Puede haber momentos en nuestra vida en los que hemos tenido muchos remordimientos. Pero a medida que envejecemos, aprendemos a lidiar con tales remordimientos a través de la experiencia y a través de nuestro crecimiento personal. Sin embargo, una y otra vez, parece que solo nos damos cuenta de los remordimientos que tenemos cuando llegamos a un punto de crisis, lo que nos lleva a cuestionarnos si verdaderamente apreciamos las cosas que teníamos de la mejor manera posible.
Mientras reflexionamos sobre nuestros remordimientos, podemos pensar para nosotros mismos: si tan solo hubiera sabido esto cuando era más joven... Por lo tanto, podemos experimentar una sensación abrumadora de que si nuestro ser más joven hubiera sido más iluminado o consciente, entonces podríamos haber sido capaces de manejar las emociones y las situaciones. Con esto en mente, ¿cómo podemos cambiar nuestra perspectiva y mentalidad para mejorar nuestra experiencia de la vida para mejor?
1. Presencia en el aquí y ahora
No dediques demasiado tiempo a revisar lo que sucedió en el pasado ni a planificar el futuro, ya que te impedirá olvidarte de experimentar el momento presente. Mantén tu mente enfocada en lo que te está sucediendo en este momento y recuerda que la felicidad solo puede existir en el momento presente. El pasado se ha ido y el futuro está por venir, por lo que el presente es todo lo que tenemos.
Nuestras mentes tienen la costumbre de correr a cien millas por hora, lo que nos impide raramente estar en el aquí y ahora. Entonces, si notas que la mente está acelerada por pensamientos, deténte y mira a tu alrededor. Observa lo que está sucediendo a tu alrededor en este momento. Sé consciente de dónde te encuentras en este momento o simplemente ten en cuenta la respiración. Cuando hagas esto, tu mente comenzará a abrirse y apreciar todo lo que tienes en este momento. Hacerlo te ayudará a sentir que el tiempo ya no se está escapando.
2. No gobiernes la vida por lo que crees que deberías o no deberías hacer
Nos podemos presionar a hacer cosas en función de las expectativas de nuestra familia o de nuestros compañeros. Todos pensamos en los "debería" y "no deberíamos", pero observa de quién exactamente estamos tratando de obtener permiso y por qué es esto aceptable. Vivir la vida de la manera que deseas es la única forma en que puedes encontrar tu verdadera felicidad. Así que deja de limitarte por las expectativas de los demás, solo necesitas vivir tu propia vida y la de nadie más.
3. No agrandes un problema pequeño
En algunos casos, nuestras mentes pueden trabajar en contra de nosotros, y como resultado, los temores pueden tomar el control. La mayoría de nuestros problemas parecen ser mucho más grandes de lo que realmente son. Piensa en algo por lo que estuviste molesto recientemente. En ese momento puede haber parecido un gran problema, pero un día, una semana o un mes más adelante puede que ya no sea algo en lo que pensemos.
A la mente le gusta concentrarse en las preocupaciones y los problemas, y los desborda de forma desproporcionada. Así que la próxima vez que te encuentres en esta situación, tómate un momento para preguntarte: de manera realista, ¿seguiré pensando en esto mañana, la próxima semana o el próximo año? La mayoría de las veces, tu respuesta será 'no'. Esto debería ayudarte a eliminar toda la preocupación innecesaria.
4. Enfréntate más a tus miedos
Todos tenemos miedos, pero no todos están justificados, sin embargo, estos mismos temores pueden crecer, sacando mucho de nosotros. Pero para recuperar nuestra vida, debes enfrentarte a tus miedos. Muchos de los miedos que tenemos son simplemente un producto de la mente. En realidad no existen.
Al darte cuenta de esto, aprenderás a encontrar las cosas menos intimidantes y atemorizantes, y de hecho se volverán más fáciles. Enfrentarte tus miedos de frente es emocionante y es uno de los mejores y más gratificantes retos que jamás tendrás. Otra ventaja es que enfrentarte tus miedos nunca será tan aterrador como tu mente pensó que iba a ser.
5. Lento pero seguro
En nuestros años más jóvenes, tendemos a apuntar alto queriendo tener todo rápidamente. Nos fijamos objetivos, pero tendemos a rendirnos fácilmente porque no obtenemos los resultados que queremos de inmediato. Nuestro mundo moderno nos ha condicionado a esperar y obtener algo en un abrir y cerrar de ojos. Entonces, ¿cuál es el verdadero secreto del éxito?
Pequeños pasos para grandes cambios obtendrán los resultados que deseas. Las metas están allí para ayudarnos a lograr objetivos y crecer. Pero si las cosas se logran rápidamente, entonces no hay lugar para aprender u obtener un sentido de logro de ella. Por lo tanto, establece metas pequeñas y alcanzables que te ayuden a cumplir tus sueños y a saber que estás en el camino correcto sin importar cuánto tiempo tardes.
6. Deja de asumir lo que otras personas piensan
¿Con qué frecuencia haces suposiciones sobre lo que otras personas están pensando o si te están juzgando por algo que hiciste o dijiste? El mundo no gira en torno a ti. Ten en cuenta que todos están lidiando con sus propios problemas, preocupaciones e inseguridades, y lo más probable es que no te presten mucha atención. Entonces, deja de preocuparte por lo que otras personas piensan y deja de asumir lo que están pensando.
7. Aprecia todo en la vida
Esta importante lección es algo que a menudo damos por hecho. Sin embargo, cuanto más envejecemos, más aprendemos a apreciar las cosas en nuestra vida, incluidas las personas, las experiencias, las lecciones que hemos aprendido e incluso nuestras posesiones. Una vez que aprendemos a establecer este hábito desde el principio, la vida se vuelve más fácil porque la verdadera clave para la felicidad es la gratitud y el aprecio.
Aprende a integrar el arte de la apreciación en la vida cotidiana y agradece siempre qué y quién hace que la vida se sienta bien. Aprende a apreciar las cosas pequeñas también. Podría ser algo tan pequeño como tomar una ducha en la mañana, apreciar la naturaleza que te rodea, amar a tu mascota, etc. La apreciación trascenderá al resto de tu vida, ayudándote a establecer la mentalidad positiva necesaria para vivir una vida feliz y saludable.