¿Alguna vez has sentido que no mereces los logros y el reconocimiento que estás teniendo? ¿A veces sientes que en realidad no eres tan competente y que pronto descubrirán que eres un fraude? Aunque duele reconocerlo, es algo que sucede a muchísimas personas, yo incluida. Este sentimiento, conocido como el Síndrome del Impostor, afecta incluso a personas con talento muy grande o que están teniendo éxito.
Pero además, el síndrome del impostor es un fenómeno que afecta especialmente a aquellos que están dando sus primeros pasos en una nueva carrera.
Cuando me formé como coach de vida pasé por algo similar. Tenía dudas de si sería buena, de si no iba a decepcionar a nadie, si metería la pata, si la gente se burlaría de mí. Me daba mucho miedo exponerme y ser criticada. Y más aún: no sentía que merecía tener éxito.
Y es que el sentimiento de inseguridad sobre tus capacidades y tu valía puede ser realmente paralizante. Pero la buena noticia es que existen estrategias para superar el síndrome del impostor para mostrarte al mundo con confianza mientras ayudas a los demás.
Así que en el artículo de hoy quiero hablarte de 7 claves para superar el síndrome del impostor y emprender en tu profesión como Coach (u otra profesión nueva en la que estés reinventándote).
Pero veamos primero qué es realmente el famoso síndrome del impostor.
Qué es el Síndrome del Impostor
El Síndrome del Impostor es una experiencia interna de inseguridad y miedo constante que te lleva a creer que no eres lo suficientemente bueno o inteligente como para merecer el éxito. En realidad, puede afectar a cualquier persona, independientemente de su nivel de experiencia o logros, y puede manifestarse en diversos ámbitos de la vida, como el trabajo, los estudios o relaciones personales.
Aparece con frecuencia en los inicios de una nueva carrera profesional, cuando algo en tu interior te dice que no estás haciéndolo bien, que no eres suficiente, que los otros se darán cuenta de que no eres realmente bueno en lo que haces.
Suele ir acompañado de una alta auto-exigencia y perfeccionismo, un crítico interno muy presente que nos juzga y no nos permite cometer ningún error.
El gran problema con el Síndrome del Impostor es que afecta muchísimo a nuestra autoestima y confianza, y a menudo nos paraliza para exponernos con nuestro proyecto, reinventarnos, emprender o conseguir clientes.
En este artículo, voy a proponerte claves y estrategias para superar este desafío y volver a conectar contigo y tu reconocimiento interno, especialmente si estás en el camino de una reinvención profesional.
1# Normaliza lo que te ocurre
El primer paso para superar el síndrome del impostor es darte cuenta de que es una experiencia normal y le ocurre a la mayoría de personas, no sólo a ti. Incluso los emprendedores más exitosos han experimentado este sentimiento en algún momento de sus carreras.
Y para serte sincera, cada vez que inicio un nuevo proceso de coaching con un cliente al que todavía no conozco o cuando comienza un nuevo grupo en mi formación de Coaching de vida, al principio me siento algo nerviosa.
¿Les gustará trabajar conmigo? ¿Estarán todos contentos? ¿Y si no sé abordar bien algún tema que me traigan?
La parte buena es que ahora he normalizado esta sensación, sé que no es algo raro ni vergonzoso, que nos ocurre a muchas personas. En los comienzos es totalmente normal sentirse así.
Entender que no estás sola sintiendo esta inseguridad te puede ayudar a aliviar la presión y te permite aceptar lo que te ocurre para a partir de ahí, comenzar a superarlo.
Como propuestas que pueden ayudarte a superar el síndrome del impostor, puedo recomendarte estos:
Ten a mano un diario donde apuntes tus pensamientos y emociones. Observa cuándo sientes el síndrome del impostor y describe tus pensamientos, sensaciones, emociones y acciones. Así, podrás identificar patrones y comprender mejor de qué se nutre tu síndrome del impostor. Pues no todas las personas vivimos de la misma manera este síndrome.
