1. Begur y sus calas: Aiguablava, Aiguafreda y Sa Tuna En otras ocasiones había estado en Aiguablava, pero lo malo de ir en agosto es que hay muchísima gente. En esta ocasión decidimos ir a Sa Tuna e ir andando por el camino de ronda hasta la siguiente con un acceso menos fácil donde estuvimos genial. Aguas cristalinas, barcos anclados y mucho pino, un paisaje espectacular.
2. Peratallada Era un pueblo inédito para mi ya que en otras ocasiones no lo había visitado. Quizás tiene mucha más fama Pals, pero a mi Peratallada me cautivó, es pequeñito, laberíntico, con rincones de una belleza espectacular y un ambiente genial: Terracitas en las plazas, tiendas de artesanía y Cal Tuset y sus tremendas magdalenas.
3. Cadaqués Es el pueblo por excelencia, sitio favorito de Dalí, donde encontraba inspiración y calma. Sus casas blancas que miran al mar son conocidas mundialmente, y es que es uno de esos sitios a los que hay que ir al menos una vez en la vida.
4. Calella de Palafrugell Calella es un pueblo de pescadores con callejuelas empedradas y llenas de buganvillas. Aquí vinimos a cenar y la verdad es que tiene un encanto especial por la noche. Os recomiendo tomaros un helado de L'Enxaneta que están riquísimos.
5. El cabo de Creus Lo idóneo es ver el atardecer desde el faro, desde Cadaqués sale una carretera y en 20 minutos aproximadamente se llega. Las tonalidades del cielo en contraste con el mar crean un paisaje impresionante. Es el punto mas oriental de la península y como dato curioso sus piedras, que inspiraron a Salvador Dalí para crear su famoso cuadro El gran masturbador
6. Girona De primeras puede parecer un destino poco llamativo si se visita la zona, pero es una ciudad con muchísimo encanto y con uno de los núcleos judíos mejor conservados de España. Calles estrechas y casas coloridas son su seña de identidad.
7. Tossa de Mar Es un pueblo de postal, mar, castillo y calles empedradas, aunque a decir verdad lo más bonito de Tossa es su hijo pródigo, Velencoso -por desgracia no le vimos-
8. Caminos de ronda: Cala Estreta y Remendon Merece la pena andar por estos caminos que bordean la costa y disfrutar de las magníficas vistas, aguas turquesas, pinares y acantilados. Descendiendo se puede llegar a varias calas que al ser el acceso más difícil te aseguras sitios mucho más tranquilos y casi paradisíacos. A nosotros se nos nubló el día y no pudimos disfrutar plenamente del paisaje, no nos queda otra que volver!
9. Pals No os podéis perder este pueblo medieval de calles empedradas, balcones con flores y arcos en sus callejuelas. Si os pilla por allí la hora de la comida o de la cena tenéis que ir a Can Padrés, allí tomamos uno de los mejores pollos asados que he comido en mi vida.
Todas las fotos están hechas por mi, excepto las de Calella, que como fuimos ya de noche no salió nada decente.
¿Conocéis la zona? ¿Qué sitio os gustó mas?