Antes de nada, con este post no quiero sentar cátedra sobre cosas que decir y cosas que evitar decir a alguien. Habrá personas a las que les pueda sentar mejor o peor las frases que voy a comentar. Habrá personas sin TLP que se lo tomen fatal o algunas con TLP que se lo tomen a broma. Al final cada persona es un mundo. Lo que sí quiero con este post es que reflexiones y te sirva como guía para hablar con esa persona a la que quieres pero tiene esta enfermedad mental.
Cuando el profesional te da el diagnóstico es como si te entregara una especie de etiqueta que puedes colgarte para que todos vean o mantener en secreto. A veces exhibirla es una forma relativamente segura de que las personas sean un poco más conscientes de pensar antes de hablar. Por regla general esto no pasa. Aún hay gente que cree que lo de las enfermedades mentales es una patraña, un invento.
Es difícil encontrar a personas con empatía que se pongan en tus zapatos y quieran entender cómo te sientes o por qué te comportas de la forma en la que lo haces.
Convivir con TLP/BPD
Una persona con un diagnóstico de Trastorno Límite de la Personalidad debe cumplir con una serie de criterios y requisitos. No son cosas al azar. Se trata normalmente de pensamientos, emociones y conductas dañinas para la persona y/o el entorno.
Sé que cuesta mucho interiorizarlo pero no me cansaré de decirlo: las personas con TLP no somos malas. Tenemos conductas que pueden hacer daño a la gente que tenemos cerca. Lo sabemos. Nos da un miedo terrible hacer cosas que provoquen alejamiento en nuestros seres queridos y a su vez nuestros pensamientos y acciones pueden alejarlos.
Para mí una de las cosas más definitorias del TLP es esa sensación contínua de tira y afloja en la que nunca nada de lo que haces es correcto.
Es difícil vivir con TLP ya no solo por todos los síntomas que te persiguen cada día, también por el estigma que nos persigue. Por eso hago esta lista de cosas que evitar decir a una persona con TLP.
Cosas que evitar decir:
Estas son algunas de las cosas que más me han dolido o molestado que me dijeran en relación con mi TLP:
“Creo que estás exagerando”
Tenemos las emociones y los sentimientos muy a flor de piel. Algo que a una persona normal ni siquiera le haría pestañear nos puede tener durante horas pensando o puede incluso llegar a dolernos físicamente como un pinchazo en el pecho. Lo sentimos DE VERDAD. Por favor, no te rías de nosotros o pienses que exageramos porque nuestros sentimientos son reales, aunque no estén en el mismo nivel que los tuyos.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Centro Can Rosselló (@canrossello) el 23 de Mar de 2017 a las 2:15 PDT
“¡Eres bipolar!”
No lo soy. El Trastorno Bipolar y el Trastorno Borderline (o trastorno límite de la personalidad) son dos cosas distintas. No te preocupes, hay mucha confusión al respecto. Pero no utilices “bipolar” como un insulto por favor.
El Trastorno Bipolar encaja entre los trastornos del estado de ánimo mientras que el TLP está entre los de la personalidad. En ambos puede haber cambios de humor muy variables y es cierto que ambos presentan altas tasas de suicidio pero son diferentes.
“Las mujeres teneis cambios de humor, es cosa de la regla.”
Esto no es solo algo que me han dicho. Es que he pasado años pensando que mis cambios de humor y mis altibajos emocionales tenían que ver con un tema hormonal. Ya he contado que tengo Sindrome de Ovarios Poliquisticos y eso afectaba a mis reglas. He pasado por diferentes tipos de anticonceptivos para regularlos y al final cuando mejor he estado (reglas reguladas y ánimo relativamente estable) ha sido cuando me tomé mi alimentación y hacer ejercicio en serio.
Se diagnostican más mujeres que hombres con TLP, pero parece ser que tiene relación con que los hombres suelen ocultar más las emociones y tienden menos a pedir ayuda.
Tener TLP no es “estar sensible” o “ser de lágrima fácil”. Es mucho más. Entre Natsu y mis amigos nos solemos reír de aquella vez que yo quería tomar un zumo de naranja, pero no quería usar el exprimidor, necesitaba el zumo en el momento. Y me puse a llorar como una magdalena porque me sentí paralizada ante mi propia necesidad y mi incapacidad para solventar el tema. Con la distancia me hace gracia, pero en el momento te juro que lo pasé fatal.
“¿Qué te pasa ahora? Pero si hace un momento estabas feliz.”
