A la caza del mentiroso ¿podrías engañar a la maquina de la verdad?

Por Crimenycriminal @crimenycriminal
“La verdad quizá esté ahí fuera pero las mentiras están en tu cabeza”- Terry Pratchett-

Todos hemos mentido alguna vez. Y a todos nos hubiese gustado saber alguna vez si nos estaban mintiendo. ¿Quién no ha fantaseado a lo largo de su vida con introducirse en la mente de otra persona para conocer lo que está pensando en un instante determinado y, cómo no, distinguir con precisión si nos está engañando y con qué propósito? Una tarea quimérica que resultaría definitiva en materia de investigación criminal y que terminaría, finalmente, con un viejo anhelo tan vetusto como la propia humanidad: cazar al mentiroso.
En la antigua China ya existía verdadera obsesión por hallar los métodos más precisos para discernir cuando alguien mentía o no. Una ancestral tradición consistía en hacer masticar al sospechoso polvos de arroz que después debía escupir. Si el polvo de arroz estaba seco quedaba probado que el sospechoso había mentido; si por el contrario estaban húmedos, se daba por hecho que había sido sincero. Un método al que los chinos habían accedido al entender que si alguien conscientemente mentía, se pondría nervioso y sufriría alteraciones físicas tales como sequedad en la boca, dejando así el polvo de arroz seco.
La evolución de la humanidad ha ido dejando atrás técnicas más hollywoodiense que efectivas, como los famosos sueros de la verdad, fármacos que ficticiamente buscaban sobrepasar la capacidad de ocultar la mentira. Y, en la actualidad, ésta vieja aspiración de detectar el engaño y hallar la verdad se está apoyando en la ciencia y las nuevas tecnologías. ¿Quién no ha oído hablar del polígrafo? Ahora llegan las llamadas ondas P-300. Lo último en sistemas de detección de la verdad. Se trata de una prueba neurológica para intentar descubrir dónde se encuentra el cuerpo de la joven. Su último cliente Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo. Los investigadores continúan trabajando para conocer si sus respuestas con este método les permiten encontrar el cuerpo.

Lo que parece evidente, a pesar de las prometedoras que parecen ser alguna de las técnicas utilizadas para dar caza al mentiroso, es que debemos ser muy cautos ante nuestra capacidad para detectar la mentira.
Lo último (ONDAS P-300).
Es el nuevo enemigo del crimen. La obtención de huellas cerebrales mediante esta técnica esta revolucionado la investigación en los EE.UU y está empezando a abrirse camino en España. El futuro parece marcar ésta como la modalidad idónea para cazar al mentiroso.
Cómo funciona: El neurofisiólogo José Ramón Valdizán está siendo el impulsor de la prueba médica P-300 para casos penales en nuestro país. Una técnica que lleva utilizando desde 1995 en temas de autismo o déficit de atención. Ha sido el encargado de realizar este test a Miguel Carcaño. Valdizán es un firme y convencido defensor de una técnica que describe así para Onemagazine. “La onda P-300 mide la respuesta neurológica de un individuo ante el visionado de imágenes relacionadas con el crimen que se investiga. La prueba permite sacar de la memoria algo que tienes grabado gracias a un estímulo visual o auditivo. Al sospechoso se le coloca una especie de casco conectado a una maquina y se le muestran una serie de imágenes. Cuando reconoce una de estas imágenes, ya sea de forma consciente o inconsciente, el cerebro producirá un tipo de ondas eléctricas que son distintas, en tamaño, a las producidas cuando observamos una imagen por primera vez. Si el estímulo es reconocible y tiene su huella en la memoria, el cerebro emitirá una onda, que se mide en microvoltios, de mayor de altura”
El neurocientífico norteamericano Lawrence A Farwell empezó a trabajar con ésta técnica a principios de los 90. Ya ha empleado esta prueba médica en más de 100 casos dirigidos por el FBI o la CIA. En Estados Unidos esta obtención de huellas cerebrales puede llegar a ser la prueba judicial que determine la inocencia o la culpabilidad de un sospechoso. En España, en los únicos dos casos en los que se ha empleado, se ha hablado en términos de probabilidad, no en términos de sí o no. El doctor Lawrence ha llegado a ofrecer a los más incrédulos una recompensa de 100.000 dólares si logran engañar al aparato.
Su gran éxito: Gracias a esta técnica ya ha permitido condenar a un asesino y absolver a un inocente. James B. Grinder asesinó a tres niñas en 1976 y a otra chica en 1984. La prueba mostró claramente que su cerebro almacenaba la información que buscaban los investigadores. Al sospechoso no se le hacen preguntas de ningún tipo, no necesita decir nada, pero Grinder, de pronto, entendió que lo habían cazado y lo confesó todo allí mismo. Y es que en la mente de James B. Ginder habitaban los fantasmas de sus víctimas.
Su gran fracaso: El doctor Valdizan nos afirma que el P-300 “nunca ha fracasado. Aunque la fiabilidad depende mucho de la metodología y diseño que se siguiese. Es importante que las fotos elegidas sean las correctas, que el tiempo de exposición de las mismas sea el adecuado. Estudios indican que un segundo y medio es el mejor tiempo de muestra de cada foto, adecuar el tiempo entre estimulo y estimulo”.
Su punto débil: “Es una extracción involuntaria, imposible de bloquear y no hay nada que el sujeto pueda hacer para engañarnos, salvo cerrar los ojos o alterar con drogas el funcionamiento cerebral” comenta el Doctor Valdizan.
Nivel de fiabilidad: 87%
Precio: Unos 300 euros por sesión.
Dónde contratarla: Cualquier clínica que tenga aparato
Quién lo utiliza y para qué: Los médicos especialistas en neurología y neurofisiología para para casos de déficit de atención y autismo

