Brad Anderson ha venido demostrando grandes recursos a la hora de montar una proyección, algo que hemos visto en el oscurísimo thriller psicológico The Machinist, por citar un ejemplo. En esta oportunidad, la historia nos sumerge en el mundo de los operadores telefónicos del 911, quienes atienden a diario numerosas llamadas que pueden ir desde una simple broma hasta el más cruel y traumático asesinato. En la piel de una experimentada empleada de dicho departamento encontramos a Halle Berry (de gran interpretación), quien a raíz de un error provoca una consecuencia terminal en la vida de una jovencita. A partir de allí, todo se reduce a la persecución desenfrenada y exhaustiva de un asesino serial de adolescentes rubias. La película tiene un ritmo ultra dinámico, con una adrenalina tan al extremo que por momentos resulta inaguantable para el pulso del espectador. Los efectos de sonido y la musicalización resultan envolventes y se fusionan de forma notable con el transcurso de los acontecimientos, generando una tensión ascendente que parece no encontrar nunca un techo. Y éste es el factor predominante en 911 Llamada mortal, la construcción de una atmósfera repleta de suspenso y nerviosismo a cada momento, dejando al público en vilo sin oportunidad de hacer parate alguno que le permita desatender lo que sugieren las imágenes.
LO MEJOR: suspenso, tensión, nerviosismo, angustia, adrenalina, ritmo. Musicalización, dirección. Impecable visualmente. LO PEOR: pequeños detalles de incoherencia. PUNTAJE: 9