Sentado en una canoa en medio del lago o paseando por el bosque (elogio de los beneficios para el paseante, shinrin yoku en japonés), libre de obligaciones, observa, medita, reflexiona, curiosea la fauna y la flora, disfruta del placer de una vida sencilla que transcurre al ritmo de la naturaleza. Guarda hojas secas en las páginas de un libro. Visita las comunidades indígenas, aprende sus costumbres, aprende su idioma, aprende a orientarse, aprende a pescar y a recolectar hierbas medicinales; los indios le enseñan a reconocer el canto de los pájaros. Aprende que aunque no se posea nada uno siempre es dueño de sí mismo, que cada uno es libre de emprender su propio camino y que por encima de la ley están los seres humanos. Despojado de prejuicios, de retrogradismos, de ideas preconcebidas que impiden evolucionar al individuo, critica la sociedad capitalista, difunde el abolicionismo, colabora con los movimientos antiesclavistas ayudando a los esclavos a escapar, rechaza la guerra, desafía al estado (es arrestado por negarse a pagar impuestos, considera un deber y un honor ir a la cárcel por no querer colaborar con un gobierno que considera injusto) y desobedece a todo aquello que no respeta los principios morales universales.
Naturalista, ecologista, objetor de conciencia, pacifista, antimilitarista, voz de los derechos civiles, libertario, vegetariano, escritor, filósofo, poeta, etc. Este comic biográfico es una muy buena senda de entrada a la vida de un personaje universal y moderno. Sus páginas respiran aire puro.