Sí, todos tenemos nuestra personalidad pero, en ocasiones, la forma de ser de nuestro chico puede llegar a sacarnos de quicio. La armonía entre ambos es algo fundamental para que la relación de pareja prospere y la convivencia sea sana. Te enseñamos 8 cosas que no soportamos de nuestra pareja… Y lo mejor: ¡La solución al problema!
1. No me hace caso.
Se pasa todo el día jugando al maldito ordenador o con cara de idiota frente a la televisión mientras pasan por delante de sus ojos cientos de partidos de deportes que ni siquiera sabías que existían.
SOLUCIÓN: Corta por lo sano. Apaga la tele, enséñale todo lo que se está perdiendo… ¡Seguro que tú sabes cómo hacerlo!
2. No me ayuda absolutamente en nada.
Se cree que eres su madre, que tienes que recogerle la ropa, hacerle la cena y, por supuesto, no sabe qué es una escoba.
SOLUCIÓN: No recojas la ropa, enséñale dónde está la lavadora y explícale que la ropa limpia no nace doblada en los cajones. Repite el mismo proceso con el tema de la escoba. La inanición hará lo propio con su falta de costumbre en la cocina.
3. No soporto algunos de sus hábitos
Fuma en la cama, no presta atención a detalles como dejar abierta la tapa del inodoro o tiene un especial cariño a la horrenda camisa que lleva puesta.
SOLUCIÓN: No cabe otra que ser directa. Hay cosas que han de basarse en el respeto mutuo. Él ha de respetar que te molesten ciertas cosas, y viceversa. Con la camisa bastará con un cariñoso consejo…
4. Siempre quiere hacer planes por su cuenta
Una relación de pareja ha de tener una dosis equilibrada de independencia y complicidad. Es normal que quiera salir con sus amigos o hacer cosas él solo, pero no todas, claro.
SOLUCIÓN: Participa en su ocio con cercanía. Interésate por las cosas que hace sin agobiar. Verás cómo acaba descubriendo que le encanta hacer contigo muchas cosas que hacía solo.
5. No deja libertad.
Es obsesivo. Siempre está preguntándote con quién te escribes, dónde vas o con quién has quedado. Es tan cansino que a veces te sientes encerrada en una burbuja con él.
SOLUCIÓN: Normalmente este comportamiento está provocado por los celos. Mejora tu comunicación con él, hazlo con cariño y verás cómo recuperas su confianza.
6. Sexo aburrido.
Cada vez se está convirtiendo en algo más y más rutinario. Ya no sientes que haya esa pasión fundamental y cuando termináis ni siquiera habláis.
SOLUCIÓN: Habla con él de sexo. Buscad fantasías sexuales comunes y probad todas las posturas que se os ocurran. Verás cómo a veces solo necesita un pequeño cambio de perspectiva para encontrarte de nuevo.
7. No es nada celoso.
Es que parece que a veces soy un mueble más. Le da igual lo que haga o lo que lleves puesto y muchas veces sientes que no eres una de las personas más importantes de su vida.
SOLUCIÓN: A veces hay que sentarse a hablar tranquilamente con él, con seriedad pero sin llegar al nivel del reproche. Así podrás conseguir que te escuche. Y si realmente hay un motivo, replantéate las cosas.
8. Maldita rutina.
Siempre es lo mismo. Todos los días hacéis las mismas cosas sin variación posible. Los fines de semana son una repetición tras otra desde hace meses. Incluso hay momentos en los que ya ni siquiera habláis.
SOLUCIÓN: Contrata un viaje, rompe radicalmente con el día a día y colócale en un espacio que no es el suyo. Comprobarás cómo vuelve a resurgir la chispa con un buen cambio.