Dolor, lágrimas e impotencia. Es el paisaje de la deshumanización actual que nos engulle y nos hace ser ciegos ante el éxodo que soporta millones de personas en un mundo que cambia por momentos y que agoniza entre las sombras de crímenes contra la humanidad. Columnas de miles de refugiados siembran los caminos de países marchitos y cientos de campamentos se levantan de la nada buscando la última estación de sus demacradas vidas.
Cuatro pilares, como cuatro jinetes del Apocalipsis, siembran el terror, la angustia y la muerte en miles de pueblos cansados de luchar por un mundo más justo.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO