Hacia finales de los 70 existía un gran interés en visitar un cometa mediante alguna sonda de exploración. El canditato número 1 era el Halley, ya que su órbita era bien conocida y por su pequeña inclinación con el plano del sistema solar. La NASA por razones de presupuesto se retiró de un proyecto conjunto hacia 1980. Dejando la iniciativa y la responsabilidad en manos de europeos, rusos y japoneses. La Agencia Espacial Europea (ESA) nunca había enviado una sonda fuera de la Tierra y los japoneses tampoco tenían mucha experiencia. Los soviéticos montaron un equipo electrónico adicional en una dos sus sondas Venera dirigidas a Venus. El resultados fueron dos naves llamadas Vega 1 y 2.
La flotilla espacial entra en acción
En 1986 se obtuvo información de primera mano sobre el núcleo del cometa Halley. Ese año el cometa fue visitado por seis sondas espaciales, las citadas rusas Vega 1 y 2, dos japonesas (Suisei y Sakigake), una europea (Giotto) y una americana la ICE, que era un satélite reciclado de otra misión y que tuvo que ser lanzada desde las cercanías de la Tierra mediante complejas maniobras gravitatorias. La misión medio improvisada ICE fue el conejo que los norteamericanos se sacaron de la chistera en un año aciago por el desastre del Challenger.
Sonda Europea Giotto
Se coordinó la operación para que la armada espacial obtuviera datos de forma complementaria. La sonda Giotto realizaría un encuentro lo más cercano posible, aunque se sabía que dada la gran velocidad de las partículas de polvo que habrían de impactar fuertemente contra todos los componentes de la sonda, era un encuentro casi suicida.
Las sondas Vega tras su encuentro con Venus tendrían un encuentro algo menos cercano (10.000 km). Las tres naves citadas tenían cámaras, espectrómetros, detectores de partículas, detectores de viento solar, análisis de muestras y magnetómetros. Los japoneses se situaron en retaguardia con sus dos artilugios Sakigake y Suisei destinados a estudios de física de plasma, midiendo las interacciones del cometa con el viento solar con un éxito total.
Satélite nortemericano ISEE-3, después rebautizado como ICE
Los americanos heridos en su orgullo y sin presupuesto se inventaron una misión, sacando al satélite ISSE-3 de órbita terrestre y mandándolo en dirección a otro cometa periódico: el Giacobbini-Zinner. El 11 de septiembre de 1985 la NASA se apuntaba el tanto de ser los primeros en sobrevolar con éxito un cometa en la historiaal pasar a tan sólo 7800 km del cometa. Esta nave aunque estaba hecha para otro propósito, la detección de radioondas, de plasma y el estudio de interacciones del viento solar fue rebautizada como ICE (International Cometary Explorer). Después de este encuentro se acercó algo al Halley para apoyar a las sondas japonesas. Fue esta una misión barata y apresurada. La misión ICE nave no contaba con un instrumental muy adecuado ni con videocámaras.
La nave ICE midió la interacción del cometa Giacobbini-Zinner con el viento solar detectando un arco de choque a 1.000.000 km del núcleo del cometa. En su máxima aproximación detectó dos lóbulos constituyentes de un campo magnético gemelos pero de polaridad magnética inversa entre ellos había una capa en la que la densidad del campo magnético era 0.
Continuará...