A 12 Años del Paro Petrolero: Batalla para la Historia.

Publicado el 06 diciembre 2014 por Jmartoranoster
Por Dámaso R. Reyes O. El Paro Petrolero de diciembre 2002, no fue una acción aislada, fue una más de una serie de acciones planificadas en el tiempo, para derrocar al Presidente Hugo Chávez. Abraham Lincoln, refiriéndose a la Historia, expreso: “La historia no es historia a menos que sea la verdad.”. Fidel Castro a dicho: “Condenadme, no importa. La historia me absolverá.” Lo que a continuación escribo, es una muy pequeña parte de mis vivencias en la División de Petróleos de Venezuela Occidente – como trabajador de PDVSA y como parte del Pueblo – antes, durante y después del Paro Petrolero. Es mi Verdad, enmarcada en mis Valores y Principios. Empiezo por decir que para llegar a decretar el Paro Petrolero de diciembre de 2002, la burguesía venezolana residente en el País y la burguesía venezolana con raíces en el imperio norteamericano, fueron quemando cartuchos, como los que menciono a continuación: El 19 de noviembre de 2001, la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) convocó un paro patronal por 24 horas para el lunes 10 de diciembre de 2001. Este llamado a paro contó con el apoyo de la dirigencia de la Central de Trabajadores de Venezuela (CTV). El día 10 de diciembre – a la hora de almuerzo – en compañía de mi supervisor, recorrimos las principales avenidas de la Ciudad de Maracaibo y pudimos apreciar cómo aproximadamente el 20% del comercio había acatado el llamado a paro. ¿Qué argumento tenía el ente empresarial para llamar a un Paro Cívico Nacional? Camaradas, entre el 9 y 13 de noviembre de 2001, el Presidente Hugo Chávez promulgo un conjunto de 49 instrumentos legales vía Habilitante, que representaron un impulso en la construcción de un modelo económico con mayor equidad y justicia social. Unas de esas leyes eran: Ley Orgánica de Hidrocarburos, por medio de la cual se elevaban las regalías que debían pagar las transnacionales al Estado Venezolano y se recuperaba el control de PDVSA. Esta Ley le permitía al Gobierno Revolucionario, revocar los Convenios Operativos firmados por el Gobierno del Dr. Rafael Caldera, los cuales constituyeron el mejor negocio para las trasnacionales del petróleo y que fue conocido por el pueblo como la Apertura Petrolera. Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, que combatía el latifundio, permitía el rescate de tierras ociosas en aras de incrementar la producción agrícola y fomentaba la inclusión de campesinos en el aparato productivo nacional. En conclusión fijar las bases para la Soberanía Alimentaria.
Ley de Pesca, que eliminaba la pesca de arrastre, en un área de seis millas marinas, desde la costa, beneficiando de esta forma a los pescadores artesanales. Las acciones emprendidas hasta el momento por el gobierno bolivariano, representaban para los empresarios, dueños de comercios y para la burguesía agraria, la pérdida de sus privilegios de clase dominante: dueñas de las tierras y de la renta proveniente de la riqueza petrolera. Como trabajador de PDVSA, entendí el paro del 10 de diciembre como una acción por parte del poder económico y de la derecha opositora al gobierno; de activar el “termómetro” para medir la participación y tener una cuantificación como base del siguiente paso, que era ir a un Paro Patronal Nacional Indefinido. A partir del 11 de diciembre, se desato – dentro de PDVSA – una demarcación por parte de los supervisores y trabajadores opositores al gobierno de Hugo Chávez, en contra de los que defendíamos las políticas del gobierno. Se intensificó una divulgación de mensajes, a través del correo electrónico de PDVSA, cuyo objetivo era general opiniones desfavorable en contra del gobierno bolivariano. Por ejemplo: Se nos decía que los trabajadores que no apoyamos el paro del 10 de diciembre, éramos desleales a los valores de PDVSA.
