7 razones por las que Steven Moffat debe irse de Doctor Who

Publicado el 27 noviembre 2015 por Dro @Drolope

Doctor Who es una maravillosa serie de ciencia-ficción británica que este mismo mes cumple la friolera de 52 años. El recurso de las regeneraciones del Doctor, y el ir cambiando cada pocas temporadas de compañera, han sido "trucos" narrativos muy inteligentes que han posibilitado que Doctor Who haya sobrevivo tanto tiempo: porque, al igual que el Doctor, la serie también se va reinventando a sí misma cada pocos años.
Los showrunners no son ninguna excepción a la regla. En 2005 la serie revivía de la mano de Russell T. Davies y Julie Gardner, que estuvieron capitaneando el barco hasta el final de la cuarta temporada de la etapa moderna. El comienzo de la quinta supuso un cambio radical para Doctor Who. Steven Moffat (también responsable de Sherlock), irrumpía en la fiesta como un tsunami y traía consigo un cambio radical; un cambio que, por otra parte, la serie ya iba necesitando. Siempre mantendré que Davies y Gardner supieron irse en el momento adecuado. Moffat, sin embargo, no se da por aludido, y parece querer quedarse mucho más tiempo, tanto es así que su presencia está confirmada hasta la décima temporada.
No diré que Moffat haya sido enteramente negativo. Ha aportado nuevas ideas y conceptos muy interesantes, pero resulta evidente que ya no puede dar nada más a Doctor Who. En el artículo de hoy, voy a desarrollar las 7 grandes razones por las que Moffy no debería quedarse más tiempo en la serie. Pero, ¡ojo! Habrá destripes hasta el 9x10 "Face the Raven":

1) Por sus agujeros ("plot holes") en las tramas



Nadie dudaba que esta razón estaría en la lista, ¿verdad? Antes de llegar al cargo de showrunner, Moffat escribió capítulos sueltos durante la etapa de Russell T. Davies. A él le debemos historias tan espectaculares como "The Girl in the Fireplace" o el idolatrado "Blink", mitificado como uno de los mejores episodios de la serie.
Esta situación evidencia que Moffy es muchísimo mejor creativo para historias sueltas que para arcos de largo recorrido, que obviamente no sabe estructurar de manera correcta. Sus tramas tienen tantos fallos que son, esencialmente, un queso gruyer. En apariencia son muy "molonas", muy llamativas, pero si nos paramos a analizarlas medio minuto se caen por su propio peso.

2) Por su sentido del humor machista



La personalidad de Doctor Who ha cambiado muchísimo desde que llegó Moffat. El sentido del humor de Davies no tiene nada que ver con el de Moffat. Al nuevo "capitán" le encanta bromear sobre el aspecto de las mujeres e incluso sobre lo "incomprensibles" que son. No hay más que recordar ese repugnante momento estrella en que el Undécimo Doctor está buscando a Clara en un monasterio, a mitad de la séptima temporada, y hace una broma con un monje al respecto de la naturaleza de las mujeres (cosa incomprensible, porque un alienígena de tantos años como el Doctor no debería tener esa perspectiva tan humana y machista sobre los sexos y el género. Esa perspectiva es de Moffat).

¿Os imagináis la clase de comentarios que habríamos tenido de este estilo de haber sido Steven Moffat quien hubiese escrito a Donna Noble? Me dan escalofríos solo de pensarlo. Y mejor no hablar de las mujeres que aparecen periódicamente con deseos de tener sexo con el Doctor, o que se obsesionan con él en todos los sentidos. Esa fórmula que tan bien le funcionó en "The Girl in the Fireplace" a la larga ha terminado dejando mucho que desear.

3) Por comparar el destornillador sónico con un PENE



¿Por qué Moffat ha tenido que convertir al destornillador sónico en el símbolo de la virilidad del Doctor? ¿Por qué siquiera el Doctor (insisto, un alienígena) tiene que tener virilidad y bromear con estas cosas? Recuerdo una escena del Undécimo con Jenny en la que hacían una coña dando a entender que el destornillador "se empalmaba". Y no, esto no es gracioso, estamos hablando de una serie infantil, las bromas sexuales no son ni han sido nunca necesarias.
Otro día hablaremos de lo pésimamente dirigido que estuvo David Tennant en el Especial por el 50 Aniversario, si os parece.

