Mi reencuentro con Javier Moro ha sido con “A flor de piel”. Donde el escritorha tardado cuatro años en publicar tras “El imperio eres tú”. El argumento trata de un episodio real completamente desconocido para mí y que me ha sorprendido por diversos aspectos. Para empezar en ella nos relata la mayor proeza humanitaria que se ha llevado a cabo y que cambiaría el rumbo de los acontecimientos de la historia, para finalizar fue la mayor gesta sanitaria de la historia y acabó en olvido.Así se refiere Javier Moro a la expedición Balmis, una “quijotada heroica” que condujo a principios del S. XIX la recién inventada vacuna de la viruela a los territorios de ultramar.
Javier Moro ha rescatado esta página de la historia, no sólo de España, sino de la medicina y la ha conjugado de manera magistral. Una crónica expedicionaria de inicios del Siglo XIX, en el claro declive del Imperio Español y con los torpes pasos de la medicina preventiva, donde un grupo de intrépidos españoles se embarca en una de las mayores aventuras humanitarias de la historia de la medicina y, desde luego, la mayor proeza altruista realizada hasta la fecha.A cerca de la maestría del autor para saber combinar, los elementos históricos con los de ficción, en una novela que se convierte en un relato de ficción histórica. De ahí que lo tiene todo, aventuras, viajes, países, adversidades, mar, sentimientos encontrados, un fiel reflejo de la época tan dura y tan desconocida. De modo que la historia te lleva a situaciones y circunstancias en las cuales te sentirás identificado; como también lo estarás con sus personajes, sus peligros y emociones.“A flor de piel” no sólo rescata un episodio épico, sino que nos acerca también a la figura de una mujer impresionante, una adelantada a su tiempo, por cuyo amor pelearán los dos personajes que dirigen la expedición sobre la que gira la novela.En cuanto a la novela, habla de una época donde la ciencia y la fe chocaban frontalmente, donde eran posibles aún misiones altruistas realizadas por seres excepcionales que luchaban por el éxito de un proyecto que les otorgaría fama y reconocimiento a costa de arriesgar su propia vida.“A flor de piel” es sin lugar a dudas una novela imprescindible para los amantes de la historia.
Son muchos los aciertos, pero el más destacable, es la labor documental que ha realizado el autor, no ata el ritmo a la necesidad de aportar cada dato. Por consiguiente el autor hace un manejo del tiempo al contar la historia de forma lineal que progresará paralelamente.La novela avanza en un orden estrictamente cronológico; en una primera parte, habrá hilos narrativos progresando a la vez. Por un lado, la historia de Isabel desde la infancia hasta la última etapa de su vida; en la cual, ella es el hilo conductor y la razón de ser de esta narración. Y por otra, la historia del cirujano alicantino Balmis. Hasta llegar a un punto de la novela que ambos hilos convergen y construyen un solo argumento conductor y dota al relato de la dosis oportuna de emoción, intriga y pasión amorosa; para atrapar al lector durante todo el trayecto que dura la travesía aventurera.Una narración con ritmo que no decae en ningún momento, que huye de tópicos, y que consigue una fluidez natural. Seduce con la prosa envolvente del autor convirtiendo la lectura en una experiencia intensa. En donde desenvuelve el alma de los protagonistas avivando el interés por conocer el final de cada uno de ellos.El autor recrea con gran acierto la descripción detallada de ambientes y paisajes, tanto los de España como los de los países de América a los que llega la expedición. De tal forma convierte la novela en un cuadro costumbrista que estimula la curiosidad del lector.
El lector que se adentre en “A flor de piel”compartirá la pasión de unos personajes para los que la ciencia es la posibilidad de una vida y un mundo mejor. Javier Moro consigue recrear con esmero la historia de unos hechos pero también la historia de unos sentimientos.Por lo que se refiere a los doctores Balmis y Salvany e Isabel Zendal formarán un triángulo de afectos y desafecciones que mantiene el interés de la trama argumental a lo largo de toda la novela.Los tres personajes están construidos a través de un juego de personalidades contrapuestas donde los motivos profesionales y personales se entrecruzan en muchas ocasiones consiguiendo que el clímax narrativo no decaiga hasta el final del relato.La travesía Balmis es la columna vertebral de este relato novelado de un hecho real, tomando a sus personajes como carne y verbo, para transmitir lo que fue el ejemplo de esfuerzo, el valor y el coraje contra una de las mayores locuras de la historia de la humanidad: la viruela.Dicha enfermedad o epidemia fue el mayor enemigo de los pueblos indígenas. Una plaga que se convirtió en la principal causa de mortalidad y dejó graves secuelas a los pocos que lograron salvarse.
Existen autores que nos dejan con ganas de continuación con las historias, y otros, como el caso de Javier Moro, que es capaz de iniciar y terminar un relato, dejarlo completamente compacto para terminar con un más que satisfecho lector, pero generando en ese mismo lector la ansiedad de volver a encontrar ante sus ojos una nueva entrega de su pluma.Independientemente, para algunas personas, Javier Moro, puede ser un escritor, pero para la mayoría de los adictos a sus libros, este autor va mucho más allá de eso. Autor de novelas como: ”La pasión India”, “El sari rojo”, “El imperio eres tú”, este incansable viajero, recopilador de vivencias y contador de experiencias, vuelve a deleitarnos con su piel de conocedor de otros mundos, otras culturas y su increíble forma de plasmarlas en el papel.Una gran novela histórica que ha sido un placer leer, con momentos duros y momentos tiernos, que consigue que el lectorno quiera despegarse de la historia. Imprescindible.