60 años de la muerte de Evita

Por Julianotal @mundopario


LA PACO URONDO: ¿Qué actualidad tiene repensar a Evita?

Norberto Galasso: La actualidad es, fundamentalmente, que Evita es un ejemplo de vivir para la militancia, para los que ella consideraba sus descamisados. Aún enferma, con el cáncer que la iba minando, seguía yendo a contestar cartas, a visitar a lo que pedían apoyo, una entrega total. El padre Benítez decía que a él le enseñaron cristianismo teóricamente en el Colegio Máximo de Villa Devoto –creo que era de los Jesuitas- pero que aprendió lo que es el verdadero cristianismo al lado de Eva Perón.Entregarse a los otros partiendo de lo que ella decía de una forma muy simple: “Cuando les regalo cosas a los pobres, en realidad les devuelvo lo que les han quitado”.

LA PACO URONDO: Otra faceta de Eva es su pensamiento político: está, quizás, dejada de lado por referirse más a la cuestión emocional, a su presencia, que a su pensamiento. ¿Qué nos puede contar?

NG: Sí. Yo recojo y hago un análisis de “La razón de mi vida” y hago un análisis de los ciclos de charlas que ella da en “La historia del peronismo” y me ayudo con algunas reflexiones que ha hecho Rubén Dri al respecto. Sacar a Evita de la Evita santa que reparte cosas, el hada buena de los libros escolares y sacarla también del ultraizquierdismo que dice: “Evita era la izquierda, Perón era un soldado fascista”.

Evita era el puente que tiene que tener el líder de un gran movimiento nacional, que necesita influencia con sus bases. Era el nexo con los trabajadores, una especie de ministro de trabajo paralelo. Esto es fundamental porque ella hace las dos tareas, es decir, recibe a los gremialistas, interviene en algunos conflictos, el conflicto ferroviario que después, con el tiempo, se sabe que estuvo enganchado con el golpe del 51 donde los dirigentes ferroviarios estaban implicados con los insurrectos, y también atiende otros caso. 

Ella dice: “Las mejores transformaciones que pudimos hacer podían resolver los problemas de todos”, siempre quedaba algún enfermo, un imposibilitado, alguien a quien había que ayudar de algún modo, entonces ella asumía la tarea de ir personalmente a llevar medicamentos pero no como la vieja Sociedad de Beneficencia. El medicamento lo ponía sobre la mesa pero le daba un beso al enfermo, un enfermo con llagas, como para darle toda su solidaridad, es decir, reconocerlo como un argentino que lograba por primera vez que las altas esferas se ocuparan de él. A veces con peligro de contagio, a veces llegar a la residencia con la cabeza llena de liendres pero siempre una entrega total.

Vivir para los otros, la solidaridad como un elemento esencial. Más allá de lo que ella podía decir en sus discursos, donde a veces encontramos exageraciones considerando que el peronismo superaba al socialismo científico, por ejemplo, que era propio de la época que se vivía, el gran empuje de todo ese fenómeno.

LA PACO URONDO: En esas clases de Historia del peronismo hay también un gesto de propaganda que podría entenderse desde ese lugar.

NG: Fue previo a la campaña electoral del 51 para las elecciones del 52, entonces uno posiblemente pueda encontrar desde el punto de vista teórico, de laboratorio, sin pensar en qué condiciones se dice o quién lo dice…

LA PACO URONDO: Pero también es un intento de pensar el peronismo durante el peronismo porque también, el peronismo tiene muchas explicaciones posteriores y eso…

NG: Claro porque generalmente hay intelectuales que elaboran después de lo pasado y requieren, además, revoluciones perfectas o cambios perfectos. Perfecto no se hace nada y, al final, por querer lo perfecto, uno le hace el juego a los que están en la contrarrevolución. Esto es lo que hay que evitar ¿No?

LA PACO URONDO: ¿Cómo podemos pensar, con este volver sobre Evita, con la cuestión gremial actual? Eva tiene ese papel que usted ha mencionado y en la actualidad hay una cuestión gremial conflictiva con el Gobierno Nacional. ¿Cómo piensa esto?

NG: Evita –y Perón mismo- lo que remarcaban era la necesidad de un gremialismo unido. La clase trabajadora argentina tiene una historia de divisiones, desde el principio, desde los anarquistas, los sindicalistas y los socialistas. La FORA a veces se une con los sindicalistas, otras veces no, los socialistas fueron por otro lado. Arman la CGT única después del 30 y al poco tiempo se parte en CGT1 y CGT2, para Peón y Eva era fundamental la unidad. Por eso soy de los que lamentan este proceso de 2 CTA y posiblemente va a haber 3 CGT porque esto debilita a los trabajadores y creo que debilita también al Movimiento Nacional y al Gobierno en cuanto a sus transformaciones porque se necesita una fuerza capaz de reunir 12 cuadras de gente para tomar las medidas de las asignaturas que aún quedan.