Hoy a ti mi canto elevo:Deja que diga amoroso,lo más puro y más hermosoque en mi pecho siempre llevo.
Déjame que, balbuciente,te pida un poco de amor;deja que el triste cantorincline hacia ti su frente.
!Alúmbrame en mi camino, se tu mi norte y mi guía,no me dejes noche y día,endúlzame tu destino¡
!No me dejes olvidado,mírame que voy herido,voy a besar tu cayado…¡
Y si ese beso que diera fuese mi beso postrero…¿Qué importa si por ti muerodesde que al mundo viniera?
Tú ya bien sabes, Pastora, que te di mi corazón…, dame tú a mí la ilusiónde amarte siempre, Señora.
Dame paz, dame alegría,en este mundo traidor…!Dame un poco de tú amorque sin él no viviría¡
Manuel Castellano Fernández, 1947.