Armaron todo en la “Quinta de Santa Luzia”, una preciosa y vieja casona estilo arquitectónico tradicional portugués que tras bastante trabajo quedó niquelada para recibir a viñerones y aficionados al vino que quisieran pasarse por allí el fin de semana. A pleno y fantástico sol, por cierto.
Si bien fue nuestra primera visita, el tiempo que pasamos fue más que suficiente para entender de qué se trata A Emoción dos Viños. Muy simple, el asunto es pasar un rato agradable degustando buenos vinos, entre amigos y buena música. La fórmula perfecta, la conjunción exacta para disfrutar y olvidarse que la vida son dos días.
Allí estaban los que a nuestro entender reflejan la nueva España del vino. Enólogos y viticultores que aman la tierra sobre todo, que se arriesgan a romper los moldes y mostrar que hay vida más allá de los clásicos de siempre. Todos llevan “todo lo que tienen” y cuentan “todo lo que hacen”, así de fácil. Disfrutan compartiendo sus vinos y preguntando nuestra opinión sin preocuparse que seamos aficionados o empresarios… Sin contracturas ni los típicos postureos exagerados que hacen del vino y su mundo un tostón. Allí solo vimos, buen ambiente, risas constantes y abrazos por todas partes… Bastante diferente de lo que estábamos acostumbrados a ver en otros eventos de vino tanto aquí como en Argentina.
Lo cierto es que nos esmeramos bastante en probar cosas… Había tanto (sobre 80 bodegas expusieron, creo recordar) que uno no daba con todo. Igualmente pusimos empuje y barrimos bastante, aunque nos quedaron muchísimas cosas en el tintero.
Hace tiempo que ya no vamos a los eventos de vino a tomar apuntes y escribir notas interminables sobre todo lo que degustamos. Nos aburrimos mucho de eso… Así que simplemente ahora nos limitamos a mencionar algunas etiquetas que recordamos mejor, que nos sorprendieron o gustaron más que otras. El listado que continúa va por orden de aparición mental y no por gusto.
En primera persona del singular...,
El inicial que me viene a la cabeza es el tinto que elabora Bernardo Estevez. El MAI 2015. Es una etiqueta tan escasa y difícil de conseguir (hacía mucho tiempo que la estaba buscando) que seguro es la joya más preciada que encontré en A Emoción. Aún está muy joven y le falta rato para salir, pero ya apunta maneras. Además me di el gustazo de probar las nuevas añadas de los ISSUE siempre conmovedores.
Un placer el repaso que nos dimos por los vinos naturales que seleccionan y comercializan los chicos de Vinos Auténticos. Recuerdo que me atrapó la frescura de un blanco de Córdoba producido por con la uva autóctona MONTEPILAS, un Chardonnay de la Borgoña, de Alexandre Jouveaux, que me mostró cómo es un chardo en serio y sin maquillajes, otro de los que me viene a la mente es un corte de Cabernet Fran y Cabernet Sauvignon del Valle del Loira elaborado por Jean Christophe Garnier que era tanto en nariz como en boca un asado de pimiento morrón, y también recuerdo un Burdeos (AUTREMENT 2011) increíble.
A ladito de ellos estaba la gente de Barranco Oscuro. Otra bodega hacedora de vinos naturales localizada entre los viñedos más altos de la península y que hace rato estoy siguiendo. Quería probar su Pinot Noir. No lo habían llevado, pero sí llevaron su SALMÓNIDO A CONTRACORRIENTE, un rosado de Pintot con 15 graditos que me pareció una auténtica maravilla. Como su nombre lo indica, un rosado totalmente a contracorriente.
Otra gratísima sorpresa fue la nueva creación de Pilar Higueros que se llama A PITA TRASTE 2015 elaborado en Biodinámica con un gran porcentaje de uvas Biognier que hasta el año pasado era un vino que quedaba en casa para la familia. Un gran acierto decidir comercializarlo. Si no recuerdo mal, solo son 300 botellas.
Siguiendo el camino de los vinos desnudos no puedo dejar de nombrar el Godello naranja 2015 de LA PERDIDA, maceración larga con hollejos y puro jugo de uva que impacta con aromas y sabores. Cada añada deja el listón más alto Nacho con sus vinos.
Otro proyecto que me interesa mucho y que va por esta misma línea de poner la tierra delante de todo es el de Laura Lorenzo y su DATERRA VITICULTORES. Haciendo vinos a columpio entre el Valle de Bibei y Manzaneda, tintos y blancos fuera de DO que me gustaría repasar con calma, pero que todos los que probé tienen ese punto especial y diferenciado que los destaca claramente del resto. Veo un futuro inmenso aquí.
Aunque llegamos el sábado a última hora y muchas cosechas más viejas se habían acabado, siempre es un verdadero placer probar los FINCA MEIXEMAN, CAPELIÑOS Y POMBEIRAS de Adega GUÍMARO, quizá los Ribeira Sacra más complejos y ricos de toda la DO.
Solo por mencionar un nombre, pero no dejo ni uno solo fuera, destaco el TINTA AMARELA de ENVINATE que tiene una frescura y vivacidad exquisita. Grandes cosas hacen estos chicos. Tengo que seguirlos más de cerca.
Ya que andamos de paso por las Islas Canarias me acuerdo del Negramol de LLANOS NEGROS que es fiel a su terruño volcánico y de perfil claramente atlántico. Me gustó mucho este vino y no lo conocía.
Iago Leiro, además de demostrar ser un gran comercial, de los que lo hacen con pasión, lleva una muy buena selección de vinos. Muchos me gustaron de los que probé, pero destaco el CUCÚ 2014 (creo que era esa añada) del BARCO DEL CORNETA. Un Verdejo de gran RPC y que me pareció bastante diferente a otros que he probado.
Ya con el día casi terminado, saliendo de regreso al hotel, en la puerta me encontré con un “paisano Argentino” como yo (lo reconocí por el acento, obviamente), que andaba con una botella en la mano de un vino que elabora Ismael Gozalo y él (Mauro Bergesio) se encarga de mimar las uvas y darlo a conocer por cuanta feria se cruza en su camino mientras ofrece sus otras actividades ligadas al vino. RUFIAN elaborado 100% con uva Rufete de la Sierra de Francia. Frescura y mineralidad con solo 12,5% de alcohol. Para cerrar un día de lujo.
Como siempre pasa en estos casos, repasando lo andado caemos en la cuenta que nos ha quedado mucho por probar, y que vamos a tener que hacer el esfuerzo de volver el próximo año. Por suerte seguirán estando dos amantes del vino como son Marina y Antonio, a quienes lamentablemente no conozco personalmente, y que estoy seguro que nuevamente con mucho esfuerzo y pasión se cargarán al hombro otra Emoción do Viños y nos permitirán seguir disfrutando y pasando otro fin de semana fantástico como este año. Gracias por todo.
Difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo responsable y moderado