La Granada Mollar (denominación de origen de Elche) es una de las denominadas "superfrutas", por ser rica en fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales. Puedes leer aquí todos los beneficios para la salud que aportan las granadas.
Es una fruta vistosa y probablemente llame la atención de los niños, que querrán probarla sin necesidad de hacer nada más que ofrecérsela.
He escrito este CUENTO SUCULENTO que seguro despierta la curiosidad de los más pequeños de la casa y así hasta los más tiquismiquis querrán probar la fruta del tesoro.
"La granada, la fruta del tesoro"
Jaime vivía en Elche y era “palmerer”, se había dedicado toda su vida a cultivar palmeras.
Cada día subía trepando por el tronco para podar las ramas secas o para recoger dátiles, hasta que sufrió una caída que le dejó cojo. Desde entonces, para poder ganarse la vida, no tuvo más remedio que hacerse pirata y dedicarse a buscar tesoros.
A pesar de su cojera, era el mejor llevando el timón. Con su cara de malo y su pata de palo, Jaime miraba al horizonte pensativo. Llevaban dos meses navegando por el Mediterráneo sin conseguir ni un triste botín, pero no podían regresar a casa sin tesoro...
¡Tierra a la vistaaaa!
La isla de Tabarca se divisaba a lo lejos. Era una pequeña isla, árida, pero de aguas limpias, cristalinas, donde a los piratas les encantaba hacer una breve escala antes de atracar en el puerto de Santa Pola.
Buceando junto a unas rocas, Jaime encontró un pequeño cofre. Apresurado, se arrodilló en una pedregosa cala y comprobó satisfecho que ¡estaba lleno de rubíes!
Menudo golpe de suerte, estaba salvado, ya no llegaría a casa con las manos vacías.
Tierra firme, huertos de palmeras, por fin estaba en Elche, su pueblo. Jaime y su mujer tenían que esconder aquel precioso tesoro, y pensaron que en el huerto, enterrado debajo de un árbol, era el mejor lugar.
Pasaron los meses y cuando llegó el otoño, aquél árbol dio unos frutos muy extraños.
Sorprendidos, abrieron con cuidado uno de aquellos frutos rojos y observaron maravillados que estaba repleto de dulces rubíes.
Eran tan deliciosos que los comían en el postre y también en las ensaladas, hacían zumo y mermeladas.
Las granadas, así se llamaban esas extrañas frutas, además de estar muy ricas, resultaron tener múltiples propiedades, eran antiinflamatorias y muy antioxidantes.
Amigos, vecinos y familiares de Jaime el “palmerer” acudían a casa del pirata para conseguir los preciados frutos.
El pirata “palmerer” era bueno y generoso, decidió desenterrar el tesoro y repartir las semillas para que todo el que quisiera pudiera cultivar granadas en las tierras de Elche.
Y colorín colorado, así fue como el campo de Elche, donde principalmente crecían palmeras, se llenó también de granados, que cada otoño ofrecían a sus habitantes miles de auténticas frutas del tesoro.
Siéntate a su lado y enséñale, como si fuera un juego, a pelar la granada. Además es un excelente ejercicio de motricidad fina y de paciencia ;)
2. Prueba diferentes presentaciones:
En el postre, en la ensalada o como topping para un yogur.
Esta ensalada lleva lechugas variadas, tomate, pepino, queso manchego a dados, atún y granada. El punto dulce y crujiente de la granada le da el toque de gracia al plato.
3. Respeta sus gustos:
Nuestra misión es ofrecer alimentos saludables, pero nunca forzar. No intentes que coma todas las frutas y verduras, ponle las que menos rechazo le causen. Prueba primero con las verduras dulces, que suelen tener más aceptación: por ejemplo, zanahoria, calabaza, guisantes, maíz.
4. Enséñale a disfrutar:
Invítale a probar alimentos desconocidos, en casa o aprovechando un viaje, una salida a un restaurante... Poco a poco aprenderá a ser un pequeño foodie.
Lo más importante es que la comida sea un momento de disfrute, no de batalla. Anímale a que pruebe sólo un poquito.
5. Ten paciencia:
Educar el paladar es tarea de años, no tenemos prisa, se trata de conseguir que a la larga aprendan a llevar una alimentación saludable, aunque a día de hoy odien la mayoría de verduras.
6. Un poco de marketing casero:
No hay mejor predicador que "San Ejemplo", cómetelas tú.
Cuéntale el Cuento Suculento de la fruta del tesoro. Los niños no son tontos, no se trata de engañarles, pero sí podemos tratar de despertar su interés.
7. Y por último suscríbete gratis a la Newsletter donde recibirás más ideas para mejorar la alimentación de tus hijos con recetas sanas y deliciosas como ésta: GRANADA CON ZUMO DE NARANJA
Ingredientes:
1 granada (denominación de origen de Elche, por supuesto ;)
1 naranja exprimida (si son pequeñas, 2)
Simplemente hay que pelar la granada y servirla en un cuenco cubierta con zumo de naranja natural.
Si nunca ha usado un exprimidor eléctrico, verás qué risa le da el meneíto de la mano
Se puede tomar fresquito o a temperatura ambiente. Si tenéis la suerte de contar con buenas naranjas valencianas no será necesario añadir azúcar, porque la granada también aporta bastante dulzor. Espero que disfrutéis mucho de este postre tan mediterráneo y tan saludable... ¡Es una bomba de antioxidantes! El que me haga caso y se lo tome por lo menos rejuvenece un año; o al menos seguro que va al baño estupendamente, porque también tiene mucha fibra ;)