9 razones para ir en bicicleta al trabajo

Por Anad

Según el Barómetro de la Bicicleta en España publicado en 2017, 19 millones de españoles y españolas de entre 12 y 79 años, usan con frecuencia la bicicleta y casi una cuarta parte lo hacen semanalmente. El número de usuarios y usuarias de la bici ha crecido en 3,5 millones desde 2009 y el impulso de políticas públicas de fomento de la bicicleta cuenta con un amplio apoyo popular.

En las grandes ciudades, destaca la utilización más frecuente e intensiva de la misma para desplazamientos cotidianos (54,2%), entre los que se encuentra ir al trabajo o al lugar de estudios, aunque sus principales usos siguen siendo pasear y hacer deporte. En este sentido, la bicicleta ha substituido desplazamientos en vehículos a motor, como motos y coches, e, incluso, a pie.

Según el estudio de la OCU, en España, las ciudades más valorados por los usuarios y usuarias de bicicleta por las condiciones que ofrecen para el uso de este medio de transporte son Sevilla, San Sebastián, Vitoria y Valencia. No obstante, seis de cada diez residentes afirma que vive en un municipio con vías acondicionadas para circular en bicicleta, especialmente en aquellas ciudades de más de 100 mil habitantes.

9 razones para ir en bicicleta al trabajo

Los beneficios de ir en bicicleta al trabajo son numerosos, pero hemos querido destacar 9 de ellos para que, si aún no lo has intentado, te decidas a darle una oportunidad a este medio de transporte saludable, ecológico y económico:

1. Diversión

Ir en bicicleta es divertido, fácil y sencillo. Muchas personas recuerdan con nostalgia este episodio de su infancia, el momento en que aprendieron a dominar este vehículo, las primeras caídas y los paseos despreocupados por las calles en las que crecieron, deseando poder hacerlo de nuevo. ¡Usar la bicicleta para ir al trabajo te permitirá recuperar esa sensación!

Y si no tuviste la oportunidad de vivir esa experiencia en tu niñez, ¡piensa que nunca es tarde si la dicha es buena! Una vez que aprendas, no querrás bajarte de la bici y, aunque la dejes aparcada una temporada, nunca más se te olvidará cómo conducirla.

2. Deporte

Usar la bicicleta es bueno para la salud. Aunque las calorías exactas que se pierden varían según la persona, la velocidad o la topografía, ir en bicicleta quema, en media, tantas calorías como hacer jogging, con considerablemente menos impacto en las articulaciones.

Ir en bicicleta mejora el sistema cardiovascular y el esfuerzo aeróbico, disminuye la presión arterial, aumenta la energía, construye músculo y ayuda a mejorar la coordinación. ¡Incorporar los beneficios de usar la bicicleta en tu día a día podría ahorrarte la ida al gimnasio!

3. Felicidad

Nadie disfruta de estar dentro del coche en medio del tráfico o de conducir en una ciudad congestionada. Ir en bicicleta al trabajo puede aumentar tu estado de satisfacción al evitar este tipo de situaciones de estrés diario, pudiéndolo considerar una forma de escape y terapia contra el sofoco de la ciudad.

Además, varios estudios afirman que hacer deporte diariamente puede aliviar síntomas de depresión, ayudar con patologías del sueño a quienes sufren insomnio y reducir la ansiedad o el estrés. Además, hacer ejercicio al aire libre, tanto en ambientes rurales como urbanos, aumenta la autoconfianza y el bienestar general

4. Inteligencia

El ejercicio físico ayuda a prevenir el declinio cognitivo, mejorando las capacidades de memoria y aprendizaje y, en general, la actuación del cerebro.  

5. Dinero

Tal vez este sea el beneficio más inmediato: ir en bicicleta al trabajo diariamente te ayuda a ahorrar dinero. Si sueles ir en coche al trabajo, sabrás bien los gastos que supone mensualmente en combustible, manutención, seguro, reparaciones o aparcamiento. Si acostumbras usar los transportes públicos, tendrás los gastos de la recarga mensual.

Aunque la bicicleta también necesitará de algún mantenimiento o arreglo esporádico, el valor no tiene comparación y lo notarás en tu cuenta rápidamente.

6. Aire fresco

¡Para ti y para los demás! De acuerdo con el estudio de Eurostat, en 2015 España estaba por encima de la media de la Unión Europea en relación a la cantidad de emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Ir en bicicleta no sólo ahorra en energía, considerando que según la Federazione Italiana Amici della Bicicletta consume 50 veces menos energía que un coche, como protege el medio ambiente reduciendo los niveles de contaminación atmosférica y acústica.

7. Comodidad

Uno de los prejuicios más comúnmente asociados a ir en bicicleta al trabajo es el hecho de no ser cómodo. Pero, ¿no será más cómodo que estar buscando un lugar donde aparcar el coche durante 20 minutos todas las mañanas o que pasar horas en medio del tráfico?

Cuando vas en bicicleta al trabajo, encontrar aparcamiento es tan fácil como localizar la acera más próxima, poner el candado y seguir con tu vida. Los y las ciclistas no sufren con los embotellamientos del tráfico o con los retrasos e imprevistos del transporte público, teniendo la bicicleta como un medio de transporte rápido para el día a día en las ciudades.

Además, hoy día existen mochilas pensadas para llevar todo el material que necesites para trabajar, incluyendo el almuerzo, paraguas y otros complementos para que sea más fácil pedalear hasta el trabajo, así como muchos lugares de trabajo ya cuentan con zonas para el estacionamiento de bicicletas

8. Seguridad

Cuantas más personas usen la bicicleta en una determinada ciudad, más seguras estarán, ya que el número de accidentes disminuye. De hecho, el comportamiento de los conductores y conductoras de automóviles cambia y comienzan a incluir más prácticas de conducción seguras cuando el número de ciclistas y peatones aumenta.

9. Libertad

Para la mayoría de niños y niñas, en el momento en que consiguen ir en bicicleta sin ruedas auxiliares experimentan una gran libertad. Más tarde, en la adolescencia, es el coche o la moto lo que les permitirá volver a experimentar esa sensación. Pero después de conocer las desventajas de estos transportes, y contar las horas perdidas en el tráfico o en busca de aparcamiento, lo acabarán viendo como un prisión.

Por eso, para recuperar la sensación de libertad y hacer un mejor uso del tiempo, muchas personas adultas vuelven a subirse a la bicicleta y a darle a los pedales. De hecho, según el Barómetro de la Bicicleta en España la edad media de los usuarios y usuarias se sitúa en los 40,2 años, dos años más que en la anterior oleada.