También puede ayudarte cambiar tus creencias negativas por otras más realistas y positivas. O incluso escribirte una carta a ti misma hablándote con amabilidad y reconociendo que estás en el proceso. Además, puedes leer esta carta cada vez que sientas inseguridad.
2# Conecta contigo de manera genuina
Cuando estamos en el miedo, nos ocurre que nos desconectamos de nuestra esencia. Es como si quisiéramos escapar o nos quedáramos paralizados (mecanismos típicos del miedo).
Te propongo ir a lo profundo cada vez que el miedo te visite. Date tiempo a sentir esa emoción, a ver más allá de la superficie. Pregúntate: ¿Qué es lo que más miedo me da? ¿Ser incompetente, ser juzgado, rechazado? ¿De dónde viene este miedo realmente?
Seguramente te des cuenta de que el verdadero problema no es que no seas bueno en lo tuyo, sino que viene de una emoción aprendida a sentirte inferior o incapaz.
Esa autorreflexión y conexión con lo que de verdad sientes te permitirá ser un profesional más auténtico, más consciente y coherente. Y eso será clave a la hora de trabajar con tus clientes, pues confiarán más en ti.
Como propuesta puedo sugerirte meditar o simplemente quedarte observando tus sensaciones y emociones, aunque sólo sea 5 minutos al día para conectar contigo, descubrir tus emociones y rebajar el estrés. La meditación te ayuda a tener calma y mayor claridad en situaciones difíciles.
Además, aunque suene muy simple, te recomiendo no dejar de lado el autocuidado que incluya tiempo para el ejercicio, la alimentación saludable y actividades que te relajen, como leer, relajarte o escuchar música. A mí me ocurre que cuando empiezo a enfocarme en mi autocuidado, no estoy tanto en la mente y en lo externo, sino que siento que merezco que me pasen cosas buenas.
3# Mantén el foco en tu propósito
Cuando no tienes claro para qué estás haciendo lo que haces es fácil desanimarte y tirar la toalla. Por eso, te recomiendo establecer objetivos claros y realistas, así como conectar con el Para qué de tu proyecto.
También, el hecho de poder contar con un mentor o alguien que te guíe será esencial para no perder el foco, persistir en tu propósito y tener un plan trazado desde el momento uno. Si sabes a dónde vas, será más fácil que llegues al destino, aunque éste no sea cómodo.
Como propuesta, te puede ayudar escribir tus metas profesionales a corto y medio plazo. Después, crear un plan con acciones concretas para lograr esas metas. Si no sabes qué acciones pueden llevarte a tener éxito en tu carrera como coach, será interesante trabajar con un mentor quien podrá orientarte a través de su experiencia, así como inspirarte con su ejemplo y proporcionarte apoyo emocional.
4# Aprendizaje continuo y apoyo de una comunidad
Como reza el dicho: si quieres ir rápido, ve solo; pero si quieres llegar lejos, ve acompañado.
Es esencial tener a gente a tu lado que piense como tú. Sean tus compañeros en cursos de formación, profesionales que ofrecen talleres y conferencias relacionados con tu sector. Así como grupos de Mastermind o mentorías grupales.
Busca el apoyo de una comunidad de coaches de vida si te estás reinventando en esta profesión. De hecho, el poder compartir tus experiencias y preocupaciones con personas en tu misma situación te ayudará a sentirte parte de un movimiento, y rebajará tus miedos y tensiones.
Personalmente, nunca dejo de formarme, sigo a profesionales del sector, aprendo de ellos e interactúo con personas afines a mí, con los que también colaboro de manera proactiva.
Para sentir que eres parte de una comunidad, un movimiento, es esencial estar en conexión con personas de tu sector. Así, te nutres de lo que ellos te aportan y te sientes arropada y cada vez más segura en tu trabajo como coach o en cualquier otra profesión.
5# Coherencia y autenticidad
Para tener confianza en ti como coach de vida, debes practicar lo que predicas. Si eres coach, necesitas trabajarte siempre. Así que aplica en ti tus técnicas de trabajo interior para vencer el síndrome del impostor.
