Editorial Anagrama ~ 9788433961297
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En octubre de 1949, Helene Hanff, una joven escritora desconocida, envía una carta desde Nueva York a Marks & Co., la librería situada en el 84 de Charing Cross Road, en Londres. Apasionada, maniática, extravagante y muchas veces sin un duro, la señorita Hanff le reclama al librero Frank Doel volúmenes poco menos que inencontrables que apaciguarán su insaciable sed de descubrimientos. Veinte años más tarde, continúan escribiéndose, y la familiaridad se ha convertido en una intimidad casi amorosa. Esta correspondencia excéntrica y llena de encanto es una pequeña joya que evoca, con infinita delicadeza, el lugar que ocupan en nuestra vida los libros... y las librerías.
Querida Helene
Ya había escuchado varias veces hablar de este libro. Y como hago caso a recomendaciones de gente que sigo, logré conseguir este libro en esta bonita edición limitada de Anagrama. Como dije, escuché cosas buenas de este libro y tenían razón.
Helene Haff era una escritora estadounidense que vivía en Nueva York a base de trabajos pequeños, escribiendo guiones de televisión. Supervivía como podía pero nunca dejó de amar los libros y de aprender con ellos. Esas ganas de conocer la llevaron a escribir a la librería Marks & Co. ubicada en el 84, Charing Cross Road de Londres, esperando que ellos le consiguieran libros raros y descatalogados. En 1949 ella inició la correspondencia con la librería, que la llevó a ir construyendo una amistad con el librero inglés Frank Doel, quien respondía a sus pedidos, y con todos los miembros que trabajan en ella. Estas cartas y las respuestas se prolongarían por más de veinte años.
No suelo leer novelas u obras en formato epistolar, pero esta sin duda vale mucho la pena. Sobre todo porque son cartas escritas y recopiladas por tantos años, sin saber que un día serían un libro y que tendría tanto éxito. Helene y su librero Frank establecen una complicidad y confianza con los años de escribirse. Ella al principio enviándole los dólares en el sobre para pagar sus libros para luego enviarles comida que les hacía falta por el racionamiento de la posguerra. Frank al principio muy respetuoso para luego conseguirle los libros que Helene necesitaba y buscándolos para ella.
No podría considerarla una novela propiamente porque sale de la experiencia real de los corresponsales y sus vidas a través de las cartas. A pesar que la librería ya no existe y Helene Hanff falleció en 1997 (se sintió abrumada por tener tanto éxito a base de sus cartas y no sus obras literarias como tal), existe una placa donde estuvo la librería y otra en la casa donde vivió Helene, para recordar el legado de la obra que dio a conocer estos dos lugares.
Sin duda lo recomiendo porque es una obra breve pero muy amigable sobre el mundo de los lectores y los libreros, y sobre todo sobre la vida en general y la amistad. Que sin duda vale la pena que saliera a la luz esta colección de cartas. Me ha gustado mucho.