¡A guardar, a guardar!

Por Sandra @sandraferrerv
Si observamos detenidamente a los niños pequeños nos daremos cuenta de que el hábito del orden lo traen de serie. ¿No habéis visto cómo les encanta meter, sobretodo esconder, cosas dentro de cajas, botes, cajones...? Qué lástima que ese hábito lo vallamos perdiendo con el tiempo. Pero si potenciamos esa manía que tienen, puede ser que nuestros niños sean incluso ordenados.
Entre todos sus juegos tenemos una serie de utensilios que utilizamos para potenciar esta virtud que muchos de los adultos perdimos hace tiempo (me incluyo, lo confieso). Y mientras jugamos, siempre repetimos el mismo grito de guerra: ¡A guardar, a guardar!
Bote de galletasCuando me regalaron este bote de galletas pensé, ¿y esto para qué servirá? Lo vi demasiado simple, cuando precisamente son las cosas simples las que más les gustan a los niños. Además de tunear el bote con gomets y todas las etiquetas de mandarinas que encuentran, las 10 galletas las han sacado y guardado cientos de miles de veces. No sólo ayuda a fomentar la coordinación y la modricidad de sus pequeñas manitas, sino que también aprenden a contar.
EncajablesLos encajables son de los juguetes más bonitos que existen. Con ellos también podemos enseñarles muchas cosas. Los nombres de los objetos, a ordenarlos fuera de la base, a pedirles que nos den uno de ellos (como aquel famoso pato), y por supuesto, a guardarlos en su sitio. Es impresionante ver lo titánico que parece para un niño ubicar un objeto en su sitio y como poco a poco van desarrollando la capacidad de colocarlo casi sin mirarlo.
Otro tipo de encajables, las pelotas de formas, también ayudan a desarrollar sus habilidades motrices y aprenden las distintas formas geométricas.
Torres de cajasAunque su principal finalidad es construir altas torres, a mis hijos lo que más les gustaba cuando eran pequeñajos era guardarlas unas dentro de las otras. Una manera muy útil de aprender el concepto grande-pequeño. Mi niña pequeña está graciosísima cuando intenta entachonar, sí o sí la caja, más grande dentro de la más pequeña. Mi hijo mayor hacía lo mismo, hasta que un día empezó a guardar las diez cajas en el orden correcto. Me quedé alucinando.
Simplemente palelillosNo hacen falta juguetes convencionales; una cosa que me enseñaron en la guardería de los niños es un juego tan simple y divertido como hacer pelotillas de papel y guardarlas en una botella de agua. La cara de concentración que ponen es una pasada.
De la rutina en el juego, a la rutina en la realidadCuando han aprendido que al decir ¡A guardar, a guardar!, tienen que poner alguna cosa dentro de otra, la siguiente fase es implicarles en la rutina diaria del orden. Parecerá una tontería pero al decir la misma frase en el juego que en el día a día, acaban ayudando a recoger. Ahora mi hijo mayor guarda sus calcetines en el cajón que toca y mi niña pequeña pone a los muñacos en la cesta. Creo que han entendido que la vida también puede ser un juego ¿no?