Si hablas de autoestima, no dejes de trabajar este tema en ti. Si quieres ayudar a otros a conseguir confianza e ingresos, debes ser tú el ejemplo de ello.
Siempre cuento que cuando yo empecé hablando de autoestima y confianza era porque necesitaba trabajarlo en mí. Y gracias a hacer este trabajo conmigo misma me he sentido más segura ofreciéndole a mis clientes sesiones de coaching y cursos para trabajar estos temas.
Y es que a medida que veas mejoras en tu propia vida, tendrás mayor confianza en ti y en tu capacidad de ayudar a otros.
6# Reconoce tus logros
Muchas veces sentimos el síndrome de impostor porque no valoramos todo lo que ya hemos conseguido. Nos sentimos inferiores porque no hemos aceptado ni abrazado nuestros propios éxitos y victorias, por pequeñas que sean.
Esto tiene mucho que ver con la famosa voz crítica o juez interno que nunca está satisfecho con nada. Seguramente la dificultad de reconocer tus éxitos tenga que ver con algunos de tus mandatos inconscientes de la infancia. Es muy positivo revisarlos y cambiar aquellos que te están bloqueando.
Te recomiendo llevar un registro de logros y celebrarlos aunque sea con algo tan pequeño como darte las gracias a ti mismo por haberlo logrado. Cada vez que logres una meta, reconócete y recompénsate de alguna manera.
En mi caso lo comparto con mi marido y a veces nos vamos a comer fuera ese día, algo que no hacemos habitualmente.
7# Permítete no hacerlo perfecto
Esta última recomendación la considero fundamental para vencer el síndrome del impostor. Pues aparece cuando tu juez interno te dice que podrías haberlo hecho mejor, que aún te falta llegar a la meta, pues tiene un ideal muchas veces inalcanzable y poco realista.
La búsqueda de perfección es paralizante. Y te recomiendo muchísimo desmontar creencias arraigadas que puedas tener en relación a esta idea.
La idea que me ha ayudado mucho aquí es la siguiente: si estás tratando de ser mejor y por esta razón no pasas a la acción, en realidad dejas de ayudar a toda la gente que te necesita.
¿A quién estás tratando de impresionar con esa perfección? ¿A tus futuros clientes o a tu Ego?Para mí, el perfeccionismo es algo muy egoísta. Es mucho mejor ayudar a otros, reconociendo que hoy lo vas a hacer un poco peor que mañana, que quedarte esperando a que algún día sabrás hacerlo perfecto.
De hecho, ese día nunca llegará. Pues el perfeccionismo es una ilusión, ya que nuestro Ego siempre buscará más y más de lo mismo y no se queda satisfecho del todo.
Yo misma me lancé a abrir este blog en 2013 cuando aún estaba buscando en qué reinventarme y qué hacer con mi vida. Escribía lo que iba aprendiendo, no era aún experta en nada. Pero gracias a haberme atrevido a ello hace 10 años he llegado a donde estoy ahora. Hoy sé infinitamente más que en aquel 2013 pero incluso esos primeros artículos que escribí entonces siguen teniendo valor, pues siempre hay personas que saben menos que tú de un tema.
Así que acepta que lo vas a hacer imperfecto. Si esa idea te da paz, entonces puedes lanzarte a hacer lo que te propongas.
Mi propuesta para ti
Como puedes ver, el síndrome del impostor es un desafío que afecta a la mayoría de profesionales que comienzan una nueva carrera, pero si normalizas lo que sientes, te conectas contigo, aplicas en ti las técnicas de coaching, cuentas con un mentor y comunidad de apoyo y además celebras tus éxitos, poco a poco esa sensación será cada vez menos frecuente en ti. Y sobre todo, permítete ser imperfecta, enfócate en ayudar a los demás y no tanto en contentar a tu Ego.
Y para terminar, me gustaría preguntarte: ¿Te has identificado con algunas de las cosas que he compartido más arriba? ¿Tienes o has tenido alguna vez el síndrome del impostor? ¿Cómo lo has superado?
Fuente: https://mariamikhailova.com/2023/11/09/7-claves-superar-sindrome-del-impostor-al-emprender/