Lo tradicional (EL POLÍGRAFO).

Cómo funciona: El polígrafo, más conocido popularmente y de forma incorrecta como ‘máquina de la verdad’ o ‘detector de mentiras’, quizás sea la técnica que suene más familiar. Este instrumento mide los cambios en la actividad fisiológica del sospechoso a partir de pequeñas alteraciones en la respiración, sudoración y la presión sanguínea. Los datos fisiológicos recogidos en un grafico, relativos a un protocolo de preguntas específicamente elaborado para un propuesta concreta, permiten después de un análisis algorítmico, evaluar si una persona miente o dice la verdad respecto a una cuestión previamente determinada.
Muchos se preguntan hasta qué punto es fiable esta herramienta que por ahora no es válida en los juzgados españoles, no así en países como Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Bélgica o Israel. Para los defensores de esta técnica, el porcentaje de validez está entre el 95-98%. En cambio, para los detractores su fiabilidad oscila entre un 20-30%.
Su gran éxito: Durante los juegos Olímpicos de 1996 en Estados Unidos, estalló una bomba en un parque, que dejó un saldo de dos personas muertas y más de cien heridas. Richard Jewell, guardia de seguridad del parque fue encarcelado. No obstante, los abogados defensores, la fiscalía y el FBI acordaron que un examen poligráfico determinase su inocencia o culpabilidad.”.
El examen contratado por los abogados de Jewell, demostró su inocencia; el polígrafo lo ayudó a salir de la cárcel y lo limpió de toda culpa.
Su gran fracaso: Aldrich Ames pasó sus pruebas de polígrafo al pertenecer a la CIA y, sin embargo, se descubrió años después que era un espía que vendía secretos a los soviéticos. Y, desafortunadamente, no es un caso aislado. Gary Ridgway, el asesino de Rio Verde que fue condenado por el asesinato de cuatro mujeres, paso con solvencia la prueba del polígrafo. Recordemos también el llamado “caso Coleman” en el que un condenado a muerte por asesinato, Roger Coleman, pidió someterse al polígrafo para demostrar su inocencia. De los resultados de la prueba los expertos dedujeron que era culpable. Roger Coleman fue ejecutado y años más tarde apareció el verdadero culpable del asesinato.
Su punto débil: Como explica la criminóloga López Latorre, el problema de este método es el de los posibles errores en la detección: falsos-inocentes y falsos-culpables. Es posible que un culpable no presente alteración fisiológicas alguna. Este es el caso de las personas que por una u otra razón llegaron a creerse sus propias mentiras y de los psicópatas, quienes presentan una ausencia de sentimientos de culpa y vergüenza. Así, rara vez se sienten culpables por mentir o con miedo a ser capturados, por lo que no experimentan temor y, lógicamente, tampoco expresan alteración emocional alguna. Por el contrario, los falsos-culpables son personas inocentes que pueden sentirse asustadas ante un interrogatorio, lo que les llevaría a presentar una respuesta emocional identificada como “engañosa”. Por eso, en algunos países como Holanda o Gran Bretaña su uso está prohibido por los errores frecuentes a los que suele llevar.
Nivel de fiabilidad: Entre el 75-80%
Precio: 700 euros.
Dónde contratarla: http://www.lamaquinadelaverdad.es/ empresa OMNIS
Quién lo utiliza y para qué: Está técnica está encontrando cobijo en la selección de personal, consolidándose como un elemento indispensable de las grandes empresas en los procesos de contratación de trabajadores. Pero va mas allá y también ofrecen sus servicios para investigar infidelidades, robos, fraudes, sospechas..

