El networking no es otra cosa que la capacidad para crear, mantener y expandir nuestra red de contactos en base a relaciones de valor y confianza. El networking no es una posibilidad sino una necesidad si quieres avanzar en la vida, y te será útil no sólo en tu vida profesional sino también personal.
Como se apunta en Aprendiendo de los mejores (Alienta, 12ª edición): «Construir una red de relaciones no es lo único que hay que hacer para triunfar, pero lo que sí es seguro, es que sin una red de relaciones es difícil triunfar. Nuestra red de contactos es, sin dudas, uno de los mejores indicadores sobre quiénes somos y a qué podemos aspirar en la vida, hasta dónde podemos llegar. Para triunfar no es suficiente el talento o el trabajo duro, para triunfar es necesario establecer y estrechar relaciones».
Hace unos días dejaba en mi cuenta de Instragram una reflexión de Arnold Schwarzenegger que escribe el prólogo del libro Armas de Titanes de Tim Ferriss quien escribe: «No soy un hombre hecho a sí mismo. Tuve mucha ayuda. Como todos, para llegar hasta donde estoy me subí a hombros de gigantes».
¿Y de qué depende el valor de una red de contactos? El valor de una red de contactos depende de 7 aspectos:
1. CANTIDAD [Volumen].
El volumen es importante, tener masa crítica. Cuanta más gente conoces, más posibilidades de generar negocio, más posibilidades de que te ayuden otras personas y más posibilidades de impactar a gente con tus mensajes. Una red de contactos es más atractiva cuanto más grande es.
2. CALIDAD [Influencia].
Mucho más importante que la cantidad es la calidad, a quién tienes en tu red de contactos, su nivel de influencia. A quién conoces determina la efectividad de tus acciones. Hay muchas cosas que se resuelven con una simple llamada, si la persona que llama es la adecuada y tiene autoridad.
3. DIVERSIDAD [Extensión]. Una red de contacto es más potente cuanto más heterogénea es, porque muchas oportunidades no vienen de los lazos fuertes de nuestra red de contactos sino de nuestros lazos débiles. Los lazos fuertes son aquellas personas más cercanas a nosotros (familia, amigos y compañeros de trabajo), y los lazos fuertes se mueven en contextos similares a los nuestros, y por tanto, tienen la misma información que nosotros y suelen conocer a gente parecida a la que conocemos nosotros. Los lazos débiles, es decir las personas de segundo o tercer nivel de nuestra red, o personas diferentes a nuestro ámbito de trabajo o no tan cercanas, se mueven en otros contextos, manejan información diferente y conocen a gente diferente, y esa diversidad aporta valor a nuestra red. Hay estudios que dicen que el 50% de los trabajos se encuentran a través de contactos personales, pero lo más importante es que de ese 50%, más del 60% de los trabajos se encuentran a través de los lazos débiles de nuestra red.
4. FRECUENCIA [Tiempo].
Para que haya conexión emocional tiene que haber roce. El roce hace el cariño. La frecuencia de contacto es lo que hace que las relaciones se consoliden. Es difícil conectar con alguien con el que no hay interacción o hay muy poca; y es difícil que una relación así vaya para delante. Networking no es conocer gente (todos conocemos mucha gente todos los días), networking es conectar y estrechar relaciones. ¿Para qué te vas a preocupar de conocer gente si luego no vas a interactuar y conectar con ella? Eso no sirve para nada (ver post El poder de las relaciones).
5. CERCANÍA [Simpatía]. Los mayores enemigos de las relaciones personales son el ego, la soberbia, la prepotencia, la bordería, la indiferencia o la formalidad. Por el contrario, la simpatía, el buen humor, la humildad, la informalidad o la atención, tienen una fuerza enorme en las relaciones personales: Para ser interesante, interésate por los demás. El afecto siempre genera proyecto. De ello hablamos precisamente en el post La clave para conectar con los demás y también en El poder de interacción con las personas.
6. VALOR [Solución]. ¿Qué puedes hacer por los demás? ¿Cómo les puedes ayudar a que les vaya mejor? Recuerda: vender es solucionar problemas a la gente. Vender no es vender, vender es servir. Los mejores vendedores tienen un interés genuino por ayudar a los demás. Vender no es recibir, vender es dar y como consecuencia de que das, recibes. Y cuanto más des, más recibirás. Qué y cuánto das determina qué y cuánto recibes. Aporta valor siempre (ver post Al cliente no le importas tú, le importa él).
7. CONFIANZA [Ética]. La confianza es la materia prima de la que están hechas las relaciones personales y los negocios. Si la confianza desaparece, la relación está terminada y el negocio se acabó. La confianza es el lubricante de las relaciones. En igualdad de condiciones, a la gente le gusta hacer negocios con la gente que conoce y tiene confianza; y en desigualdad de condiciones a la gente le sigue gustando hacer negocios con la gente que conoce y tiene confianza. Tu reputación precede a todo lo que te ocurre en la vida. Jamás dejes por el camino tus valores, te arrepentirás (ver Toda verdad ignorada prepara su venganza).
En Tu futuro es HOY (Alienta, 4ª edición) hay un capítulo dedicado en exclusiva al Networking, y allí se dice con palabras de Margaret J. Wheatley: «No hay nada como las relaciones. En el universo cada cosa está relacionada con las demás. Nada existe de forma aislada. No podemos pensar que somos individuos que pueden hacerse a sí mismos sin ayuda de nadie».
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* También por si no lo leíste el artículo El liderazgo exige práctica, así que practica, publicado en Sintetia.
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