1. Atrevernos con cosas nuevas
En invierno solemos ser más clásicos y cautos con los estilismos que llevamos, pero en verano nos soltamos más la melena y casi todo está permitido. Podemos desde teñirnos el pelo de un color pastel a atrevernos a ponernos unas lentillas baratas de colores. Yo he de confesar que en mi juventud las llevé azules y me quedaban geniales. Si es que tendría que haber nacido con los ojos claros! 2. Dejarnos seducir por el sol
El sol es una maravilla, además de recargarnos la vitamina D, tan importante en nuestra salud para fijar el calcio a los huesos - hay en países como Inglaterra que la tienen que recetar para que no tengas problemas a largo plazo - nos aclara el pelo y nos da ese tono doradito en la piel que tanto favorece. Eso sí, siempre que salgamos a la calle, hay que ponerse protección solar, incluso en invierno, para evitar problemas en la piel. Si sois jóvenes no veréis que os afecte, pero como me acuerdo yo de lo que me decía mi madre de la piel tiene memoria. Ahora es ponerme al sol y se me reactivan las pecas y algunas manchas muy feas, y me acuerdo de las locuras de juventud con el aceite Johnson, que inconsciencia!
3. Vestidos y más vestidos
Si hay algo que me encanta del verano es la ropa. No hay que combinar 120 prendas para no parecer la loca de los gatos, como pasa en invierno con la chaqueta, el abrigo, el bolso, la bufanda... un rollo. Ahora con combinar una camiseta y unos shorts o recurrir al maravilloso vestido lo tenemos hecho. Yo con los vestidos me vuelvo bastante loca, es mi prenda veraniega por excelencia, te pones una cosa y hala, a la calle, y además hay diseños tan bonitos!
4. Maquillaje suave con detalles de color
En verano al estar morenitas ya no hace falta que nos echemos un kilo de maquillaje y polvos de sol, nos ahorramos bastante trabajo. Con maquillar un poco los ojos, echarnos colorete y pintarnos los labios lo tenemos hecho. Una buena idea es recurrir a colores vivos para los labios, a mi los rosas para el verano me encantan, los suelo usar bastante, aunque tampoco podemos dar de lado a los rojos, en esta época me gustan más los que tiran a coral. También podemos usar estos colores para las uñas. En invierno no me las suelo pintar, pero en verano si que me hago más a menudo pies y manos. Las sandalias lucen mucho más! 5. Complementos
Como he dicho antes, en invierno ya bastante tenemos que ponernos, como para cargarnos de complementos, pero en verano al ir tan ligeras de ropa, es genial poder jugar con los complementos. Yo jamás salgo sin gafas de sol y algún collar. También me encantan los sombreros, son mi perdición, pero me da algo de vergüenza salir con ellos, a ver si algún día termino de quitármela.
6. Ejercicio
Yo soy lo peor en esto, me tiro el año dándole duro, pero llega mayo y en el peor momento, flojeo !y de qué manera! Pero con el calor se hace muy difícil mantener una rutina, realmente admiro mucho a la gente que lo consigue. La solución es adaptar nuestros horarios para hacer ejercicios a las horas de menos calor y aprovechar lo que tenemos a mano para movernos un poco. Salir por las noches a dar un paseo largo, hacer unos largos en la piscina, luchar con las olas en el mar o dar un gran paseo por la orilla o andar mucho mucho haciendo turismo, son buenas soluciones para mantenernos activas durante estos meses.
7. Comidas fresquitas y sanas
El verano también nos facilita el momento cocinar, no hace falta hacer grandes guisos para comer de manera sana y rica: Gazpachos, bien sea el original o de sandía o cerezas, sopa de melón, ensalada de pasta o arroz, mucha fruta y batidos, infusiones con hielos. Hay mil opciones y casi todas de lo más sano. 8. Peinados diferentes
En invierno no salimos de llevar el pelo suelo o una coleta, pero el verano es el momento perfecto para innovar. Dejarnos el pelo secar al aire, hacernos trenzas o moños, rizarlo, ponernos pañuelos o diademas... Da mucho más juego, me diréis que no.
¿Qué es lo que más os gusta del verano? ¿Cuál es vuestro truco veraniego favorito?