Este año hemos ido a Normandía de vacaciones. Ya estamos de vuelta. Allí Quique, mi hijo mediano, puede dar rienda suelta a su afición por la historia de la Segunda Guerra Mundial. Una vez allí, los vestigios que inundan los pueblos y las playas no dejan indiferente a nadie. Todavía se conservan algunos bunker en las playas, y algunos de ellos están musealizados con infinidad de material original de la guerra. Restos de embarcaciones, chatarra o incluso algún casquillo de bala se puede encontrar uno en las playas. Restos del muro, de las defensas anti-tanque y puestos de ametralladoras, estando incluso los cañones originales en cuatro de los puestos destinados a ello.
Este año hemos ido a Normandía de vacaciones. Ya estamos de vuelta. Allí Quique, mi hijo mediano, puede dar rienda suelta a su afición por la historia de la Segunda Guerra Mundial. Una vez allí, los vestigios que inundan los pueblos y las playas no dejan indiferente a nadie. Todavía se conservan algunos bunker en las playas, y algunos de ellos están musealizados con infinidad de material original de la guerra. Restos de embarcaciones, chatarra o incluso algún casquillo de bala se puede encontrar uno en las playas. Restos del muro, de las defensas anti-tanque y puestos de ametralladoras, estando incluso los cañones originales en cuatro de los puestos destinados a ello.