4) Por no saber escribir compañeras consistentes



Amy Pond era guapísima, maravillosa, valiente, jamás dudaba ni cuestionaba al Doctor... era una "Mary Sue". Tuvo más trabajos que la Barbie y jamás demostró tener una personalidad definida ni una evolución coherente. Moffat quería escribir en Amy a su mujer perfecta, y terminó siendo una completa decepción, una persona inocua y poco profunda, emocionalmente inconsistente, que era diferente según las necesidades de cada episodio.
Con Clara, Moffat ha hecho mejor las cosas, es cierto, pero es evidente que desde el principio la ha tenido también "mareada" yendo de un sitio a otro. Su trama de "la chica imposible" ha sido completamente olvidada. Su historia con Danny Pink en la octava temporada fue relleno descarado y fallido, por no hablar de que no venía a cuento que se centrasen tanto en su novio cuando lo que realmente nos interesa como espectadores es verla viajar por el espacio. Y, en la novena temporada, la despedida de Clara ha sido precipitada y chapucera, con una argumentación psicológica (que Clara se convirtió en una "mini Doctor" suicida) un tanto pobre, que quizá habría sido más interesante de haber sido mejor y más largamente explorada.

Pero, y es un gran "pero", lo cierto es que, 'de facto', Clara ha sido un florero en casi todos los episodios de la novena temporada, limitándose a confiar y a animar al Doctor, que es quien siempre salva el día. Clara y Amy no son tan resolutivas como Rose, Martha y Donna, porque las mujeres de Moffat casi siempre se sientan a esperar que sea el Doctor quien resuelva los problemas. Más que sus ayudantes, son sus animadoras. No hay más que pensar en Osgood, siempre encogida, confiando en que el Doctor venga a salvarla. River Song es el mejor personaje de Moffy, sin duda, pero su obsesión con el Doctor y que absolutamente toda su vida gire en torno a él son ideas que, si te paras a pensarlas, resultan muy perturbadoras. Con Moffat, los hombres son complejos, oscuros y llenos de inquietudes. Las mujeres, sin embargo, simplemente son "perfectas" en apariencia, muy seguras de sí mismas, sin grandes dudas, extremadamente simples.

5) Por obviar casi por completo la etapa de RTD



Esta razón se explica por sí sola. Doctor Who necesitaba un cambio, es cierto, pero el barrido que hizo Moffat en cuanto llegó fue excesivo, desligándose casi por completo de sus personajes e historias pasadas, reduciendo al mínimo las referencias a ellos. La sensación de continuidad de la serie se perdió por completo.

6) Por su obsesión con la muerte (y sus correspondientes resurrecciones)


La muerte es un recurso dramático muy poderoso, pero lo cierto es que con Moffat pierde todo su efecto. En todas las temporadas, la trama ha girado en mayor o menor medida en torno a la muerte de sus personajes (como la del propio Doctor). El pobre Rory Pond ha muerto tantas veces que ha acabado convirtiéndose en una broma del fandom. Todo el mundo ha muerto con Moffat alguna vez. Desafortunadamente, el hecho de que luego reviva a casi todos sus personajes resta toda la emoción a estas "muertes". De antemano, el espectador ya sabe que todo el mundo morirá con Moffat, pero que casi nadie "morirá" de manera definitiva. Ya no resulta creíble. Ademas, aunque no vuelvan físicamente los pocos a quienes mata de verdad (hola, Clara), incluso ellos regresan de algún modo, como Danny Pink y su eteeeeerna despedida.

7) Porque ya dio todo lo que podía dar de sí



Como ya apuntaba al principio del artículo, no todo lo que ha traído Moffat a Doctor Who ha sido malo. Es indudable que Moffat ha escrito algunas historias y tramas realmente espectaculares, mucho más que las de Russell T. Davies. Ha sido, sobre todo durante la quinta temporada, refrescante y necesario. Episodios como "The Girl Who Waited" o el centrado en Van Gogh son auténticas maravillas. Sin embargo, parece estar claro para muchos whovians que ya llegó su momento. Moffat ha aportado a Doctor Who grandes cuentos de terror, excelentes villanos, pero incluso él está cayendo en la reiteración de sus ideas, quemando demasiado a algunos personajes. Los Ángeles Llorones, por ejemplo, han sido tan reciclados que perdieron todo el impacto de aquel estupendo "Blink" en la tercera temporada.
¿Qué opináis vosotros? ¿Moffat debería irse o aún le queda potencial para seguir en Doctor Who? Me encantaría leer vuestras opiniones al respecto. 

PD: Podéis leerme escribiendo sobre esta serie, a mí y a otros compañeros, en Vete a tu Colina, un blog donde hablamos exclusivamente sobre Doctor Who.
PD2: Muchísimas gracias a este blog de Tumblr por aportar gran parte del contenido gráfico tan majo que podéis ver en el artículo. Le doy muchos palos a Moffat, pero siempre desde el cariño. Más o menos.

Isidro López (@Drolope)