7 Consejos para aprender un nuevo Idioma

Publicado el 14 febrero 2018 por Carlosgu82

7 consejos para aprender un nuevo idioma!

Existen infinidad de lenguas y dialectos a lo largo y ancho de todo el territorio Terrestre, que manifiestan la cultura y particularidades de cada comunidad que los usa y  las áreas donde se utilizan. Gracias al avance tecnológico y la expansión de las fronteras de comunicación entre seres humanos, el aprender nuevos idiomas es apremiante si deseas agrandar tus oportunidades de estudio, aprendizaje, entretenimiento y experiencias, porque puedes acceder a toda una diferente gama de realidades que se muestran visitando lugares, conociendo personas y realizando actividades distintas a las que pertenecen a lo que ya has vivido. Además, es absolutamente divertido plantearte la meta de aprender una lengua, porque en el camino vas a probar tu propia voluntad, esfuerzo, valentía y humorismo que resultan ser una parte importante (a mi parecer) de una buena vida, y quizá, descubras talentos poderosos dentro de ti, que ni siquiera sabias que existían.

Para empezar con los consejos, por favor lee el primer consejo y luego lánzate al último, y de ahí en adelante continua con el orden preestablecido (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7).

Empieza! 

La ley más importante al momento de emprender cualquier cosa que deses lograr en este mundo es la siguiente: “¡comienza en este momento!”. Inicias con una idea que surge en ti, como saliendo desde lo más profundo de tu ser que luego pasa por tu corazón se llena de entusiasmo y se convierte en un deseo, un objetivo, para que más tarde llegue a la mente y salga un primer dialogo interno: “¡Quiero aprender un nuevo idioma! ¡Excelente! Puedo hacer esto, aquello,  lo otro, etc. y mañana comienzo… :/  Todas buenas ideas  llenas de lógica y sentido, pero con un pequeño problema… Al dejar para mañana algo que debe empezar hoy es, primeramente, dejar atrás ese primer impulso o entusiasmo que ha nacido en ti por el poder de desear algo, que aunque no lo parezca, es de gran ayuda para comenzar, pues un requisito para que algo se convierta en meta, es precisamente desear lo que queremos. Segundo, el futuro es una posibilidad, algo que podría suceder, ni si quiera sabemos si en el siguiente instante vamos a seguir respirando, (ojo, no es pesimismo) es simplemente incertidumbre y esperanza; en cambio “hoy” justo ahora, en este momento, en este preciso instante puedes hacerlo; la voluntad y el arrojo que tengas al hacerlo, te traerá beneficios a tu autoestima,                                                                                                                           a tus conocimientos y a tus motivaciones para cada ámbito de tu vida.

Elige creer que puedes lograrlo

Desde que éramos unos pequeñines, hemos escuchado todo tipo de comentarios y hemos pasado por muchas experiencias, que en algunos casos, han sido positivas y en otros no tanto, pero definitivamente han moldeado nuestra personalidad e incluso nuestra predisposición para realizar cualquier actividad, además de realizarla con gusto, con alegría y sin tantas complicaciones. Esto puede que ya lo sepas y puede que no te esté indicando nada nuevo, pero quizá hay algo que no sabes… Tú puedes cambiar cualquier creencia que exista en ti, cambiando tu diálogo interno, tus pensamientos, tus palabras, y al final tus acciones de una forma sencilla y clara. Revisa tus creencias y cambia las que no te permitan realizar las cosas que siempre has querido hacer, cambia ese pensamiento: “Nunca he sido bueno para las matemáticas” por “Yo puedo hacerlo” o “Yo soy muy bueno en las matemáticas”, y créelo de verdad, como si ya fuese la realidad, para que así comiences abriéndote con buena disposición todas las cosas que quieras llevar a cabo, además puedes crear la siguiente cadena: “Una idea, un pensamiento, una palabra, una acción, un destino” . La clave que te enseño es la siguiente: “Cree que eres lo que quieres ser, y lo serás”. Si, puede que suene a “libro de auto-ayuda” o a cualquier patraña que se me ocurrió colocar en esta sección, pero es una realidad, inténtalo y cree en ello firmemente, en tiempo presente y actúa, piensa y siente como si ya fue realizado tu deseo y puede que te lleves una gran sorpresa…

