Al final de la tierra, en algunos de los lugares más remotos conocidos por el hombre, los restos de la exploración y la actividad humana se pueden encontrar en forma de equipos oxidados, edificios casi completamente enterrados en la nieve, y barcos abandonados.
Abandonadas debido a la inaccesibilidad, la guerra, la falta de materias primas y las duras e inhóspitas condiciones, estas factorías balleneras, bases militares y centros de investigación forman parte de los pueblos fantasma del mundo.
Por su ubicación, estos lugares abandonados merecen una mención especial.
1. Pueblo Balleneros, isla Decepción.
Establecido como base de sus actividades en Isla Decepción por una compañía ballenera noruego chilena a principios del siglo XX, Balleneros fue abandonado cuando los precios del petróleo se desplomaron durante la Gran Depresión. Estuvo deshabitado hasta que los británicos establecieron una base en 1944, pero una serie de erupciones volcánicas en 1960 hizo que de nuevo quedara deshabitado. Un deslizamiento de tierra provocado por la última erupción en 1969 sepultó muchas de las estructuras.
Décadas más tarde está totalmente vacío, pero los restos de los edificios, equipos y embarcaciones permanecen.
Isla Decepción se llama así porque la pequeña entrada de su bahía es difícil de encontrar, algunos exploradores pensaban que la costa de la isla no era más que acantilados rocosos por los que era imposible acceder. Una vez dentro, sin embargo, los visitantes son recibidos por unas aguas sorprendentemente cálidas, cortesía de los volcanes inactivos, que hacen que el agua hierva en algunos lugares y sin embargo ofrezca un cálido baño en otros.
2. Polo de inaccesibilidad con el busto de Lenin.
En el extremo sur de la inaccesibilidad - el punto en la Antártida que está más alejado de cualquier océano - se encuentra la ubicación de una estación de investigación soviética ya desaparecida establecida en 1958. Era un punto tan difícil de alcanzar que la base no es que fuera muy sofisticada. Consistía en una cabaña para cuatro personas, un cuarto de radio y una cabaña con un generador eléctrico, todos los cuales fueron prefabricadas y trasladados en tractores. La base estuvo en uso durante la friolera de 12 días antes de que fuera suspendida indefinidamente debido a su remota ubicación. Todo lo que queda hoy es un cobertizo de madera cubierto con un busto de Vladimir Lenin. La nieve ha enterrado la mayor parte del cobertizo por lo que el busto es lo único que se ve.
3. Puerto Grytviken, Georgia del Sur
Este revoltijo oxidado de edificaciones fue una vez fue una gran base ballenera noruega, con cerca de 300 hombres trabajando en el precesamiento de las ballenas capturadas, haciendo que la grasa, la carne, los huesos y las vísceras se convirtieran en aceite y otros subproductos. Fundada en 1904 en la isla británica de Georgia del Sur, ofrece un montón de tierra plana perfecta para la construcción de edificios. También se estableció una estación meteorológica argentina. En los sesenta años siguientes, la población de ballenas en los mares circundantes se redujo drásticamente, por lo que la base se cerró en 1966. La antigua estación ballenera aún está llena de huesos de ballena, así como naves y depósitos industriales. La isla de Grytviken es también la tumba del explorador Ernest Shackleton, que fue enterrado junto a los balleneros que murieron allí.
4. Base militar Este, Isla Stonington
El Servicio Antártico de Estados Unidos estableció su base oriental en la isla Stonington en 1939 y pocos años más tarde los británicos construyeron su propia base a 250 metros de distancia. Ambas bases tuvieron que ser cerradas periódicamente debido a las condiciones del clima, pero en 1975, Gran Bretaña cerró su base definitivamente. Volvieron para limpiar y quitar los escombros en 1991 y 1992, pero la Base Este de EE.UU. sigue estando en uso.
5. Leith Harbour, Georgia del Sur
Fue la más grande de las siete estaciones balleneras construidas cerca de la boca de Stromness Bay en la isla de Georgia del Sur, Leith Harbour fue fundada en 1909 e incluía una biblioteca, un cine y un hospital. Junto con Grytviken, Leith Harbour logró escapar de los ataques alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, ataques que destruyeron la mayor parte de las instalaciones balleneras británicas y noruegas. Pero, también, se abandonó definitivamente en 1965, víctima de la caída de la pesca de ballenas, al igual que otras tantas fábricas.
6. Base Oeste, Isla Detaille
Establecida como base británica en 1956, Base Oeste está situado en la costa protegida de la isla Detaille. Parecía el escenario perfecto para la base, pero el año de su construcción fue más suave de lo habitual, y en los años siguientes, la bahía se convirtió en un mar de hielo, haciendo que la navegación fuera extremadamente difícil. Cuando el barco de socorro John Briscoe llegó al final de la temporada de verano de 1959 con materiales de hibernación, se encontraron con la bahía prácticamente intransitable, era algo tan peligroso que no podían quedarse. El personal de la Base Oeste tan sólo tuvo sólo una hora para hacer las maletas y abandonar la base, dejando atrás todo lo que aún se puede encontrar allí hoy en día: latas oxidadas de alimentos, revistas, ropa y otros artículos personales. Los pocos afortunados que visiten este lugar se encontrarán en una misteriosa cápsula del tiempo, prácticamente intacta desde ese día.
En 2004, los británicos intentaron regresar a la Base Oeste para restaurar el lugar y conservarlo como un sitio histórico o derribarlo y eliminar todo rastro de ella. Pero el hielo, una vez más, frustró sus planes. En su lugar, se dirigieron a la Base de la isla Danco, otro centro de investigación abandonado, que demolieron, limpiando el lugar de todo rastro humano.
7. Barco Hundido, Ardley Cove
Durante un breve período en 2012, las frías agua de la bahía Maxwell en Ardley Cove, en la Antártida, ofrecían un sobrecogedor espectáculo. A unos pocos metros bajo la superficie se veía lo que parecía un barco fantasma hundido. El buque de investigación brasileño Mar Sem Fim (Mar sin fin) viajaba con cuatro investigadores filmando un documental en la bahía Maxwell, pero se quedó atascado en el hielo. Las condiciones atmosféricos se volvieron adversas y olas de varios metros de altura, junto con fuertes vientos, hicieron que el barco se inclinara hacia un lado. La Armada de Chile rescató a los investigadores y a la tripulación, pero el barco tuvo que ser abandonado. El agua que entró en el buque por medio de las olas se congeló en el interior, partió el casco e hizo que la embarcación se hundiera en la bahía a poca profundidad. Allí estuvo durante casi un año, hasta que el propietario logró regresar al sitio y mediante el uso de boyas pudo elevarlo gradualmente de su tumba de agua y llevarlo de vuelta a la orilla.
Por cierto, una fotografía de este barco ocupa un lugar destacado en el artículo más visto de este blog: Los 33 lugares abandonados más bellos del mundo.
Fuente.