El día de hoy, aprenderemos los 7 y más poderosos tips de oratoria, de uno de los conferencistas más escuchados en las famosas charlas TEDx, Simon Sinek.
Si bien no todos nacen con el don de la oratoria, sí podemos desarrollar y mejorar la forma en que hablamos ante un público. Recuerdo que a mis 15 años, me era imposible hablar en público sin tener nervios o bloquearme, y hoy en día he llegado a estar ante 2.000 personas dictando algún taller o conferencia.
Vamos a conocer los TIPS
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NO HABLES DE INMEDIATO
Sinek dice que nunca debemos salir al escenario y comenzar a hablar de inmediato.
Muchas gente sale al escenario y automáticamente comienza a hablar al ponerse nerviosa, algo que demuestra inseguridad y miedo.
Es recomendable entrar al escenario, tomarse unos segundos para respirar hondo y recién comenzar a hablar. Puede parecer algo tedioso o incómodo, pero el público notará que estamos seguros y sin nervios.
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MOSTRAR PARA DAR, NO PARA RECIBIR
A menudo las personas hacen presentaciones para vender productos o ideas, para que la gente las siga en las redes sociales, para comprar sus libros o simplemente porque les gusta hablar.
Sinek llama a este tipo de conferencistas “Los Altavoces” y dice que el público lograr ver el interés de estar personas.
“Somos animales muy sociales”, dice Sinek, incluso a una distancia de un escenario, la gente se da cuenta si somos “dadores” o “tomadores”, y la gente suele confiar más en una persona que da algo, que una que lo toma.
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HACER CONTACTO VISUAL CON CADA UNO
El escaneo y la visión panorámica son el peor enemigo de un orador, dice Sinek. Pareciera que uno trata de mirar a todos, pero en verdad nos desconecta.
Es mucho más fácil y eficaz si miramos directamente a miembros específicos de la audiencia cuando hablamos. Si se puede, debemos tratar de dirigirle a cada persona que nos mire una frase o pensamiento sin romper la mirada. Cuando termines una frase, pasa a otra persona y trata de mantener su atención en cada una hasta que termines lo que quiere decir.
“Es como si estuviéramos en una conversación, no estamos hablándoles a ellos, estamos hablando con ellos” dice Sinek.
Con esta táctica, no solo generamos una conexión más profunda con cada persona, sino también, con todo el público.
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USUALMENTE, HABLA LENTO
Cuando nos ponemos nerviosos, no solamente son nuestros latidos los que se aceleran. Las palabras también pueden hacerlo. Por suerte el público es más paciente y tolerante de lo que imaginamos.
“Ellos quieren que uno tenga éxito en la charla, pero mientras más nos aceleramos, más los perdemos”, dice. “Si nos detenemos un momento, hacemos silencio y tomamos una larga respiración, ellos van a esperar por nosotros. Es algo sorprendente.”
Sinek cree que es imposible hablar con demasiada lentitud en el escenario. “Es increíble que uno pueda hablar lo más lento posible en un escenario y que sin embargo la gente esté atenta a cada palabra. Realmente funciona.”
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NO HAGAS CASO A LOS DETRACTORES
No le hagas caso a la gente que levanta su ceja, se cruza de brazos o dice que “no” con la cabeza. Concéntrate solo en tus verdaderos seguidores, aquellas personas que están visiblemente comprometidas con tu presentación y que asienten con su cabeza.
Si te concentras en los miembros que interactúan contigo, te verás mucho más seguro y confiado, que si te centras en los detractores.
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CONVIERTE EL NERVIOSISMO, EN ENTUSIASMO
Sinek aprendió este truco al ver los Juegos Olímpicos. Hace unos años se dio cuenta de que los periodistas que entrevistaban a los competidores, antes y después de un juego, hacían la misma pregunta: “¿Estabas nervioso? Y todos los atletas daban la misma respuesta: “No, yo estaba entusiasmado”. Estos competidores, estaban tomando típicos signos de nerviosismo (manos sudadas, corazón acelerado, tensión nerviosa) y los estaban interpretando como signos de emoción y entusiasmo.
Cuando estás en el escenario es probable que pases por lo mismo. Es entonces cuando según Sinek, uno debe decirse a sí mismo: “No estoy nervioso, estoy emocionado”
“Cuando lo haces, realmente tiene un impacto milagroso, para ayudar a cambiar la actitud de lo que estamos por hacer.
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DA LAS GRACIAS CUANDO HAYAS TERMINADO
El aplauso es un regalo y cuando recibes un regalo, debes mostrar agradecimiento. Esta es la razón por la que Sinek siempre finaliza sus presentaciones con una palabra: Gracias.
“Ellos te dieron su tiempo y te están dando tus aplausos”, dice Sinek. “Eso es un regalo, y debemos agradecerlo”.
Fuente (Inglés): Entrepreneur.com