Podríamos enumerar fácilmente una buena cantidad de títulos, quien más quien menos, ilustres, históricos, que segregan alcohol por los cuatro costados y que resultan tan profundos y oscuros como lo puede llegar a ser el propio barril de bourbon. Desde "Bajo el volcán" a "Días de vino y rosas" o "Días sin huella" pasando por la mal envejecida "Leaving Las Vegas", "Trees Lounge" de Steve Buscemi, el "Factótum" de Bukowski o más recientemente, la excepcional "Redención (Tyrannosaur)" de Paddy Considine o el "Smashed" con el 'Breaking Bad', Adam Paul, que fue presentado en el último Sundance. Un ejemplo más de esta alcohólica aunque gozosa terna, la encontramos en "A Corazón Abierto".
Es decir, una nueva apuesta por sumir al espectador en tres universos de alto contenido emocional: la pasión amorosa, la cirugía de corazón y la adicción al alcohol: una mezcla explosiva que provoca todos los deslices humanos en una película protagonizada por Juliette Binoche y Edgar Ramírez, y que este mismo miércoles se ha estrenado en Francia. Cineuropa nos lo cuenta.
¿De qué va?
Un quirófano, un intercambio de miradas tras las mascarillas entre Mila (Binoche) y Javier (Ramírez): todo el equipo le espera y él vuelve tras beber discretamente un trago de alcohol en la sala de al lado. Comenzada la operación a corazón abierto, todo se para. Acto seguido llega la sanción: le expulsan del quirófano y sus perspectivas se reducen a consultas y a la enseñanza, sin posibilidad de seguir ejercerciendo debido a su reputación (y a un dosier que escriben contra él).
Mila, que es también cirujana, ama apasionadamente a Javier, comparte su embriaguez (sin caer en la adicción), sus momentos de locura (paseos nocturnos clandestinos en parques y zoo), su pasión por la velocidad en la moto y por el humor. Lo intentará todo para impedir que se hunda, pero no podrá dar la cara por él en la clínica durante mucho tiempo ("abre los ojos, tu marido es alcohólico y eso siempre acaba mal").
¿Quién está detrás?
"A coeur ouvert" es el resultado de la adaptación que Marion Lainé (significa su segunda obra después de "A Simple Heart") y Anne Le Ny han hecho de la novela Remontando el Orinoco, de Matthias Enard.
¿Quién sale?
Juliette Binoche y Edgar Ramírez (que llenó las salas con "Carlos", de Olivier Assayas) nos brindan dos excelentes interpretaciones bañadas en alcohol.
¿Qué es?
Un nuevo romance bañado en alcohol
¿Qué ofrece?
Las actuaciones de Binoche y Ramirez consiguen vencer el carácter inevitablemente excesivo de muchas secuencias de enorme carga emocional y el montaje a base de elipsis y de saltos temporales que otorga dinamismo el relato, haciendo que los espectadores compartan unas vivencias en las que esperanza y sufrimiento luchan por hacerse con el dominio en la pantalla. La credibilidad de las escenas de operaciones y del mundo médico en general (mención especial a Hippolyte Girardot) ofrece también un segundo plano interesante a este salto sin paracaídas hacia los sentimientos sometidos a la prueba del caos. Un descenso a los infiernos sin concesiones que, sin embargo, termina con un desenlace realista y onírico que da pie al debate.