En reuniones de trabajo se nos quería hacer creer, que el gobierno intentaba politizar la empresa y acabar con la meritocracia, o ascenso por méritos. El 9 de abril de 2002 se convoca a un segundo paro patronal, el cual fue apoyado por los empleados de la nómina mayor de PDVSA, rechazando la Junta Directiva que el Gobierno había designado para la industria. El 11 de abril de 2002, mientras continuaba el paro, líderes de la oposición decidieron desviar la marcha que tenían prevista originalmente desde Parque del Este a PDVSA-Chuao, para el Palacio Presidencial de Miraflores, provocando un enfrentamiento entre el pueblo chavista que se encontraban en el lugar, y alentando el golpe de estado, que derrocó al Presidente Hugo Chávez por dos días. Desde el 11 hasta el 13 de abril, los trabajadores y trabajadores de PDVSA – identificados como chavistas – vivimos momentos difíciles de acoso, se nos señalaba como traidores. Sin embargo, gracias a la resistencia heroica del Pueblo Bolivariano/Chavista y el apoyo de las Fuerzas Armadas Constitucionalistas, se emprendieron acciones de calle cívico-militar contra el breve dictador empresarial (Carmona Estanga); que llevaron a que el 13 de abril el Presidente Chávez retomara el timón de los destinos de Venezuela, como lo había decidido el Pueblo Venezolano en las elecciones de diciembre 1998. A pesar que Chávez aceptó iniciar conversaciones con la oposición, de que se establecieron mesas de diálogo entre ambas partes con la mediación de la Organización de los Estados Americanos, semanas después se reiniciaron las protestas opositoras. Después del 13 de abril, los que en PDVSA División Occidente ejercíamos cargos de supervisión y estábamos identificados con el gobierno del Presidente Chávez, se nos comenzó a neutralizar rotándonos de cargo y enviándonos a cursos fuera de la división a la cual pertenecíamos. Esas acciones las entendí como una forma de debilitar nuestro liderazgo sobre la clase trabajadora de PDVSA, que de una u otra forma nos seguía. A pesar de que Chávez seguía siendo el Presidente y la Junta Directiva de PDVSA era nombrada por el Gobierno, la sensación que personalmente sentía era que mis días en PDVSA estaban contados. A finales de octubre y comienzos de noviembre 2002, la organización opositora en PDVSA era tal, que se nombraron los delegados por piso en todos los edificios sedes de PDVSA. Estos delegados viajaban a Caracas donde recibían instrucciones que luego divulgaban en reuniones entre los trabajadores que apoyaban su causa. Por supuesto, nunca fui invitado. Sin embargo, a pesar de entender que no teníamos mayoría en PDVSA, sabía que en el Pueblo sí; y ese motor nos impulsaba a seguir adelante. El 27 de noviembre de 2002, ante la impotencia de saber que teníamos en puerta el nuevo paro, donde la Industria Petrolera era la principal protagonista y de que los trabajadores y trabajadoras de Conciencia Bolivariana, no podíamos neutralizar la ofensiva – con la intención de fortalecer mi espíritu de lucha – decido escribirle una nota al Dr. Alí Rodríguez Araque Presidente de PDVSA, vía correo electrónico, para expresarle mi solidaridad con la causa del Gobierno Bolivariano de Hugo Chávez, cito: “Desde mi humilde posición, reciba usted el saludo de un trabajador convencido de que la única manera de contribuir a que nuestro país se encause por el camino del bienestar social, es cumplir con la RESPONSABILIDAD de trabajar, cuando nuevamente se convoca de manera irresponsable a un paro general el próximo 02-12-2002 y se pretende que PDVSA tenga participación activa en el mismo. Tenga usted mi respecto y total apoyo a su gestión en estos momento tan difíciles por los cuales pasa la primera industrial de país. En el poco tiempo que lleva como Presidente de PDVSA; a demostrado ser un Líder con responsabilidad social y cargado de tolerancia; por ello confío en que usted y quienes le acompañan buscaran la salida ante este nuevo conflicto”. El lunes 2 de diciembre de 2002, de materializa la acción: FEDECAMARA y la CTV llaman a un paro de 24 horas, dando inicio al plan que era derrocar al Presidente Constitucional Hugo Chávez. Hasta el jueves 5 de diciembre de 2002, En PDVSA Occidente se habían materializado acciones operacionales – de manera estratégicas por parte de los golpistas – que traerían como consecuencia la paralización de la producción, Por ejemplo: manejo y tratamiento inadecuado de los crudos (se dejo de inyectar demulsificantes en los oleoductos que lo requerían, en los patios de almacenamiento de crudo no se realizaba el drenaje adecuado, etc.). Todas estas acciones buscaban ir agotando la capacidad de almacenamiento en los patios de tanques y así justificar el cierre de producción a nivel de