Revista Comunicación

7 consejos para entrevistar a una persona negra, LGTBI o con discapacidad para nuestro libro

Publicado el 08 octubre 2018 por Edvalroj

El objetivo de este artículo es recordarte que uno de los pasos al momento de introducir personajes con los cuales no te sientas identificado, además de es contactar lectores de sensibilidad e interrogarse a ti mismo
investigar . ¿Y cómo investigas? Hablando con personas que hagan parte de los grupos representados en tu historia, entre otras formas. Hoy hablaremos de cómo encarar a estas personas y no morir en el intento. Tranquilo, no es nada de otro mundo. ¿Seguimos?

7 consejos para entrevistar a una persona negra, LGTBI o con discapacidad para nuestro libro

Una simple entrevista se puede arruinar si no tienes presente estos consejos. No, no es adoctrinamiento, mi palabra no es ley y no hablo en representación de otros. Lo digo desde mi experiencia como entrevistado en más de una ocasión.

Desde que me declaré asesor literario en temas étnicos y raciales a diario me llueven peticiones de entrevistas, dudas y uno que otro ataque directo.

Los que se arriesgan a hablarme saben que soy muy abierto y directo pero no me complico ni busco complicarle la vida a nadie. No obstante, puedo percibir cierto desconocimiento en lo que se refiere a entrevistar a alguien con quien no nos sentimos identificados. ¿Miedo, prejuicio, desinterés, obligación? No lo sé, pero en ocasiones ha rayado el límite de la incomodidad y es ahí cuando pienso en detener la conversación y bloquearlo. Miento, creo que aquellos que se atreven a investigar (investigar de corazón, no por llenar un requisito) merecen un plus por querer hacer lo correcto.

Vacía tu mente

Este es quizás el consejo más difícil para muchos. Si vas a hablar conmigo sobre racismo o lo que sea que quieres saber quítate la armadura y guárdala bajo llave, si es que piensas usarla de nuevo a pesar de lo que aprendas. Debes imaginar que vas a abrir un libro del que no sabes nada y que vas a leer sobre un tema jamás oído. Solo de esa manera podrás obtener la verdadera esencia de la entrevista.

No obtendrás nada si, cuando vas a hablar con una persona con Trastorno de Estrés postraumático , llegas convencido de que es un pobre discapacitado y que se comporta igual que el director Skinner.

No quiero decir que resetees tu cerebro, solo pido que no me hables cargado de estereotipos y prejuicios. No soy una maquina sexual, no soy el mejor en baloncesto y no sé rapear. Solo de esa manera podrás comprender, entender y aceptar las diferencias para con esa persona. Solo de esa manera podrás tener empatía.

Prepárate e investiga

Si decidiste hablar conmigo es porque, con seguridad, tienes dudas o ideas que pueden afectar Si vas a hablar sobre personas esclavizadas lee sobre esclavitud. Si quieres despejar una duda sobre un término que oíste en el trabajo la representación de los personajes en tu libro y no buscas ofender . Sin embargo, intenta no llegar, y perdón por la expresión, sobre la homofobia y que puedes malinterpretar en tu historia, lee primero y después entrevista a alguien del colectivo LGTBI. completamente ignorante sobre el tema que estás investigando.

Investiga sobre ese aspecto del cual quieres hablar, pero como dije en alguna ocasión, hazlo en fuentes precisas y de primera mano, ojalá artículos escritos por personas negras o del grupo representativo del entrevistado.
Lee sobre racismo, sobre homofobia, sobre discriminación por discapacidad.

He recibido preguntas que me ponen a pensar si no hubiese sido más sencillo entrar a Internet y preguntarlo en Quora , por así decirlo, aunque no es una fuente que llame confiable. También encontramos preguntas sobre historia mundial o preguntas tipo: ¿cuál es tu opinión de que Michael Jackson se hubiese mandado a blanquear la piel?.

¿En serio necesitas escuchar esa respuesta de una persona negra? ¿Qué te puede aportar en tu escritura? ¿Sabes que sufría de vitiligio? Ni siquiera corresponde a una muestra significativa, para extraer una conclusión aproximada y saber qué pensamos las personas negras. Con solo goglear hubiera respondido su pregunta.

He aquí un ejemplo (repito, un ejemplo) de preguntas a una persona negra, hechas por alguien que investigó:

He leído que en muchas familias las personas negras hablan sobre racismo con sus hijos como una manera de protección. ¿Qué piensas de eso? ¿Tus padres hablaron contigo del tema? ¿Cómo fue la experiencia? ¿Cómo te sentiste? etc,.


Mantente enfocado

Este consejo va de la mano con el anterior y debes usarlo durante la entrevista (y por respeto en cualquier conversación).

