proteger a los pacientes diabéticos de estos efectos secundarios. También ayuda a tratar problemas intestinales como disentería, diarrea y colitis. No afecta el funcionamiento de organismos útiles en el intestino, lo que ayuda a la digestión, pero destruye las bacterias dañinas presentes en los intestinos.
- Ayuda a tratar heridas infectadas
El ajo puede colocarse sobre heridas infectadas. Pero en lugar de aplicarlo en su forma cruda, el ajo se debe mezclar con tres gotas de agua ya que el jugo sin diluir puede irritar la piel.
- Prevención del cáncer
Varios estudios indicaron una asociación entre consumir diariamente ajo y la prevención del cáncer de colon y de estómago. Se dice que ayuda a fortalecer la inmunidad del cuerpo contra el cáncer.