Revista Educación

¿a dónde quiere llevar a su hijo, al fúrbol o al fútbol?

Por Mónica Soldevila @mosolvi

Creo que todos los que estamos en el fútbol y sentimos esta fascinación por él, todos queremos ganar, pero estamos obligados a defender el fútbol, mimarlo y a trasladar la mejor ética y mejor conducta personal.

Vicente del Bosque

futbolmail

 - Natxo Soler -
Profesor de secundaria.
Entrenador de fútbol.

Antes de empezar, me gustaría centrar la atención en los aspectos clave en que se basa el artículo, y para ello vean el siguiente enlace:

Pues sí, los ejes en que voy a basar mis argumentos para ofrecerles algo más de información sobre en qué escuela de fútbol pueden inscribir a sus hijos, son el niño y el fútbol, pero además la sonrisa y la felicidad, ya que diversión, aprendizaje y fútbol son conceptos que siempre deben ir unidos.

Las actividades extraescolares son importantes en los niños. Como dice la palabra, se trata de actividades que no están incluidas dentro del currículum escolar. En el colegio se cumplen las necesidades educativas básicas para formar parte de una sociedad, es por ello que fuera del colegio pueden ampliar esta formación eligiendo lo que más les guste o interese a los niños/as. Dentro de las actividades extraescolares podemos distinguir dos grandes grupos: actividades en las que predomina el intelecto y actividades en las que predomina la motricidad. Pienso que éstas segundas son más enriquecedoras ya que llevan implícita la relación cuerpo/mente. Entre éstas también podemos diferenciar muchas como la música o aquellas relacionadas con el arte… pero mis preferidas son las actividades físico-deportivas, porque además de tener contenidos de todos los ámbitos, físico, cognitivo, afectivo y social, se trata de actividades relacionadas con la salud. El niño, al moverse, al expresar sus intenciones a través de la motricidad, mejora su salud y se adapta mejor a los cambios físicos de la maduración y crecimiento. Es por ello que numerosos estudios lo avalan. Por tanto, este tipo de actividades son las que mayor beneficio aportan a los niños. Además es importante complementar la jornada de los niños con este tipo de actividades, ya que las horas lectivas dedicadas a la motricidad en los colegios son insuficientes para adquirir hábitos saludables.

Por todo esto, les recomiendo que sus hijos realicen actividades físico-deportivas, pero ¿por qué fútbol? Comparando el fútbol con otros deportes, la realidad es que el fútbol tiene muchas connotaciones negativas; entrenadores enfocados al rendimiento, insultos al árbitro, fomento del sentido de la trampa… por ejemplo; cuando un jugador simula un penalti y engaña al árbitro es felicitado por sus compañeros y el público, mientras que en el tenis o en la pelota valenciana está muy mal visto. Todo esto es fruto de la visión que le dan los medios de comunicación a lo que está sucediendo en el fútbol de élite, por ejemplo la rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona estos últimos años, liderados por un entrenador polémico, Mourinho. Los niños copian estos modelos y los mayores reproducen en sus hijos lo que les gustaría ser, es decir entrenar en esos niveles de rendimiento sin tener en cuenta el desarrollo evolutivo de los niños/as. Por suerte, no todo el fútbol es así, ni todos los dirigentes, entrenadores, jugadores de fútbol son así; existen muchas más cosas positivas que negativas. El fútbol es el deporte rey, el que más licencias tiene en España con muchísima diferencia. Por ello, en este deporte encontramos de todo, cosas buenas y malas, y esto también reforzará a los niños porque sabrán diferenciarlas, siempre que sean bien guiados por un buen docente/entrenador.

El juego no es un privilegio, sino un derecho fundamental de los niños, acreditado en la convención sobre los derechos del niño. Es un lenguaje universal de millones de personas en todo el mundo, incluidos niños, niñas y adolescentes, independientemente de dónde sean, el idioma que hablen, o la religión que profesen. En el juego del fútbol, el denominador común es el balón, con el cual los niños juegan en cualquier sitio. El fútbol es un deporte muy completo, implica el desarrollo de todas las capacidades físicas, es el deporte donde mayores habilidades sociales se pueden adquirir por la multitud de gente y diversidad de niños que abarca, y con ello el desarrollo de educar en valores como la honestidad, el compañerismo, el respeto o la coeducación, ya que actualmente están permitidos los equipos mixtos hasta la categoría de infantiles, 13-14 años. Por otro lado, el fútbol es pasión, mueve masas, identifica unos colores… incluso hay quien se atreve a decir que es una religión… En definitiva, se trata del deporte por excelencia en España y es capaz de unir a un país entero.

