Por Jorge Serradilla, publicado en su blog MENUDOS GENIOS
Ésta es la segunda vez que participa Jorge en este blog con su testimonio, el anterior fue el número 61
Quisiera resumir mi experiencia con mi hijo Jorge, por si puede ser de ayuda a aquellos padres y madres que por primera vez entran en el intrincado mundo de la estimulación. Últimamente son numerosos los padres y madres que contactan conmigo para ver cómo pueden ayudar a sus hijos con algún tipo de alteración neuromotórica: Síndrome de Down, Trastorno del Espectro Autista, Déficit de Atención, disfunción sensorial, niños adoptados, deleciones cromosómicas, Síndrome de Rett, ... al fin y al cabo ... son niños, y como tales, hay que verlos como niños que son, que acaban de nacer o tienen algunos meses, y muchas veces la "dificultad" que trae nos ciega y no nos deja ver a ese niño que necesita de todo nuestro cariño.
Desde mi más humilde opinión, quisiera animar desde estas líneas a todos aquellos que tienen su primer contacto con terapias y métodos de estimulación para sus hijos, que sean cautos con los diagnósticos y pronunciamientos médicos, aunque siempre de la "mano" de estos, pero trabajando desde estas terapias. Siempre digo que conocer estos métodos y terapias, y trabajar desde esta perspectiva, da la tranquilidad de saber que estamos en el camino correcto, que estamos trabajando en la linea adecuada, y que los resultados avalan el trabajo.
Mi hijo Jorge es un encantador niño de seis años con Síndrome de Do
Como todos nosotros, comenzamos con él un poco perdidos y desorientados, pero con gran cantidad de motivación por conseguir lo máximo de él. Tras algo más de 3 años en Atención Temprana (hidroterapia, etc.), veíamos que realmente Jorge no avanzaba correctamente siguiendo un patrón de desarrollo "normal" para un niño con Síndrome de Down. Había algo más, había un techo que no veíamos por debajo de la trisomía. Investigando y leyendo, dimos primeramente con Doman (Vegakids). Tras una primera revisión con Charo y Víctor quedamos un poco desbordados. Tras empezar con Jorge el programa sensorial y motórico, comencé a leer algo sobre Doman. Lo primero que leí fue "Qué hacer por su hijo con lesión cerebral". Comprendí realmente el programa de trabajo, y todo lo que sustenta la reorganización neurofuncional, realmente comprendí el por qué de tantas cosas. Lo vi tan interesante que comencé a leer varios libros de Glenn Doman, siendo uno de los más interesantes "Cómo enseñar a su bebé a ser físicamente excelente". Considero que esta es la base de toda la estimulación que hoy día se practica, se publica o se fundamenta cualquier método.
Jorge avanzaba, pero muy muy lentamente, continuaba lastrando "algo" que dificultaba su
Como todo buen profesional, en esta profesión de padres debemos seguir formándonos, y de este modo, yo llegué a la osteopatía, padovan y tratamientos biomédicos. La osteopatía mejoró la tensión en el lóbulo frontal que Jorge mantenía, consiguiendo distender las meninges, aumentando las relaciones, las frustaciones, etc. De esta terapia me sorprendió uno de sus fundamentos, "la estructura gobierna a la función", todo lo contrario a la filosofía de Doman, quien afirma que "la función determina la estructura" (Lamarck). Una vez más se puede ver como ambas teorías son totalmente ciertas, tanto un cabalgamiento en las sutura de los huesos parietal y frontal pueden provocar síntomas y daños sobre el SNC, como un programa de estimulación provoca mayor número de conexiones sinápticas y un mejor funcionamiento del SNC.
Teresa Feliú me enseñó qué es el Método Padovan, y cómo podía trabajar con Jorge la Reorganización Neurofuncional. Con movimientos de piernas, brazos, hamaca, orofacial, etc. a través de un programa secuenciado, y apoyado en canciones y poemas, se consigue dar pautas del desarrollo lógico neuromotórico del niño.
A día de hoy, tenemos un programa propio de trabajo con Jorge. Días alternos trabajamos con él Doman modificado junto a TMR, y Padovan con algo de Integración Sensorial. Puntualmente hemos hecho hipoterapia (equinoterapia) y delfinoterapia, con resultados muy positivos, especialmente con ésta última.
Es fácil pensar que si vemos problemas en el desarrollo neuromotórico del niño, posiblemente haya ciertas difucultades en su metabolismo, en su modo de alimentarse y procesar la alimentación, no osbtante hay una gran relación entre la disfunción sensorial del SNC y la hipersensibilidad del sistema inmune. Asi pues, empezamos a monitorear cómo estaba Jorge "por dentro", siendo ésta otra pieza del rompecabezas: los tratamientos biomédicos. Su sistema inmune debilitado como consecuencia de infecciones respiratorias recurrentes tratados con antibióticos, intestino permeable con filtración de péptidos actuando como morfinatos, risa borracha (Cándida), episodios de estreñimientos y diarreas, irritabilidad (Clostridium), y un largo etcétera, nos confirmó que habíamos dado con la raíz principal que sustenta a todo el árbol. Mejorando su metabolismo (oligoelementos, intolerancia alimentacia, probióti
Otra gran "pata" que sustenta todo este entramado de calles y callejones interconectados es la terapia conductual. Pienso que es necesario realizar programas conductuales para "educar" en sociedad, e ir minimizando las esterotipias y movimientos autoestimulativos (Lovaas, ABA, etc.).