Llega con el material centrado en los temas que quieres preguntar, ojalá temas similares, para que la conversación no se vaya por las nubes, no se repitan asuntos y la charla fluya con naturalidad. Esto también ayudará a seguir la progresión natural del pensamiento del entrevistado.

No des la impresión de que estás picando aquí y allá, tanteando lo que se te viene a la mente sino que tienes claro lo que deseas extraer de la entrevista. Gánate el respeto de la persona a la cual estás robando preciado tiempo.

Qué tipo de preguntas hacer

Preguntas específicas pero abiertas. Huye de las preguntas tipo Sí y No, las cuales solo te darán respuestas tipo Sí y No, nada útiles en tu formación y que te obligarán, por la escasa información que brindan, a contactar de nuevo al entrevistado o a empezar de nuevo con otra persona (si es que logras obtener otra entrevista).

Las preguntas efectivas son aquellas que obliguen a pensar.

Nada de ¿Te gusta que te llamen negro?

Mejor Por favor, ¿cómo te sientes por el hecho de que te llamen negro en la calle?

Sin presiones, por favor

Si la persona entrevistada se siente incómoda al responder una o varias preguntas, no proporciona una respuesta segura o parece salir con evasivas, detente, no es un interrogatorio del FBI. Discúlpate y continúa con otras preguntas.

Aconsejo que, en esas situaciones, tomes nota sobre la pregunta para que evalúes qué pudo haber causado esa incomodidad. Analizar si la pregunta fue demasiado personal, si es un tema delicado o si fue mal formulada puede darte mucha información y comprender mejor su mundo.

No te molestes ni presiones. No lleves al extremo los sentimientos de esa persona con temas que pueden ser ofensivos o hirientes. Piensa en ese asunto que te es difícil abordar y ponte en su lugar. Se siente igual.

Es normal que una persona negra se ofusque ante una pregunta sobre racismo , pues ha vívido la discriminación y le duele, o un Testigo de Jehová (sí, puedes incluir personajes con religiones no ficticias en tus novelas) al cuestionar su fe.

Al final debes reconsiderar si harás esa pregunta en el futuro o qué tan relevante es para tu historia.

No refutes ni hagas comentarios

Por favor, me estás entrevistando, no estamos discutiendo perspectivas. No hay nada más incómodo que, al responder tu pregunta, la critiques y opines que estoy equivocado y me des tu punto de vista, que consideras el correcto. Avísame con antelación si es un debate, con eso voy preparado.

Si crees saber demasiado de un tema ahórrate el tiempo y no entrevistes a nadie. Me sucede a menudo.

Mi consejo es que calles aunque no estés de acuerdo. Toma nota y piensa en el primer punto de este artículo. En ocasiones, son tus prejuicios los que hacen que no asumas mi realidad y niegues o minimices mis experiencias.

Ejemplo: No, quizás lo que te pasó no fue racismo. Eso es muy común. Es normal que pase eso. ¿No estás exagerando? Pero si ustedes son más racistas/Homofobícos que...

Por esa razón existen los espacios seguros, porque hay temas que las personas que no pertenecen a esos grupos no entienden ni quieren entender. No acabes con tu investigación por tu ego y tu privilegio.

No abrumes

Vamos, es una entrevista. No el examen para ingresar a la educación superior. Si el número de preguntas excede lo permitido por El conteo internacional de preguntas permitidas en una entrevista, el entrevistado puede empezar a cansarse y ponerse apático. Es normal, no somos Google ni una maquina de información. Somos seres humanos que nos ofrecimos para ayudarte así que respeta nuestro tiempo y el tuyo.

No sé cuánto pueda ser el tiempo promedio de una entrevista pero ¡caramba!

No abrumar también significa tener en cuenta los consejos anteriores: ser empático, conciso, no presionar para obtener respuestas, saber escuchar y llegar preparado.

Ojo, tampoco te vayas al extremo opuesto, con una entrevista apresurada. No seas agobiante.

Para terminar, si tienes demasiadas dudas que no se puedan solucionar por otros medios y crees que una sola sesión no es suficiente, considere la opción de entrevistar a otra persona. Con esto le quitas la carga de los hombros de un solo individuo y puedes obtener perspectivas diferentes de un mismo tema.

Y eso es todo, no te quedes con lo básico. Habla con las personas representadas en tu libro. Ponte en sus zapatos y acepta que no puedes saber qué piensan o cuáles son sus puntos de vista. No tengas miedo ni vergüenza. Con seguridad lograrás grandes beneficios en tu historia, crearás personajes más reales, serás mejor persona y, lo mejor de todo, te quitarás una venda de los ojos.

Y tú, ¿alguna vez has pensado en investigar entrevistando a un personaje perteneciente a una minoría de tu historia? Si ya lo has hecho, ¿cómo te fue? ¿Lo crees innecesario y politicamente correcto? Todas las opiniones son bienvenidas.


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