A 62 años de “La Historia me absolverá”: trascendencia de un alegato patriótico.

Publicado el 16 octubre 2015 por Liober @GLiober

Con las palabras: ¡Condenadme, no importa, la historia me absolverá!, cerró Fidel Castro su autodefensa el 16 de octubre de 1953, por la participación y liderazgo en el ataque a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo.

En la sala de estudios de la Escuela de Enfermeras del Hospital Civil Saturnino Lora, de la ciudad santiaguera, tuvo lugar el juicio de la Causa 37, de gran trascendencia histórica.


Para aislar al joven abogado del pueblo, la tiranía escogió ese pequeño local, ignorando la doctrina de José Martí, autor intelectual del asalto a las fortalezas, cuando dijo: "Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército".

Días antes, el 21 de septiembre, Fidel había comparecido en la primera vista del proceso junto al resto de los asaltantes, en el Palacio de Justicia, pero resultó apartado del grupo para ser juzgado por separado en un procedimiento penal amañado.

Llegado el día y ante un reducido número de personas, se convirtió de acusado en acusador de los crímenes cometidos contra sus compañeros de lucha y la situación de miseria y de terror en que estaba sumido el país.

Los principales problemas sociales y económicos a los cuales hizo alusión fueron el de la tierra, la industrialización, vivienda, desempleo, la educación y la salud del pueblo.

Testigo presencial del juicio resultó la santiaguera Pilar Seisdedos, quien hoy a sus 86 años considera ese momento uno de los más importantes de su vida, al figurar entre los pocos presentes y estar muy cerca al joven moncadista.

En el Colegio de Abogados de Santiago de Cuba por intermedio de su decano, al que le unía una buena amistad, conoció que el 16 de octubre en la sala de enfermeras juzgarían a Fidel.

Con su toga de graduada apareció en el lugar, porque pensó que le serviría como medio de identificación y facilitaría la entrada, más no resultó así y recibió la negativa de soldados y oficiales de la dictadura.

Finalmente los convenció con el argumento de tomar experiencias dada su juventud, 24 años, y solo uno de graduada de la Universidad de Oriente en la carrera de Derecho.

Mucho le impresionó a Pilar la firmeza y serenidad con que su colega de profesión denunció todos los males de la sociedad.

Conocida la autodefensa como La Historia me Absolverá, es considerado por los estudiosos el documento jurídico-político de mayor trascendencia en el siglo XX.

La Revolución convirtió el antiguo Hospital Civil Saturnino Lora en un museo, que resguarda con celo el pequeño local donde se desarrolló el juicio a Fidel, hace 62 años.

Tomado de Sierra Maestra.