64.- Mordor, la Academia: cavernícolas tratan de iluminar la historia oscura

Publicado el 01 junio 2011 por Javiersoriaj
“Para hacer cumplir las mentiras del presente, es necesario borrar las verdades del pasado.”
“Quien controla el pasado, controla el futuro; quien controla el presente, controla el pasado”
George Orwell

Desde que se empezó a dar luz a todo lo oscuro que se había escrito en el Diccionario Biográfico español, me puse a leer todo lo que encontraba, incluyendo en medios extranjeros como The Guardian. Podéis encontrar muchas cosas en la página de Facebook “Contra la manipulación fascista de la historia”. Obviamente, me había puesto a escribir un artículo para rebatir las cuestiones que aporta el susodicho diccionario, y me introduje para documentarme en la página web oficial de la Real Academia de la Historia (en adelante rah).
Como no sabía por donde empezar, pues empecé por Luis Suárez Fernández, medievalista de renombrado prestigio. Solicitó realizar la entrada sobre Franco, y se le concedió, supongo que debido a que no es un especialista en esa época o porque pertenece a una fundación de notoria honradez intelectual: la Fundación Francisco Franco. Ante cosas como ésta, y ante la disyuntiva de echarme a reír o a llorar, preferí dejaros que veáis el resto de manipulaciones que han aparecido por vosotras mismas, y poner simplemente unas reflexiones que conducen a una ACTUACIÓN posible. 
Como decía, os recomiendo leer las múltiples cosas que están saliendo, pero yo lo dejo en aras de mi propia salud intelectual, supongo. Y eso que este tema, aunque quede más o menos diluido ante hechos sociales de mayor calado (al menos aparente), es fundamental porque es síntoma de que no sólo se trata de manipular, sino que generar una conciencia particular sobre las “esencias” a partir de la manipulación de la historia. Algo de lo que muchas y muchos saben bastante en este país, lleno aún de nostálgicos de otras épocas “mejores”.
Me da mucha pereza ponerme a escribir sobre el engendro perpetrado por la rah, pero voy a vencerla. Como he dicho, hay multitud de historiadores serios por ahí que ya han hecho su trabajo y han criticado la manipulación que este Mordor del saber histórico ha realizado, financiado con nuestros impuestos, gentilmente dispensados a mayor gloria de sus particulares ideales por J. M. Aznar y E. Aguirre. Ni siquiera quiero acordarme de la cifra, ni del patrocinio del proyecto por el rey.
Tampoco quiero poner dejar de poner sobre la mesa la indecencia y la miseria intelectual y científica de quienes escriben ciertas cosas, de quienes las aprueban (o no, lo cual, por cierto, incumple los propios reglamentos de la Academia), o del censor (cargo que de verdad que existe), que tampoco ha hecho su trabajo, o por el contrario lo ha hecho, y ha considerado la validez de lo expuesto.
Ni constatar quiénes financian a esta institución (están en la página de la rah, a título de “benefactores”), arcaica y anquilosada donde las haya, pero receptora de jugosos fondos para poner en marcha el neofranquismo más estricto, ya que se ve que tenemos poco con la multitud de nostálgicos que lo defienden de forma más o menos velada.
Ni quiero dejar a valorar el papel de los medios de (in)comunicación que no se han hecho eco de la manipulación, lo cual a su vez es síntoma y resultado de su propia manipulación y de que en el fondo, son lo que son, medios de desinformación y manipulación al servicio de intereses de los poderes fácticos y buena parte de los institucionales.

No hace falta saber mucho de historia para saber que lo expuesto no llega ni siquiera a la categoría de historia-ficción. Simplemente movería a risa si no fuese porque el asunto es mucho más serio de lo que se piensa. Los súbditos “intelectuales” de los píomoas, césarvidales, jiménezlosantos y demás cavernícolas que andan sueltos “necesitan” munición supuestamente objetiva y “científica”, amparada por la “Academia”, para lanzar sus bazofias y sus mentiras, para atrincherar sus mentes dogmáticas ante la evidencias que los historiadores serios sacan constantemente a la luz.
Y puede parecer baladí, pero no lo es. La historia modela las conciencias y buena parte de las “esencias” de lo que se supone que somos.
Nos roban la memoria, la de las dignas y los dignos, y nos imponen una memoria manipulada de los asesinos, los torturadores, los represores y los ladrones.
No queda sino batirse…

Y para ello, como primera SUGERENCIA DE ACTUACIÓN, os planteo que, siguiendo lo que dice la propia rah, les consultéis sobre los “puntos oscuros” que veáis en la obra. Ahí os dejo el trabajo hecho para que sólo tengáis que entrar a preguntar, aunque podéis leer la cosa completa en la página de la rah, en la cual se lee en la sección “Diccionario Biográfico Español / PROYECTO”: “Para cualquier tipo de consulta, no dude en contactar con nosotros”: dbe@rah.es. Utilicémoslo.

Por si alguien tiene gana de “disfrutar” un poco más sin tener que entrar en la página de esa “caverna del saber”, ahí tenéis extractados los criterios que en ese mismo sitio la Academia dice que se deben seguir para llevar a cabo la magna obra de la “iluminación” de la historia oscura: “La vieja aspiración de la Academia en lo correspondiente a los que en el siglo XVIII llamaban “varones ilustres”, se concreta ahora en el Diccionario biográfico hispano. El 21 de julio de 1999 la Real Academia de la Historia firmó un convenio con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con objeto de formar el Diccionario, en un plazo de ocho años. El proyecto está patrocinado por S. M. el Rey don Juan Carlos I.
(…)
El Diccionario incluirá unas cuarenta mil biografías de personajes destacados en en todos los ámbitos del desarrollo humano y en todas las épocas de la historia hispana, desde la antigüedad más remota en que se tiene constancia de personajes hasta la actualidad, comprendiendo los territorios de ultramar y los transpirenaicos que formaron lo que suele denominarse “Monarquía Hispánica”.
(…)
Bajo la supervisión de las comisiones de académicos -coordinadas por el académico Quintín Aldea-, se seleccionan los personajes, se clasifican, se decide el autor más calificado, se asesora bibliográficamente al equipo de trabajo y se revisan los trabajos finales. (…) La Real Academia de la Historia dispone, pues, de colaboradores calificados, de los medios materiales necesarios y de la técnica adecuada para el éxito de un proyecto que significará un notabilísimo avance para la “sociedad del conocimiento“.

Supongo que, además de las mentiras de Anes (presidente de la academia) y el asesoramiento de personajes como Carmen Iglesias o Seco Serrano a personajillos como Suárez, la “sociedad del conocimiento” a la que se refieren es la del “conocimiento manipulado”. No creo que deba abundar más, porque todas lo tenemos claro.
Hoy sí me apetece gritar: “a por ellos, oé”.