     Escoge un idioma

Elegir una lengua para aprenderla es fácil y sencillo si defines el “por qué” quieres hacerlo. Existen infinidad de razones (todas válidas) que podrían estar cruzando tu mente al momento de tomar esa decisión, ya sea porque quieres expandir tus oportunidades de estudio o trabajo, así como también podrías hacerlo por diversión, o incluso para impresionar a tus amigos o a alguna persona especial que pudieses deleitar con tu maestría en los idiomas ;).Luego, evaluar las opciones que existen y cómo cada una te puede llevar a cumplir tu objetivo; para finalizar con la puesta en práctica del mejor método para llevar todo a cabo. Un ejemplo sería: –Deseo aprender un nuevo idioma para agregarlo  a mi currículo como licenciado en administración de empresas-, en este caso, puedes evaluar el cómo afectaría a tu currículo si aprendieras este o aquel idioma, también el lugar donde quisieras trabajar y cuáles son las lenguas que comúnmente serían usadas en esa región, etc. Evaluar las opciones, escoge la que te guste y empieza de inmediato, y si no puedes decidir… ¡Empieza cualquiera! (puedes usar un poco de sentido común, ojo). Cualquier lengua que decidas aprender, estará bien                                                                                                                                (incluso si quieres aprender más de una). Primero, porque es una decisión                                                                                                                                      hecha por ti mismo, no te ha sido impuesto; segundo, este aprendizaje te                                                                                                                    enriquecerá  porque traerá consigo una nueva cultura y todo lo que represente pasará a formar parte de ti.

Desarrolla tu aprendizaje con diversos métodos de estudio

La principal característica de tu cerebro que debes aprovechar, es la memoria. La capacidad que tiene el cerebro para “recordar” es imprescindible y es necesaria si deseas tener buenos resultados. El camino es el siguiente: Desea; préstale atención a tu deseo; comprende tu deseo y vive tu deseo. Aprende una nueva lengua, usa tus sentidos para aprenderla (escribe, lee, piensa, siente, imagina, prueba y sumérgete en el idioma); vive lo que has aprendido. La atención es la cualidad clave al momento de estudiar para aprender un idioma, presta atención a lo que lees, a lo que escribes, a lo que sientes, a lo que vives en ese momento, con todos tus sentidos, y se fijará  en tu memoria todo a lo que le prestes atención. Escribe la conjugación de los verbos, escribe cuentos infantiles para familiarizarte con el uso de las letras; escucha el idioma, en películas, en música, en vídeos, escucha a quienes hablan este idioma; habla, aunque al principio no pronuncies adecuadamente; observa y lee cuentos infantiles, novelas, noticias, comentarios, etc. ; prueba comida típica de los países en los que se habla este idioma, saboréalos, huélelos; sumérgete en la lengua tanto como puedas y más; aprende expresiones que equivalgan a las que usas a diario, llénate de tanto poder imaginativo, que se vuelva realidad… En fin, siente (cree)
 que hablas, escribes, te expresas y vives como un nativo de esa lengua, y eventualmente, será tan real que dudarás de tus propios orígenes…

