Tras 6 días en la Gran Manzana, hay una visita de las imprescindibles que tenemos pendientes. Como subimos al Rocckefeller unos días atrás en el momento del atardecer y noche, decidimos que la subida al Empire State la haríamos a primera hora de la mañana, para así, poder disfrutar desde las alturas de Nueva York en diferentes momentos del día.
Ubicación en Google Maps
Así que, dicho y hecho. La primera visita del día, el Empire State, muy cerca de nuestro hotel (350 5th AV).
Las entradas para subir al mirador se pueden adquirir previamente y luego emplearlas en cualquier momento dentro de los 14 días siguientes. Esto puede ser útil para ahorrar tiempo y evitar las aglomeraciones.
Cuando llegamos, había bastantes personas haciendo cola para subir. El horario para acceder al mirador es de 8 de la mañana a 01:15 de la madrugada la última subida, luego permanece abierto hasta las 02:00. Se sigue un protocolo de seguridad bastante exhaustivo, nada de trípodes, ni el pequeñito (12 cm) de cámara compacta nos dejaron subir.
El día estaba bastante nublado. Subimos en el ascensor bastantes emocionados.
Una vez arriba te sientes casi un pájaro. La ciudad a tus pies en pleno ajetreo matutino, parece casi una maqueta.
En el Empire State tienes vista hacia los diferentes puntos cardinales, una especie de verja o valla se interpone entre nosotros y el vacío. Los edificios se levantan irregulares pero todos altos, y parece que la base es una moqueta amarilla, debido a la cantidad de taxis que circulan por la ciudad.
Con respecto al Empire State, veréis que por las noches se ilumina, pero no siempre lo hace del mismo color. En nuestra visita, nos acompañó por las noches con diferentes tonalidades. Los colores no son aleatorios y, de hecho, mensualmente, se establece un calendario en el que se indica el color del día y el motivo. Lo podéis consultar aquí. Como anécdota, cuando España ganó el mundial de futbol se tiñó de los colores de la bandera de nuestro país.
Con esa subida de adrenalina, aún tenemos más ganas de afrontar el nuevo día. Salimos del Empire, allí como en el zoo, antes de irte del edificio te hacen una foto, con el cartelito encima. El resultado de la misma fue bastante lamentable, así que se la dejamos alli, por si quieren hacer alguna fogatilla con ellas.
Directos al Metro, queremos acercarnos a ver la Catedral de St. John the Divine, el templo más grande del país y, junto con la Catedral Anglicana de Liverpool, se disputa ser la Catedral Anglicana más grande del mundo. Un edificio religioso que no llega nunca a acabarse. Para llegar aquí, hay que ir a la estación de Metro de Cathedral PKWY, que está en Amsterdam Av. Nos adentramos en el Upper West Side.
La verdad que resulta bastante impactante, sus dimensiones llaman la atención y cuando intentas fotografiar sus exteriores te das cuenta que no hay perspectiva posible en la que enmarcar este lugar.
Rodea el templo un jardín bíblico con la fuente de la paz. El interior del templo nos sorprende, muchísimas capillas, todas ellas dedicadas. Destaca una dirigida a todos aquellos cuerpos que colaboraron tras el fatídico atentado del 11-s. Además hay otras 7 capillas que cada una representa a los diferentes grupos étnicos que llegaron de la Isla de Ellis.
Encontramos, además, una exposición dedicada al agua y, más que transmitirnos la experiencia una sensación religiosa, en algunos momentos nos parece una sala de arte moderno, como podéis ver en las imágenes.
Con todo, nos gusta mucho, contribuye a ello un religioso que se acerca para contarnos en español parte de la historia de este lugar. Además, las dimensiones nos cautivan. La iglesia tiene un rosetón que dota de una iluminación característica el interior.
Este edificio queda un poco retirado de otros puntos, pero bastante cerca está la Universidad de Columbia (privada) en 116th St. and Broadway, así que aprovechamos la ocasión para acercarnos y ver el ambiente que se respira en la Universidad más antigua de Nueva York, y la que cuenta con más Premios Nóbeles en su haber.
En la universidad, todo transcurre como en cuaquiera. Muchas gente joven que sale y entra, que se sienta en los alrededores, un quiosco que ofrece picnics a los visitantes. El recinto lo conforman las diferentes facultades sitas en edificios robustos y ocupando un total de 6 manzanas. Un complejo impresionante.
Desde aquí, volvemos a coger el transporte público para dirigirnos a Union Square ¿Por qué allí? Porque los lunes, miercoles, viernes y sábados se celebra el Greenmarket. Así que, como estamos a miércoles, pensamos que es una buena opción.
Ésto es una especie de mercado al aire libre en el que se ofertan productos de agricultores, principalmente, como frutas y verduras. Con no, muy buen tino, llegamos tarde y Union Square está muy animado, lleno de gente, de barullo y movimiento, pero no queda rastro del Greenmarket.
Aprovechamos la ocasión para visitar alguna de las tiendas que rodean la plaza, algun outlet y otros comercios e ir finalizando el día.
Al día siguiente, la lluvia marcaría nuestro destino…
¿Tienes planes hoy?