¡A crear y Crear!

Por Elisa Gómez Fernández
Esta semana ya podemos salir un poco más, pero lo más importante es que ha bajado el índice de nuevos infectados por este maldito virus. Espero que las salidas se hagan siguiendo todas las indicaciones dadas, lo mejor posible y sin bajar la guardia pues aún no lo hemos vencido totalmente. 
Yo sigo con mis tareas diarias, sólo he añadido una buena caminata a primera hora de la mañana con mi marido. Da gusto poder salir y disfrutar del aire limpio y fresco que ahora respiramos, o así me lo parece. Tantas actividades he programado en este cofinamiento que no me ha dado tiempo a aburrirme. Que si cocinar, que si limpieza general en la casa, cuidar de nuestros "niños" de cuatro patas, deporte por las tardes con mis hijas (nos hemos aficionado a practicar zumba, batuka....), ver películas pendientes, costura, manualidades, blog...
Un sin fin de cosas que ha hecho la situación más llevadera. Pero lo que más me ha entretenido ha sido dar nueva vida a los retales de telas que tenía en casa. A lo largo de estas semanas os he enseñado muchas labores y hoy vengo con otras. He procurado reciclar  y aprovechar lo que tenía en casa, comprar en los días de cuarentena es muy difícil a no ser que se realicen "on line". Cada vez estoy más convencida que hay mil cosas que pueden reutilizarse antes de llegar a la basura. Esta es la idea que quiero transmitir, por eso las comparto en este pequeño espacio, con la ilusión de que a alguien pueda servir de inspiración.
¿Me dais permiso para empezar? ¡Muchísimas gracias a todos!

Este bolso está confeccionado con con un resto de tela de las cortinas del dormitorio de una de mis hijas. Quizás la recordéis pues también sirvió para forrar la pantalla de una lámpara. 
El interior está forrado con una camisa blanca que mi marido no utiliza pero sigue en perfecto estado.

Se me ocurrió poner esta mosquita como adorno, para que disfrutara entre tantas florecillas. ¡ Ja, ja, ja! 

Con estos restos de tela hice esta bolsa reversible. 



Encontré, entre mis abalorios de bisutería, estas estrellitas de mar procedentes de unos antiguos pendientes de una de mis hijas a los que les faltaban los ganchitos para colgar. Me pareció que cosidas a la bolsa, darían el aire marinero que a mí tanto me gusta.
  Por último, estas telas también las recordaréis de otros trabajos, pero en diferentes cofecciones no parecen las mismas. ¿No os parece? 

 La concha que lo adorna fue la hebilla de un antiguo cinturón algo pasado de moda, ahora tiene nueva vida. 

Me gustó el interior más colorido y, ni que decir tiene,  que también es otro retal. La cadena del bolso es reciclada de otro con la piel deteriorada por el uso. La guardé pues estaba completamente nueva. Me ha venido genial.

No sé si mi amiga Marisa G. tendrá sitio para guardar tantas cositas en su proyecto 1+/-100, desperdicio 0. Espero que sí, pues ella siempre hace hueco para todas las aportaciones que tantas amigas comparten. Cada vez somos más las que reciclamos, tanto en la cocina como en otras tareas, es importante hacerlo.