Llevamos ya dos semanas en Brasil, y la verdad es que han sido 2 semanas de continuas sorpresas; buenas y malas. Aquí les rompo 7 mitos brasilerios, pa que sepan que lo que pensamos que es… no es.
1. Todas las mujeres son espectaculares y usan todas una mini tanga. Para gran alivio mio, (y gran decepción masculina), las mujeres aquí no se ven así:
Créanlo o no son bastante normales, y yo no me he topado ninguna Ambrosio, Bündchen o Lima por la calle, la playa de Brasil se ve más bien como esto:
¿O esa de amarillo será la Bündchen camuflajeada con el pueblo?
2. Las caipirinhas aquí no son una “bebida de niñas”. ¡Son fuertísimas! Imaginen un vaso con limones, un poco de azucar, hielo y lo que resta de puro puro puro Bacardí, pues eso pero en Cachaza. 2 caipis y estás out.
3. Los brasileiros nos son blanco y negro. Y aunque aplica para la cuestión socioeconómica de ricos y pobres, este post va de trivialidades, y me refiero plenamente a eso: el color de la gente. En realidad los brazus son una mezcla de muchas razas, por acá llegaron desde los esclavos del África pasando por los alemanes y hasta una colonia de cientos de miles de japoneses, así que esto es un colorido variopinto de fenotipos. Un tipo blanco con ojo japonés con nariz de mulato y pelirojo es un representante de un brasileño standard.
4. Están adelantados económicamente, pero no van al paso global. Mucho boom económico con Lula, pero esto sigue siendo primordialmente un país de y para brasileños. Por ejemplo aquí nadie habla inglés. (detalle un poco incómodo para organizar un Mundial de futbol, como ya se ha visto).
5. Este país está preparado para el turismo. Pues no, y para ejemlo en la misma línea, que el punto anterior. Sólo un cajero te deja sacar dinero con tarjeta internacional: Banco do Brasil. Sólo uno de muchos bancos.
6. Son fashionistas, a su manera. La licra y el micro shortcito son el día a día en el fashion outfit de la mujer brasileña. Como ya referí en el punto 1, esto deja al aire un festival de jamones y celulitis, que dan un respiro de relax y liberación al complejo de una, que alegremente permite a sus muslitos salir sin pena al festival.
7. Esto es tristísimo. Atención los Simpsons se equivocaron…. ¡la gente no se transporta por la calle en una lína de conga ni bailando samba! Decepción total. Y para quien no lo recuerde, aquel mítico episodio:
Pero eso sí… fútbol y cascarita callejera en cada esquina eso, no es un mito. Es una verdad como un templo.
Mientras tanto, yo me voy a la playa a broncear mis jamones y beberme otras 2 caipis ;)