9 maneras de motivarte a trabajar cuando eres freelance

Por Deseo Beauty Ximena De La Serna @DeseoHair

Motivación para bloggers y freelancers

Si eres de las mías, tienes tu propio negocio y/o eres freelance y quizás lleves ya un tiempo o acabes de empezar, pero una de las cosas que nos une a todas nosotras bloggers, emprendedoras y freelancers de la vida es que recae al 100% en nosotras la motivación y el tener que dar cuentas de lo que hemos hecho. Quieres una fórmula para ponerte las pilas y ser súper eficiente desde que te levantas y yo te la voy a dar.

Y OJO, antes de seguir, importante tener en cuenta: hoy vamos a hablar de 9  métodos para ponerte en el “modo trabajo” nada más te levantes por la mañana y seas más productiva sin perder tiempo pensando en lo que tienes que hacer. Si tu problema es que te levantas por las mañanas y odias el sólo hecho de tener que trabajar y no te motiva nada lo que haces y lo único que logra es aburrirte, ponerte de mal humor o hacerte desear que llegue la hora de terminar, entonces es que AÚN TIENES QUE ENCONTRAR TU VOCACIÓN. Recuerda amiga que hacer un trabajo por hacerlo o sólo por sobrevivir económicamente no es vida ni es felicidad ni te va a llevar a cumplir tus sueños. ‘Claro, Ximena, pero hay que comer'; claro amiga, pero todo es empezar, encontrar tu pasión y poquito a poco cambiar uno por el otro, ¡yo misma lo he hecho!

De acuerdo, entonces, cómo soy más productiva si además tengo otro trabajo, familia, ocio…

Volvemos a donde estábamos. Entonces, nos acabamos de levantar, tenemos muchas ganas de ponernos a hacer nuestro trabajo, ese que hemos agendado a la perfección en nuestro planner del día, nos sentamos a la mesa con el café en la mano y, cuando menos lo esperas, han pasado dos horas y media y tú sigues PENSANDO en lo que tienes que hacer.

STOP


Reprogramando tu cerebro. Pero antes de empezar, guapura, vamos a twittearle al mundo que lo vamos a lograr para dar fe de que vas a hacerlo (haz clic en la cajita de abajo para twittear la frase):


1. Cerebro, mira, estoy trabajando

Si desayunas por la mañana lava los platos nada más terminar. Si no, busca la manera de arreglar la cocina, hacer la cama y poner orden. Básicamente le estás diciendo a tu cerebro que es hora de trabajar. Te parecerá una tontería, pero de verdad pruébalo, no pierdes nada y estás tratando de encontrar una rutina de eficiencia que te funcione. HAZLO.

2. Oídos, ¡levantad al cerebro!

Mientras haces el paso 1, ponte música que te ponga de muy buen humor y que te haga trabajar y moverte. La salsa es la clave para mi, aunque a veces no sé si sea muy recomendable porque termino bailando por la casa y no me quiero sentar a trabajar. Aunque, pensándolo bien eso me lleva al paso 3 y me hace matar dos pájaros de un tiro:

3. Corazón, es hora de oxigenar el cerebro

Lo de ‘corazón’ va para tu órgano vital, pero (ji,ji) también va para ti, ¡amiga! Bromas a parte, tu cerebro lleva 7 o más horas dormido y necesita oxígeno. Es hora de moverte. Baila, da saltos (me parece que es Tim Ferris quien tiene una mini cama elástica en su oficina para saltar cada vez que se queda bloqueado – nota mental: tengo que comprarme una -) sal a caminar rápido o, si eres una super mujer, ve al gimnasio media horita (y con esto te convertirías en mi heroína número 1 y quiero tu autógrafo!) La sangre lleva oxígeno y nutrientes al cerebro para que esté listo para trabajar; sentarse al escritorio medio dormida no te va a llevar a ninguna parte. Si te va el yoga, aquí tienes mi rutina matutina para hacerla conmigo y si te va la marcha aquí tienes mi rutina de 7 minutos.

4. Vamos allá, cerebro, este es tu campo de lucha

Preséntale a tu cerebro el sitio donde va a pasar las siguientes horas del día, pero además pónselo bonito. Al hemisferio izquierdo le gustan las cosas ordenadas y ahora mismo es al hemisferio al que tienes que consetir para que te deje ponerte a trabajar y deje paso a la creatividad del hemisferio derecho al que tiene siempre reprimdo. Tómate esto como un ejercicio de ‘domar a la fiera’ para que deje libre al corderito (el hemisferio derecho, el creativo). Lo que quiero decir es: ordena tu escritorio antes de empezar.

5. Hey (inserta tu nombre) esta será tu recompensa!

Apela a todos los sentidos aquí: siéntate y VISUALIZA el final. No sólo pienses en hacerlo, HAZLO POR DIOS, que te veo! Cuando estaba en la universidad haciendo mi especialización en redacción de guión, lo primero que nos dijo la profesora de guión literario fue: ‘No empieces a escribir hasta que no sepas el final con todo lujo de detalles’. Lo mismo se aplica aquí. Si empiezas a trabajar sin saber a dónde quieres llegar empezarás a divagar y a checar twitter cada 20 minutos. ¿Quieres un helado de triple bola mientras paseas antes de que cierren la heladería de la esquina? Amiga, tienes que tener todo terminado antes de las 8.

6. Ok, hemisferio izquierdo, es hora de trabajar

De nuevo nuestro hemisferio izquierdo: ponle un reto. Las personas más productivas del mundo trabajan en ciclos de 90 minutos seguidos y 10 de descanso. Trabajar a contrarreloj es ‘súperestimulante’ y te va a poner las pilas para empezar en 3, 2, 1 ¡YA!

7. Ejercita la culpa

El paso 7 es: ejercitar la culpa. ¡¿¿¿QUÉ???! ¿¿Yo recomendando que te sientas culpable cuando siempre te estoy repitiendo que dejes de hacerlo? Bueno amiga, pues esta sea seguramente la única vez que me vas a ver abogar a favor de ella (lección: no todo lo malo es malo para todo) Quiero que te sientas culpable de estar desaprovechando tu tiempo (ese que está corriendo en cuenta atrás acercándote o alejándote de tu helado) cada vez que te pongas a mirar facebook, twitter o instagram. A NO SER que esté dentro de tu agenda del día para promover tu negocio y lo estés haciendo en ese momento (tampoco soy TAN mala) ;D

8. Mantente alerta

Y para eso nada como un vaso de agua fría o un té verde. Amiga, somos agua en nuestra mayoría y deshidratada no se puede trabajar! Ahora está súper de moda eso del ‘infused water’ que es como la versión ‘light’ de los green smoothies en la que se echan frutas y hojas en agua para que destilen y den sabor al agua (y lo mejor es comérselas al final). Además hay unas botellas preciosas ahora como estas para hacerlo y que hacen nuestro escritorio se vea, eso, ‘divino mientras nos retamos’. Eso sí, no te pases con el agua, sobre todo sin comer algo salado entre medias. Abusar del agua puede dejar a tu cuerpo sin minerales y sin sal y esa es la responsable de que se produzcan las señales eléctricas en tu cerebro como Dios manda. Igual que no todo lo malo es malo todo el tiempo, no todo lo bueno es bueno en toda cantidad.

9. Aplica, lava y repite

Se trata de crear una rutina. Puede que estas 9 cosas sean demasiado para ti y/o que haya una o dos que te funcionan tan bien que no te hace falta más, pero, hey, primero tendrás que descubrirlo ¿no? Y para eso necesitas hacerlo así que, guapura, una semanita al menos y luego me cuentas.