Tener TLP significa que tienes cambios de humor. Tan pronto estás arriba de la montaña como al final del acantilado. Es como una montaña rusa descontrolada. Basta la mínima cosa para que todo cambie de blanco a negro. Un cambio de último minuto (aunque sea mínimo) en un plan que estaba acordado puede ponerte al borde. No es algo que “hagamos” adrede, simplemente es la forma en la que nos afecta.
“No te preocupes.”
¡Claro! ¿No me digas que era tan fácil? Seguro que las personas que tienen Ansiedad o Depresión han escuchado esta, o su gran compañera “Tomate las cosas con más calma” acompañada del maravilloso “Relájate”. Todas funcionan muchísimo y ayudan mogollón a la persona que las recibe. NO.
A mí personalmente me enfada muchísimo que me digan esto. Ya sé que hay cosas de las que no me sirve preocuparme. Lo sé. Lo he razonado todo mil veces en mi cabeza yo sola. A pesar de todo, de saberlo y razonarlo, no puedo evitarlo. ¿De verdad crees que si pudiera parar la preocupación extrema no lo haría?
Estar preocupada es mi estilo de vida. Me preocupa todo, que me abandonen, que alguien enferme, que me hablen, ser una madre de mierda, el blog, las redes sociales, que mis amigos se cansen de mi mierda, no volver a trabajar nunca en mi vida…
Imaginate estar en mi cabeza. No es fácil, te juro que no. No hagas como si lo fuera.
“Tienes que dejar de… gastar tanto dinero o autolesionarte.”
Tener conductas de riesgo o impulsivas forma parte del TLP. No es algo que hagamos a posta. No es algo que nos encante hacer o que queramos ser difíciles. Es simplemente una forma que tenemos de lidiar con nuestros sentimientos y emociones. Son cosas que para nosotros funcionan. Sabemos que después de eso nos sentiremos mejor y por eso tenemos esas tendencias. Es un alivio temporal y cuando vives con TLP ese espacio en el que todo parece que está bien es un paraíso al que quieres volver desesperadamente. A pesar de las consecuencias nocivas que tiene asociadas. Terminar con este tipo de conductas es muy complicado y lleva tiempo, terapia y en muchas ocasiones medicación.
Ver esta publicación en InstagramUna publicación compartida por Lucy chibimundo (@chibimundo) el 10 de May de 2019 a las 2:47 PDT
“¿Por qué le dices a la gente que tienes TLP? ¿No te da vergüenza?”
A veces aún me da vergüenza admitir el TLP. Llevo “mejor” decir que tengo depresión o ansiedad porque son cosas pasajeras mientras que el Trastorno Límite de la Personalidad es algo crónico. Prefiero que las personas piensen que “se me pasará”.
A pesar de eso creo que es importante hablar del tema. Darle espacio. Hay muchas personas con TLP pasándolo mal y es tan difícil encontrar a alguien que te entienda que siento que deberíamos poder hacer piña. Más allá de ser una persona con TLP… tener la osadía de ser madre parece un despropósito.
Yo sé que tengo muchos fallos, que no soy la mejor madre del mundo y que mis cambios de humor o mis acciones impulsivas no son el mejor ejemplo para Loki. Por eso voy a tope con la terapia y reflexiono mucho sobre las cosas que hago y cómo las hago. Quiero pensar que a pesar de todo puedo llegar a ser una buena madre. No la mejor, pero sí una buena.
Y una cosa que no hacer…
No decir nada. No responder. Desaparecer.
Creo que esta es la peor cosa a la que una persona con TLP tiene que enfrentarse. El miedo al abandono es una de las características de la enfermedad. Da igual que la mayoría de las veces sea algo imaginado, con que una persona haga realidad nuestros miedos basta.
Cuando alguien no contesta un mensaje empezamos a preocuparnos y a tirar del hilo. ¿Qué habré hecho para que no me hable? ¿No me hablará nunca más? ¿Estoy siendo paranoica? A lo mejor no le ha llegado, o no lo ha leído o tiene otras cosas que hacer. Quizás he metido la pata y le he hecho daño…
Es posible que estas cosas no tengan ni pies ni cabeza. Que no haya ocurrido nada especialmente. Pero ese miedo visceral al abandono nos pone en tal alerta que podemos pasar incluso noches sin dormir pensando en las últimas interacciones con esa persona valorando qué pudimos hacer mal.
Ponte en “mis” zapatos.
Bueno ahí está la lista de 7 cosas que evitar decir y una que evitar hacer.
Espero que las explicaciones que he dado te ayuden a entender a las personas que convivimos con el TLP y el daño que puede llegar a hacernos. Si lo has hecho sin ninguna maldad no te preocupes, no pasa nada. Todos metemos la pata. Estar aquí y leer este post para informarte y hacerlo mejor la próxima vez es lo realmente importante.
¿Alguna frase que añadir?