Se constante, practica a diario y en todo momento

Este es un consejo que quizá deba recalcar firmemente en tu ser, porque puedes intentar aprender infinidades de cosas acerca de un idioma en un solo día, y si prestas suficiente atención puede que las recuerdes todas en ese momento, pero si practicas una vez cada 3 semanas y de resto no acercas tu atención a lo que quieres lograr, tus esfuerzos serán en vano, pues en algún punto, ciertas palabras o ciertos recuerdos ser irán evaporando de tu memoria, porque dejarán espacio a otras que se usen más frecuentemente. En consecuencia, si quieres buenos resultados, la constancia en las prácticas y en las actividades relacionadas con tu meta deben ser cultivadas todo el tiempo que puedas, todos los días; sin embargo, no estoy afirmando que debas dejar de lado todas tus otras actividades cotidianas para aprender el idioma, ni que te sientes a estudiar verbos y vocabulario las veinticuatro horas del día ni mucho menos; simplemente digo que intentes usar toda oportunidad que se presente como una vía para realizar tu meta. Cuando te levantes en la mañana, salúdate a ti mismo, a tus familiares o a tus amigos con el saludo correspondiente en el idioma que has elegido. Al vestirte, llama a tu ropa según los nombres que correspondan, y ¡continua de esta forma con todas las acciones que hagas y todas las cosas que puedas!, aparte de esto puedes dedicar un tiempo específico de tu preferencia para realizar actividades de estudio para el idioma: una lectura, escribir un artículo, aprender vocabulario etc. De esta forma, llegarás incluso a ¡pensar y sentir en el Idioma que has elegido!, cuando domines esto, ya estará hecho, será un hábito… Después tu mundo exclamará -¿Existe algo que no puedas lograr?-.

Cada nuevo día, es mejor que el de ayer

Para ser mejor en cualquier cosa, hay que progresar en las habilidades que tienes, en las que podrías tener y hay que convertir las debilidades en fortalezas. Para lograr lo antes mencionado, hay que tener en cuenta lo siguiente: “Siempre existe un mejor método, una mejor técnica y siempre se puede ser más eficiente”. Cada día perfeccionar tus habilidades un 1%, poco a poco, una habilidad a la vez, como prefieras, mantendrá asegurado tus progresos, pues, al ser un porcentaje mínimo, es más sencillo que intentar mejorar un 100% de la noche a la mañana, (y es más tranquilo el método). Encontrar cuál es la mejor forma de concentrarte o prestar atención sería un buen comienzo, porque así gastas menos tiempo en métodos que no te simpatizan y te puedes enfocar en los que sí te ayudan a aprender; mejorar tu gramática cada vez más sería una buena evolución. Busca y analiza, que siempre hay algo en ti que puedes mejorar. En fin, decide qué habilidad quieres mejorar,                                                                                                                                                  cómo puedes hacerlo y ¡ejecútalo ya!

Diviértete, relájate y desapégate del resultado.

La primera condición que debes buscar en ti mismo, es la alegría de hacer algo nuevo, de probar tu inteligencia, de arriesgarte a creer que puedes hacerlo, de vivir una nueva experiencia. Diviértete jugando con tu aprendizaje, con tu estudio, con los idiomas. Aunque tengas miedo de: fallar, de no completar tu meta, de perderte y no aprender nada, de hacer el ridículo, o de perder el tiempo; sobreponte a tus circunstancias y temores, lánzate, arriésgate y diviértete haciéndolo. Las siguientes cualidades que son invaluables son: la relajación y el desapego al resultado. La relajación, porque evita que gastes energía innecesariamente en preocupaciones, en ansiedades y te permite disfrutar del camino del aprendizaje con toda la cordura del mundo. Por otro lado, el desapego al resultado, te permite estar consciente del momento presente y no solo del objetivo futuro que quieres lograr, por lo tanto, es la consciencia que te mantiene dando un paso a la vez, y que te relaja aunque lo puedas lograr o no.

Si ya has leído todos los consejos, continúa leyendo… si no, termina y regresa aquí mas tarde…

Aquí te he dejado mis consejos prácticos para aprender un nuevo idioma, todos los consejos anteriormente explicados, pueden aplicarse a otras cosas que desees en tu vida, y sin miedo, puedes experimentar para ver si te resultan; si es así, no dudes en compartir con el mundo lo que has aprendido aquí.

“Una cosa es tener poder y otra cosa es compartir el poder, el poder compartir el poder es el poder de compartir”

AAAA