Con esta visión del fútbol les recomiendo a los padres/madres que inscriban a sus hijos, pero siempre teniendo en cuenta unos criterios objetivos, ya que como he dicho antes, se podrán encontrar con escuelas de fútbol de diferentes estilos.

Una escuela de fútbol es simplemente, eso, una escuela donde los niños/as van a aprender el juego del fútbol. Equivocadamente muchos dirigentes/entrenadores dicen que es donde se crean los futuros jugadores del primer equipo. Creo que no debe ser esa la finalidad, ya que el 90% de los jugadores no llegan al primer equipo. Considero que es secundario llegar a la élite. He escuchado muchas veces en los campos de fútbol: “a ver si  mi hijo me saca de la ruina y gana mucho dinero en el fútbol”, y ponen presión en cada partido a los niños. Considero que el entrenador debe enseñar a los niños dependiendo del nivel y edad que tengan, independientemente de los resultados. Cada fin de semana existen competiciones y para muchos éstas son el único objetivo de los entrenamientos. El objetivo de una escuela de fútbol siempre debe ser formar, educar y enseñar a jugar a fútbol, nunca ganar.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es a partir de qué edad apuntar a los niños/as a las escuelas de fútbol. Existe mucha controversia a la hora de poner una edad concreta de inicio de juego al fútbol. Según Rafa Benítez, mientras que unos autores dicen que desde la infancia, otros afirman que desde los 10 años. Hay que matizar que ambas teorías, si se leen detenidamente, vemos que difieren por un problema conceptual, porque las que hablan de la iniciación al fútbol en la infancia, dicen que deben ser orientaciones generales, mientras que las teorías que hablan de comenzar a los 10 años hacen referencia al deporte tal cual. En el prólogo de la edición española del libro Deporte desde la infancia” del autor Liselott Diem, José María Cagigal cita: “El hombre será en definitiva lo que haya sido en su infancia”. Cagigal hace referencia a que el niño hasta los 10 años se adapta al movimiento antes que a unas acciones técnicas específicas de un deporte.

Lo que viene a decir Cagigal es que se puede jugar a fútbol desde edades tempranas, 5-6 años pero siempre priorizando la motricidad, sin importar la esencia de las habilidades específicas del deporte concreto. Pues ahí viene la cuestión, el coordinador de la escuela no debe limitarse a pedir a sus entrenadores que hagan sólo juegos de coordinación. Tiene que ser una persona coherente y formada, para poder iniciar a su hijo en un deporte. Para ello, infórmese en la dirección deportiva de cada escuela de fútbol.

Una vez aclarada la edad de inicio en una escuela de fútbol, el siguiente aspecto, muy importante a tener en cuenta es saber de qué modelo de escuela de fútbol se trata. Existen dos grandes  modelos de escuelas de fútbol y ésto va a depender, principalmente, de la dirección deportiva que se dé en una u otra; las enfocadas en ganar y las que buscan formar al jugador/a. Voy a exponer brevemente algunas de sus características.

MODELO COMPETITIVO:

*Buscar por todos los medios la victoria de sus equipos a corto plazo.

*Se suele seleccionar a jugadores que están acelerados en sus capacidades físicas.

*El fútbol es antidemocrático.

*Pocas intenciones para construir el juego.

*El responsable es un entrenador/técnico que instruye con el fin de ganar el partido y el campeonato.

*El jugador debe obedecer al técnico que manda o instruye desde la línea lateral.

*En busca de la victoria se educa a ser desleal, hacer trampas, ser deshonesto, engañar a los contrarios y al árbitro. Los fines justifican los medios.

*Prematura especialización en una determinada demarcación.

MODELO FORMATIVO:

*Buscar, a pesar de la posibilidad de perder partidos, una óptima formación gradual e integral del jugador con objetivos a más largo plazo.

*El buen comportamiento fuera y dentro del campo es uno de los criterios para la selección así como la voluntad de esforzarse.

*Todos tienen los mismos derechos para jugar independiente de su físico y capacidad.