pozos. Durante el día jueves 5 de diciembre, recibo una llamada invitándome a una reunión – a efectuarse en la noche de ese día – en un conocido Hotel de la parte Sur de la Ciudad de Maracaibo y se me informa que a la misma solo estaban invitados los trabajadores y trabajadoras de PDVSA, comprometidos con la lucha por el rescate de PDVSA y con la Revolución Bolivariana. La reunión fue dirigida por el Ing. Félix Rodríguez (El Gallito) – enviado con instrucciones del Presidente Chávez y Alí Rodríguez – quien nos explico el Plan que nos llevaría al rescate y posterior puesta en operación de PDVSA Occidente. De todas las cosas que nos hablo el Ing. Rodríguez, hay algo que nunca olvidare; y fue cuando nos comunico que lo que estaba en juego era La Paz de la Patria, era La República, era La Revolución Bolivariana y que cualquier sacrifico se justificaba; y en lo personal nos informo que su Papá se encontraba muy enfermo en el Oriente del País, sin embargo, el llamado de la Patria era primero y por eso estaba con nosotros. Lamentablemente su Papá murió – si mal no recuerdo – en enero 2003, con lo que quedo demostrado su compromiso con la Patria. El 5 de diciembre, ocurre otro hecho importante, la tripulación del Buque Petrolero Pilín León se declaró en rebeldía y fondeó el mismo en el canal de navegación del Lago de Maracaibo. Esta acción la siguieron 13 tanqueros de PDV Marina que transportaban el petróleo y sus derivados desde los Patios de Almacenamiento de Crudo a las refinerías o desde éstas hacia los puntos de distribución o hacia otros países (11 Buques Internacionales). Ante estas acciones de la alta dirección de PDVSA, el Presidente Chávez anunció la militarización de industria petrolera, lo cual fue rechazado por los golpistas dentro de PDVSA, a sabiendas que de acuerdo a las Leyes Venezolana, la custodia de la Industria Petrolera era responsabilidad de las Fuerzas Armadas Venezolanas ( FANB). Entre el 10 y 12 de diciembre de 2002, en PDVSA se efectuaron Asambleas de trabajadores en las diferentes regiones, donde los Delegados que habían nombrado y trabajadores opositores al gobierno, decidían radicalizar el paro hasta que Chávez renunciara y llamara a elecciones. Si la memoria no me falla, en Occidente (Maracaibo), se realizo el 10 de diciembre en el Auditorio de un conocido Hotel de la Ciudad. Estas acciones tomadas por PDVSA tuvieron una repuesta del Imperio Norteamericano, como fue que la Casa Blanca, pidió por escrito al Gobierno Venezolano, una salida electoral. Mientras tanto, en el Zulia y en todos las Principales Ciudades del País, se presentaban largas colas de vehículos en las estaciones de gasolina, los Buques continuaban fondeados en lugares estratégicos, como el caso del Pilín León. Comenzaban a escasear los alimentos, el gas domestico, se amenazaba con paralizar bombeo de agua potable por posible falta de cloro, etc. Entre el 15 y 21 de diciembre de 2002, las acciones del Gobierno Revolucionario del Presidente Chávez, en conjunto con el Pueblo, Trabajadores y trabajadoras de PDVSA y Fuerzas Armadas, alcanzan objetivo de control importante que dieron inicio al conteo reversible del Paro Petrolero. Por ejemplo: el 15 de diciembre el G/D Alberto José Gutiérrez, al mando de 30 soldados de la Patria, logra abordar el Buque Pilín León y el sábado 21 de diciembre el Gobierno Revolucionario alcanza movilizar el Buque con su nuevo nombre: Negra Matea. Con esta Victoria se inicia la recuperación firme de PDVSA División Occidente, con los trabajadores y trabajadoras comprometidos con la Revolución Bolivariana. Y el 2 de Febrero de 2003, se anuncia la finalización del Paro Patronal-Petrolero, dejando perdidas a la Patria mayores a los 15.000 Millones de Dólares. Año 2014, cuando se cumplen 12 años de ese Oscuro Diciembre, como Venezolano, como Bolivariano, como Chavista, como Jubilado Petrolero, le doy Gracias a Dios y a Jesús Nazareno de haberme dado la oportunidad de contribuir a la recuperación y puesta en operación de la Industria Petrolera y de contribuir al fortalecimiento de la Revolución Bolivariana, cuyo parto fue posible al liderazgo del Comandante Supremo y Eterno Hugo Rafael Chávez Frías, cuando junto a otros Comandantes, se alzo en Rebelión Militar el 04 de febrero de 1992. Igualmente, dejo para la reflexión un mensaje escrito por el Presidente de PDVSA, Dr. Alí Rodríguez Araque, durante esos momento difíciles vividos en el País y PDVSA, y que fue divulgado por el portal de la industria, cito:”Es justamente en momentos difíciles como éstos cuando se muestra de qué están hechas las personas. Y ustedes, sin duda alguna, están hechos de responsabilidad, sensatez, coraje, respeto y amor hacia nuestra industria petrolera”. Casigua59@gmail.com