Portada de Leather Maiden,
Autor Joe R. Lansdale
La semana pasada compartí con ustedes en este editorial cosas que se deberían saber sobre las portadas delos libros, pero el tema es tan extenso y se ha tratado tan poco, que he vuelto hoy sobre ello. Y posiblemente las próximas semanas seguiré con este mundo de las portadas.
Reglas básicas para el diseño de portadas:
- Vender. No debemos perder de vista el principal objetivo que tiene una portada de un libro: VENDER. Que llame la atención sobre el resto.
- Lee el libro. Jamás comiences a realizar o planificar el diseño de una portada sin terminar de leer el libro y escuchar la voz del autor o de sus personajes.
- Léelo completo y con atención. La portada puede estar al principio o al final de la lectura del libro. Lee con mucha atención, pues igual está en un simple detalle.
- Escucha la opinión del autor. Te puede dar alguna directriz. Si no te convence, o no te encuentras cómodo con lo que te propone, toma las riendas.
- La inspiración. Normalmente te la da la lectura del libro y su título, pero la podemos encontrar en muchos lugares. Existen muchas influencias externas: mercadillos, visitar librerías, adaptar y versionar viejas portadas, en galerías de arte, viendo imágenes en internet... cada uno debe de buscar su detonante.
- Formato. Huye de las medidas estandar y normalizadas. No puede haber un formato más feo y menos profesional que el archiconocido DINA5 para un libro (21 x 14,8 cm). Particularmente me gusta diseñar los libros con unas medidas de 23 x 15 cm, o similares.
The Opposite House , de Helen Oyeyemi.
Rompe con lo establecido,
edificios boca abajo
- Las reglas están para romperlas. A lo largo de los años he escuchado muchas cosas, como que las portadas verdes no venden, que incluir corazones y besos románticos en las portadas te limitan a cierto tipo de lectores, etc. Rompe con todo lo establecido. Coloca la portada en la contraportada. Diseña la portada con las letras boca abajo, etc. Se trata de que nuestra portada destaque sobre el resto y que la reconozcan sobre los millones de libros existentes.
- Ahorra y ahorra. No utilices demasiados tipos de fuentes (letras), ni complejas. Utiliza las más frecuentes y legibles. Yo suelo utilizar Futura, Gamoral, Baskerville, etc. La tipología de la fuentes no debe desentonar con el conjunto de la portada. Aquí en la sencillez está el secreto.
- Organiza el tiempo. Lo que más te hace poner en funcionamiento tus neuronas es tener una fecha de entrega. El estrés es un gran detonante de ideas. Me sucede que cada vez que tengo tiempo de sobra las ideas no aparecen. Vienen a visitarme cuando el tiempo me ahoga y me tengo que poner al cien por cien sobre el diseño de la portada.
¿Tienes alguna regla más que quieras compartir?
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Hasta el próximo domingo, que volveré sobre este poco documentado tema de las portadas de los libros.
Artículo: Francisco Concepción
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