Las distracciones — prefiero la palabra ‘distracciones’ sobre el término ‘ladrones del tiempo’ — pueden venir de fuera o de dentro.
Habitualmente preferimos dar la culpa a estas distracciones exteriores, pero la verdad es que las distracciones interiores afectan más a nuestra productividad.
Rubén Alzola hace un repaso de las principales distracciones internas:
Cuando se habla de ladrones de tiempo, solemos hacerlo sobre herramientas: el teléfono, el email, las reuniones, el móvil, etc. No obstante existen algunos ladrones de tiempo que mucha gente no considera como tales pero que pueden ser incluso más “letales” que los anteriores.