Original pero dudoso (ANALIZADOR DE ESTRÉS VOCAL).
Cómo funciona: Desde los años setenta, otro método con el que se pretende pillar al mentiroso es a partir de la medida de diferentes índices vocales. En situaciones de estrés el cuerpo se prepara para la lucha o huida, cambiando su actividad muscular para adaptarla en términos de respuesta inmediata a la nueva situación. Todos los músculos sufren cambios importantes, incluidos los de la garganta y la laringe, afectando, en este caso, a las vibraciones de las cuerdas vocales y, por tanto, a su frecuencia.
En condiciones normales, al hablar, los músculos de la garganta y la laringe producen unos microtemblores inaudibles pero detectables a través de dispositivos eléctricos adecuados. La activación que experimenta un individuo al mentir generaría una tensión que haría que dichos microtemblores desapareciesen.
Su punto débil: Los estudios empíricos ponen en tela de juicio que la voz cambie como resultado de estar mintiendo o diciendo la verdad.
Nivel de fiabilidad: No detectan el engaño más allá de lo que lo haría el propio azar. Jaume Masip, profesor de Psicología Social de la Universidad de Salamanca, dice sobre esta tecnología: "El sistema de los analizadores de estrés vocal mejor tirarlo a la basura”

Poco científico (TERMOGRAFÍA FACIAL).
Cómo funciona: Ioannis Pavlidis, profesor adjunto de informática de la Universidad de Houston, desarrollo una cámara térmica de alta definición capaz de detectar con mucha precisión las ondas infrarrojas que emanan del rostro humano y que son indicativas del calentamiento de diferentes áreas faciales: la cámara envía la información a un equipo informático que analiza en tiempo real los cambios de temperatura detectados. La detección del engaño a través de la termografía del rostro se basa en el mismo principio que el polígrafo, es decir, en que mentir produce signos fisiológicos de estrés y el calor producido por un flujo repentino de sangre alrededor de los ojos es reconocido por la cámara térmica.
Su punto débil: Este método de detectar al mentiroso no proporciona evidencias científicas aceptables para su uso en la detección del engaño.
Nivel de fiabilidad: Sin evidencias científicas. Por si sola poco eficaz….

