A contrarreloj

Publicado el 19 diciembre 2011 por Carmentxu

El Banco de España felicita así la Navidad este año

Escribo ya contrarreloj en esta mañana heladora de diciembre antes de que me pille Rajoy con su discurso de investidura. Hasta ahora, el querido líder ha pedido fe, una opción de vida sólo apta para que la pidan los muy carismáticos a aquellos que creen sin ver, que actúan a ciegas siguiendo los argumentos de la nada. No ha sido el caso de los mercados, que son los únicos que parecen saber hacia dónde van y han continuado con el castigo, ajenos al cambio. Pero a ciegas le votaron 10,5 millones de personas (quiero creer que la gran mayoría fueron personas y no los votos de un robot automatizado que votaba por correo desde Bruselas o Berlín). Y, siendo personas, no tardarán en rectificar en cuanto el lobo muestre sus fauces. Si la estrategia ganadora ha sido meter el miedo en el cuerpo a base de silencios que otorgan a las voces cantantes de Merkozy y demás mercados, y a los lobbies bien articulados de la banca y de los empresarios, el querido líder ya tiene ganada buena parte de la partida. Porque nada hay peor que el miedo a no se sabe bien qué o la incertidumbre que marca nuestros actos y nuestros silencios también. Los comerciantes ya prevén estas navidades un descenso del 17% en el consumo, pero eso es sólo el síntoma, la anécdota, la punta de ese gran iceberg en que se han convertido estos miedos que paralizan los músculos. Ni el calentamiento global, eso sí que es real y debería aterrorizarnos, puede deshacerlo para que recuperemos la capacidad de movimiento. Quizá habrá que esperar a la primavera para que se deshielen las mentes, aunque quizá también sea ya demasiado tarde.