Existe una misteriosa región en nuestro sistema solar que parece estar vacía, incluso aunque podría muy bien albergar miles de objetos en órbitas estables. No esta demasiado lejos; está situada dentro de la órbita de Mercurio, y se encuentra mucho más cerca que por ejemplo Júpiter. Es una región fuertemente iluminada por el Sol y tampoco es una región especialmente pequeña, sino que abarca millones de kilómetros. Pero, hasta ahora no se ha detectado ningún planeta o asteroide.
Unos pocos astrónomos con determinación entre ellos Alan Stern, a hasta hace poco un Administrador asociado en el Departamento de Misiones Científicas de la NASA, cree que la percepción de esta zona como una región vacía, es tan sólo una ilusión. Los objetos que se formaron en la zona interior durante los primeros días del sistema solar podrían permanecer ahí miles de millones de años después. Los cometas o asteroides desplazados por la gravedad de los planetas podrían moverse ahi y quedar atrapados para siempre por la intensa atracción gravitatoria del Sol. Las nuevas imágenes de Mercurio muestran que este planeta ha sido acribillado por pequeños cuerpos, lo que implica que el espacio entre este planeta y el Sol estuvo en el pasado ocupado por estos cuerpos, y potencialmente podría seguir estándolo. Después de todo, todas las demás regiones estables del sistema solar se encuentran pobladas. ¿Por qué esta región que deberia de ser una excepción?
Sin embargo, explorar esta región y obtener un censo de objetos es algo mucho más difícil de lo que pudiera parecer. Todos los esfuerzos hasta ahora se han quedado cortos. Pero que hasta ahora no hayamos encontrado nada, no significa que tengamos que dejar de buscar.
La búsqueda de un planeta interior a Mercurio tiene 400 años de antigüedad, es casi tan vieja como el mismo telescopio. En 1611, menos de dos años después de que Galileo comenzará a escuchar los cielos, el astrónomo alemán Cristoph Scheiner descubrió una silueta negra que se recortaba en el disco brillante del Sol. Scheiner creyó que podría haber encontrado el séptimo planeta (en esa época ni Urano y Neptuno habían sido descubiertos), pero posteriormente se observó que sólo fue una mancha solar. Desde entonces se produjeron muchas otras observaciones equivocadas.
Continuará...
Publicado en Odisea cósmica¡Suscríbete Ya!