Nuevas fórmulas para viejas responsabilidades
En medio de los ajustes venideros de plantilla veremos los nuevos comportamientos de quienes lleven la tarea de Comunicación Interna, función en competencia de RR.HH. o de Comunicación, usualmente en el limbo en las empresas medianas, con recursos que tienden a polarizarse ya en una o otra área, ya sea formación ya difusión, pero que se alejan del objetivo de tener una comunicación fluída, limpia de rumores y cuando toca un despido, hacer que la ansiedad se contenga y en lo posible, disminuya.
Sumado al nuevo escenario decretado, un caso peculiar será el que enfrenten las Cajas de ahorro, con estructuras verticales, donde la distancia entre la alta gerencia y los empleados deja mucho espacio para una comunicación eficiente y fluída.
En este caso particular -como en la de todos aquellos donde la figura de la Comunicación Interna necesite elevar su eficacia- será imprescindible dotar a la empresa de un encaje entre la gestión de las comunidades digitales y la gestión de públicos internos.
No quiero imaginar a quien esté solo en un cargo bifronte, por ello creo que lo correcto sería:
- Formar a los mandos intermedios en la gestión de la comunicación interna diaria y en relación con las comunidades digitales
- Generar guías de comportamiento renovadas y honestas, de cara a gestionar correctamente conflictos y críticas mediáticas.
- Dotar al Community Manager de un aceitado layout corporativo para así conocer el estado interno rápidamente y asimismo, poder consolidar y emitir información de acuerdo a las decisiones tomadas (gerencia, direcciones, mandos regionales).
Es un buen momento para hacer las cosas bien.
Lo que dije, escribí, oí, leí y recomendé
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