¡A comer! Una vez más ha llegado el momento de sentarse a comer y una vez más tu hijo se niega a hacerlo. No hay cosa que desespere más a madres y padres que batallar una vez tras otra con ese niño mal comedor que se niega a probar nada que no sea pasta, pizza, chocolate o yogures. Pero no todo es cuestión de falta de apetito o de gustos refinados, alguna cosa tenemos que ver nosotros, los padres, que sin querer o buscando lo mejor para nuestros hijos comentemos algunos de los siguientes errores. Quizás no los cometemos todos pero alguno se nos cuela de vez en cuando. Ánimo, no todo dura mil años.
¡A comer! Los 10 errores más comunes de mamá y papá.
Estos son los 10 errores más comunes de mamá y papá cuando llega el momento de llamarles ¡A comer!
- Convertir la comida en un premio o en un castigo. No hay nada peor para que un niño aprenda a comer de todo que castigarle con un plato de lentejas o premiarle con un helado. Y si seguimos leyendo y reflexionando sobre cómo nos comportamos nosotros, los padres, veremos cómo en más de una y de dos ocasiones habremos utilizado la comida como un premio. A decir verdad, todos lo hacemos, pero cuando esto se convierte en la tónica habitual hemos perdido la batalla. La comida debe tener su momento, su hora y su lugar. No debemos convertirlo en un premio por una buena conducta. Si lo pensamos bien, es probable que en alguna ocasión hayamos condicionado el postre favorito de nuestro hijo. Sí, es esa frase tan típica de “si te comes la verdura podrás comer helado”. Con esta frase estamos lanzando el siguiente mensaje ” las verduras son tan malas que mamá o papá deben premiarte para que te las comas …”
- Presionar a nuestro hijo para que pruebe un determinado alimento. Es mejor animarle para que lo pruebe, pero si se niega y lo rechaza no insistir.
- Ofrecer demasiados tentempiés justo antes de las comidas. Los tentempiés forman parte de una alimentación infantil correcta y saludable, pero hay que tener mucho cuidado en cuántas damos a nuestros hijos durante el día y qué tipo de tentempiés damos. Ofrecer demasiados o ofrecerlos en una hora cercana a las comidas influye directamente en el apetito, por lo que nos podemos encontrar que cuando le pongamos el plato en la mesa ya no tenga hambre. Y el tipo de tentempiés debería incluir fruta o verdura (trozos de zanahoria, manzana, plátano, …) y evitar el pan y la bollería.
- Preparar platos visualmente aburridos. Las verduras sencillamente hervidas y colocadas de cualquier manera sobre un plato son, reconozcámoslo, poco atractivas y no incitan a consumirlas. A veces debemos procurar aderezarlas y colocarlas con un poco de gracia para que nuestros pequeños se animen a probarlas.
- Ceder a sus caprichos o, dicho de otro modo, cambiar un plato por otro, por ejemplo si no quiere comer verduras le preparamos unas patatas fritas. Error de los gordos …
- Preocuparnos en exceso por la cantidad de comida que ingiere, en este caso por lo poco que come. Pretender que dejen siempre el plato limpio, que se lo coman todo. Si quieres ver el plato limpio, sirve porciones más pequeñas y respeta siempre la decisión de tu hijo de no comer más.
- Amenazar. Sí, las amenazas tipo no hay postre si no comes las verduras.
- Castigar. Por ejemplo, hasta que no termines no te levantas de la mesa. La pregunta es obligada ¿Cuántas veces se ha quedado tu hijo sentado en la mesa del comedor escolar hasta las 15.00h?¿Qué ganamos castigando a un niño mal comedor con este tipo de castigos? ¿Es útil el castigo? ¿Va a comer mejor la próxima vez? Creo que con las respuestas que hemos dado no hace falta seguir preguntando ni seguir castigando por no comer.
- Gritar. Ya lo hemos dicho en centenares de ocasiones, gritar no sirve para nada y está claro que no ayuda a los niños a comer mejor.
- Chantajear. Otro clásico, si hoy te lo comes todo de postres te puedes comer un helado.
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