COMUNICACIÓN NO VERBAL
Cómo funciona: Una técnica que huye de la tecnología y que se encuentra en auge gracias a series televisivas como ‘El Mentalista’ es el de la detección de la mentira a través de la comunicación no verbal. Y es que cierto es que nuestro cuerpo habla. Si no te miran a los ojos, si su postura cambia, si se nota nervioso, o si se mueve mucho…Éstos son algunos de los estereotipos más populares para descifrar quién está mintiendo. Pero popular no es sinónimo de eficacia.
Su gran fracaso: Parte de las publicaciones de este tipo se basan en las creencias ingenuas y sin contrastar de sus autores, y no en el estado de conocimiento científico sobre el tema. Normalmente la mitad de las declaraciones presentadas son verdaderas y la otra mitad son falsas. De modo que, sólo por azar, los observadores pueden acertar la mitad de los juicios, es decir, pueden tener una precisión del 50%.
Su punto débil: Esta técnica no es certera. Realmente, somos bastante ineficientes cuando intentamos detectar mentiras a través de indicadores conductuales no verbales.
Nivel de fiabilidad: Escasamente supera el 50%
Precio: Según el experto que se quiera contratar contara con su propia tarifa.
Dónde contratarla: Existen varias páginas en Internet que ofrecen sus servicios y talleres que te enseñan estas técnicas. No te será difícil encontrarlos.
Quién lo utiliza y para qué: Para aprender a controlar de manera consciente nuestra comunicación, incorporar nuevos gestos en nuestro repertorio y evitar aquellos que nos perjudican. A nivel del investigador se utiliza para analizar la credibilidad del testimonio del sospechoso.

CINCO COSAS QUE TIENES QUE SABER.
Cuál es el más preciso.
Hay que esperar que las futuras investigaciones y los nuevos avances tecnológicos mejoren la fiabilidad de los instrumentos ahora disponibles o aparezcan nuevas técnicas para dar caza al mentiroso. Si bien es cierto el polígrafo sigue siendo el más preciso a la espera de los prometedores resultados de las ondas P300.
¿Sirven como prueba judicial?
Los métodos expuestos no tienen ninguna validez como prueba pericial en el sistema jurídico español.
En España, el polígrafo, se utiliza para asuntos privados. También se pueden ver en los programas calificados como telebasura donde se quiere descubrir la vida privada del famoso que se enfrenta a este tipo de tecnología.
En países como Estados Unidos e Israel, cuando una persona es sospechosa de haber cometido un delito prueba ser inocente gracias al resultado del examen poligráfico, éste sirve como prueba judicial inmediata.
En el caso contrario, para determinar culpabilidad, si alguien da muestras de falta de veracidad en el examen, el juez busca una cantidad mayor de pruebas: testigos, huellas dactilares, manchas de sangre, etc.
En algunos países como Holanda o Gran Bretaña su uso está prohibido por los errores frecuentes a los que suele llevar.
¿Han servido en algún país para condenar a alguien?
En la actualidad la jurisprudencia española rechaza como medio de prueba válido el polígrafo y esto es porque en el proceso penal español el imputado no tiene obligación de decir la verdad ni de declarar contra si mismo. Estas técnicas para desenmascarar al se utilizarían como herramientas para la investigación policial
¿Existe una inyección de la verdad?
El suero de la verdad que hemos leído en novelas y visto en películas como “Mentiras arriesgadas” o “Kill Bill Volumen 2” no existe. El pentotal sódico, que es el fármaco que se conoce como el suero de la verdad nunca ha sido utilizado por los investigadores de nuestro país y solo se uso, experimentalmente, en algunos estados de los Estados Unidos pero sus efectos alucinógenos hicieron que desistieran de su propósito.
El pentotal sódico elimina las inhibiciones, y la persona comienza a relatar una cantidad impresionante de hechos. Pero muchos de ellos son salidos de la fantasía que puede provocar este barbitúrico, por lo que es difícil extraer que secciones son ciertas o cuales corresponden a delirios.
¿Consejo para engañar al detector de mentiras?
“Duerme bien, descansa y acude a la prueba descansado y relajado. Sé simpático con el operador del polígrafo, establece buena relación y muéstrate cooperativo, mantén la calma y nunca te detectarán.” Este fue el consejo que Aldrich Ames recibió de su controlador de la KGB (Agencia de Inteligencia Rusa), antes de someterse al detector de mentiras. Y efectivamente, no lo detectaron.