*Se educa en la deportividad, en la honestidad, en respetar el reglamento y ser leal en la confrontación con los adversarios.

*Todos reciben varias oportunidades de experimentar en la competición varios puestos en el equipo. Juegan todos, independientemente de su calidad.

*Se adapta la competición en cada fase de la evolución del niño a sus capacidades físicas e intelectuales.

*Se busca respetar la naturaleza y se mejoran las capacidades condicionales y coordinativas con una gran variedad de juegos.

Es evidente que la escuela de fútbol que deben buscar para sus hijos es la del modelo formativo,  mi experiencia me dice que, sean de un tipo u otro, depende completamente de la gente que la dirige, porque ésta contrata a sus entrenadores y marca las directrices a seguir en todos los aspectos, sobre todo en los metodológicos y en los disciplinarios.

Desgraciadamente en La Safor (comarca de la Comunidad Valenciana) estamos sufriendo actualmente muchas escuelas de modelo competitivo, por ejemplo escuelas que padecen lo que Miguel Angel Picornell llama efecto “flautista de Hamelin” que es que un entrenador cambia de club por motivos de rendimiento (quiere ganar a toda costa y no le dejan en su club) y se lleva detrás al grupo de niños que ha entrenado. Lo peor es que los niños, a través de sus padres, van detrás en busca de encontrar la promesa de la victoria, independientemente de la formación que reciban. Otro ejemplo en la misma comarca; se pueden observar varios clubs que comparten las mismas instalaciones municipales y entre ellos en la puerta del campo se convencen para que cambien de club, prometiendo ganar o tener un chándal nuevo, a pesar de no tener al día las nominas de los entrenadores. Otro ejemplo de modelos de rendimiento serían las emergentes “centros de tecnificación” que son escuelas paralelas a los clubs que entrenan específicamente la técnica a los niños, sin tener en cuenta la edad biológica ni aspectos tácticos integrados, simplemente vendiendo que serán mejores futbolistas y por supuesto hacer caja.

Todas estas acciones y muchas más son las que deben detectar y rechazar por completo a no ser que quieran llevar a sus hijos al “FÚRBOL”. Ustedes que son los responsables de la educación de sus hijos deben exigir que la escuela de fútbol a la que pertenezcan sea de modelo formativo, que realmente jueguen a “FÚTBOL”, que es lo que verdaderamente debe ser, FÚTBOL y no FÚRBOL como lo llaman algunos responsables de escuelas de fútbol.

Les voy a poner un ejemplo de una escuela de “FÚTBOL” digna de admiración. Cuando cursé el carnet de entrenador coincidí con Fermín Rodríguez, comentarista deportivo de varios medios de comunicación, y me contó como gestionaba la escuela de fútbol que dirigía. Se trata del CLUB ATLÉTICO LA AMISTAD de Valencia, en el que salta a la vista que priman los aspectos de crear unos niños con valores y que tengan una visión del fútbol diferente a la de “solo vale ganar”. Aunque evidentemente en los partidos intentaban ganar, pero cuando no lo hacían gestionaban la derrota como debe ser, ya que en esta vida seremos derrotados muchas veces y tenemos que seguir. Todo ello, evidentemente a través de un grupo de formadores/entrenadores validos y formados para tal fin. Otro aspecto que me llamó mucho la atención es que tenían un convenio con un centro de niños autistas, y cada 2 semanas entrenaban junto con los diferentes equipos, fomentando en los jugadores del club la tolerancia y respeto a todos por igual. También hacen varias iniciativas como jornada solidaria de recogida de alimentos para los más necesitados, donde participaron jugadores como Marcos Senna, ex del Villarreal CF. También la escuela dispone de una aula de estudio, donde los alumnos pueden hacer los deberes con el apoyo de una maestra antes o después del entrenamiento, ya que habían percibido que después de entrenar y de la ducha, cuando llegaban a casa los niños tenían pereza de hacer los deberes o estudiar. Pues esto es, en definitiva una escuela de valores a través del fútbol. El fútbol es un medio para crear personas responsables y educadas, les invito a visitar la escuela porque merece la pena. Es difícil encontrar escuelas de fútbol de ese tipo, pero al menos que intenten llevar a cabo la esencia del At. La Amistad, escuela de “FÚTBOL”.

