Éste no lleva sonido, pero tendríais que tocarlo para comprender lo mullidito y suave que es. A Guisantito le ha encantado. El protagonista es Tambor quien, acompañado de sus hermanas, cuando llega la hora de dormir se acicala para irse a la cama. Guisantito se ha reído mucho viendo a todos los conejos limpiándose, especialmente se ha carcajeado con la pequeña que se restriega las orejitas. Es muy curioso este niño, siempre se fija en detalles que a los adultos nos pasan inadvertidos. Él ha visto cómo, por ejemplo, un pequeño ratoncillo aparece acompañando a los conejitos. Es monísimo, la verdad, sobre todo cuando se dispone a dormir con sus amigos hecho una bolita.
Para qué voy a engañaros, lo que más me ha emocionado a mí es imaginarme el momento en el que acompañaré a Guisantito a su cuna para que cierre los ojitos y descanse. Es tan hermoso ver a un niño durmiendo. Me encantará darle mimos y cantarle una nana, acunarlo tiernamente mientras sus párpados caen lentos hasta hallar el sueño.
Para quien no conozca los libros de tela éste es una idónea elección. Los dibujitos son encantadores y su textura impedirá que los más diminutos se hagan daño con las páginas. ¡Además sirve de almohada!
Pauline Croze de fondo
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A dormir, conejitos
Kelsey Skea, Lori Tyminski y Valeria Turati
Everest, 2009