60 años en los pantanos de la política

Han transcurrido décadas y la crónica -a veces disfrazada en libros novelados- de uno de los grandes como lo es José Emilio Pacheco nos restriega en la cara que México cambia de piel cada ciertos años, pero en sus intestinos se retuercen las mismas lombrices del abandono.

Celebrando que hoy le fue otorgado el premio Cervantes, me permití buscar en Scribd alguna de sus obras y programar su lectura para esta misma noche. De inmediato me topé con uno de sus libros “Las batallas en el desierto“, editorial Era y cual sería mi sorpresa al leer en la primera página:

“Fue el año de la poliomielitis: escuelas llenas de niños con aparatos ortopédicos; de la fiebre aftosa: en todo el país fusilaban por decenas de miles de reses enfermas; de las inundaciones: el centro de la ciudad se convertía otra vez en laguna, la gente iba por las calles en lancha. Dicen que con la próxima tormenta estallará el Canal del Desagüe y anegará la capital. Qué importa, contestaba mi hermano, si bajo el régimen de Miguel Alemán ya vivimos hundidos en la mierda“. Líneas más abajo hay otro pequeño párrafo que vale la pena transcribir: “Era el mundo antiguo. Los mayores se quejaban de la inflación, los cambios, el tránsito, la inmoralidad, el ruido, la delincuencia, el exceso de gente, la mendicidad, los extranjeros, la corrupción, el enriquecimiento sin límite de unos cuantos y la miseria de casi todos“.

Para los que no lo tienen presente, Miguel Alemán fue el máximo dirigente de México en el período del 1 de diciembre de 1946 al 30 de noviembre de 1952.  O sea que desde hace más de 60 años el ciudadano promedio -me refiero a las voces que escuchaba José Emilio- ya mencionaba que vivíamos una mierda política, una corrupción ofensiva, que el Canal de Desagüe no aguantaría, y hasta la fecha los gobiernos capitalinos no lo mejoran, el ganado no necesita fiebre para que se le sacrifique, nuestra ganadería está siempre al borde del colapso y lo único que vale la pena destacar es que la polio se desterró de nuestro terruño, me pregunto cuanto de la ayuda y asesoría internacional tuvo que ver en esto.

Las letras mexicanas están de fiesta, hoy 23 de abril que celebra en todo el mundo el día internacional del libro, vaya este post en homenaje al laureado escritor mexicano y vaya también este escrito como recordatorio a los mexicanos que tienen la edad de reclamar un mañana mejor para nosotros y los que vienes detrás.