Con lo visto hasta ahora, ya pueden tener una idea de donde llevar a sus hijos a jugar a fútbol, pero dentro de estos aspectos generales podemos valorar otros no menos importantes;

Los entrenadores: Es importante conocer si en la escuela cuentan con planes de entrenamiento apropiados para la edad y tener referencias de la calidad y capacidad de los entrenadores. Es fundamental para hacer una buena elección conocer si los entrenadores están verdaderamente capacitados para guiar al niño, ya que sin la preparación adecuada, los menores corren el riesgo de no aprender e incluso pueden perder el gusto por este deporte.

Un aspecto a valorar debe ser la titulación de los mismos; existen desde la federación las titulaciones de enseñanzas deportivas con estos grados; monitor, entrenador Nivel 1, nivel 2 y nivel 3, en función de la categoría que se trate. Por otro lado, desde la administración educativa; los titulados en TAFAD ciclo formativo de educación física, diplomados en EF y los licenciados en EF, todas ellas titulaciones más que válidas para formar futbolistas. Además de ellos, y este requisito lo cumplen muy pocos clubs y bajo mi punto de vista es fundamental; los directores deportivos de las escuelas de fútbol deben ser o bien entrenadores nivel 3 o bien licenciados en educación física para poder guiar a todo el colectivo, aunque por desgracia no es así y nadie hace por solucionarlo. Este es un tema de mucha profundidad como es el de la desfasada ley del deporte que regula las titulaciones deportivas. En el momento de escribir este artículo, está redactada la nueva ley pero no aprobada por el gobierno.

Las instalaciones; otro punto en el que hay que poner atención es en la calidad de las mismas. Aunque se cumplan las necesidades básicas, es vital que estén en buen estado, éstas deben contar con, al menos, un campo de fútbol, que puede variar en sus dimensiones, pero debe ser utilizado en exclusiva para los niños, mientras están los entrenamientos o los partidos.

Es también recomendable que las instalaciones tengan un lugar donde los niños se puedan cambiar y lavarse al terminar los entrenamientos. Es importante inculcar el hábito de la higiene en los menores. No hay que olvidar que lo primordial es que tus hijos se sientan a gusto.

Los servicios que ofrece el club; me refiero a servicio de fisioterapeuta, de coordinador de club, de autobuses, de ropa deportiva, uso de horarios de instalaciones coherente… etc. Todas estas cosas se deben exigir en las cuotas que hoy en día se barajan en los clubs de fútbol que oscilan entre los 250 y 500 euros anuales, desde el mes de septiembre a junio.

Los amigos; esto es lo principal, que el niño/a esté a gusto, bajo mi punto de vista debe conocer amigos diferentes a los del colegio, con cuanta más gente se relacione más experiencia adquirirá y recibirá una visión más real de la sociedad. No quiero decir con esto que huya de los compañeros del colegio, que siempre serán un apoyo por afinidad dentro del nuevo grupo, sino que no se tenga miedo ni reparo en conocer gente nueva, ni se cambie de club porque lo haya hecho su amigo.

Con todo lo visto hasta ahora pienso que se puede tener una buena idea de qué es lo que más les conviene a sus hijos. Y de si le interesa elegir una escuela de fútbol o de fúrbol. Yo les recomiendo la de fútbol, ya que en ella encontrará profesionales del deporte que intentarán velar por el bien de su hijo/a haciéndoles más fuertes y preparados para otros aspectos de la vida, y siendo unos apoyos fundamentales en la educación.

Un último consejo que les puedo ofrecer es que sean los niños quienes elijan qué quieren hacer y a dónde ir. Hay que tener en cuenta su opinión, ya que lo principal es que estén a gusto. Muchos niños desde muy pequeños se van a las escuelas de élite (a partir de 10 años deben pagar derechos de formación, si los fichan antes no) y dejan de ser felices simplemente por el cambio de ambiente o porque no dejan que jueguen, que es lo que ellos quieren, jugar. A veces los padres hacen cientos de kilómetros pensando que será mejor para la formación de su hijo y en su propio barrio existe una escuela de fútbol mejor. Escúchenles a ellos.

Por último, decirles que tengan muy en cuenta la educación de sus hijos porque de ello depende en gran medida quienes serán en el futuro. Me despido con uno de los abrazos que más me gustan: ¡Un abrazo de gol!

BIBLIOGRAFÍA:

Deporte desde la infancia  Liselott Diem . Ed. Miñon . 1978


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