A falta de pan...

Por Luciadevicente
Queridos amigos, perdonad que actualice tan de tarde en tarde. Pero es que mi vida es monótona y sencilla, sólo interrumpida por los cientos de horas que dedico al trabajo, lo cual dudo que os interese lo suficiente.   Eso sí, de vez en cuando me da por escribir, sobre todo en épocas de agobio supremo y aburrimiento. ¿Queréis conocer el último parto? A ver si vosotros sois capaces de catalogarlo en algún género o subgénero de la literatura, porque yo me siento incapaz.
EXPERIENCIA
—Por favor, ahora… —gritó ella, incapaz de resistir la ansiedad.   Él respondió con una cálida sonrisa mientras rasgaba el envoltorio plástico.
   —Tranquila. Enseguida…   Dos palabras, graves y profundas, que amplificaron su tormento.  Unas manos indolentes se deslizaron sobre sus nalgas para, con dedos expertos, retirar la tela que cubría su intimidad.   La gasa se deslizó por su piel. Unos sabios toques y estaba tan húmeda y dispuesta que no podía ni respirar.   —Relájate, cielo, sólo dolerá un momento.   Su voz, como melaza, le recorrió las venas.   Ella le observó. Sujetaba a la invasora con seguridad. Una pequeña gota brilló antes de introducirse en su carne con dolorosa suavidad. Se le saltaron las lágrimas mientras él movía las manos con pericia.   —Dese prisa, doctor, no lo soporto más. Sé que esto es por mi bien y la inyección curará mi gripe, pero tengo fobia a las agujas.
Lucía de Vicente