En este artículo que escribió para The New York Times, Zach Baron cuenta que Turturro prescindió de los grandes estudios cinematográficos a la hora de filmar Fading gigolo (éste es el título original), y que la idea del largometraje empezó con una broma. A continuación, la traducción de la síntesis que redactó el periodista…
“Turturro y Allen van al mismo peluquero. Un día, mientras le cortaban el pelo, Turturro comentó al pasar su fantasía de escribir una película donde él hiciera de trabajador sexual y Woody, de cafisho. Días más tarde, el peluquero lo llamó y le dijo que le había confiado la ocurrencia a Allen, y que éste se había entusiasmado e incluso quería concretarla. Así fue como Turturro empezó a redactar el guión con el apoyo de su colega”.
Aún cuando el periodismo reflota cada tanto la carta abierta que Dylan Farrow publicó contra su padre adoptivo en febrero pasado, ni la crítica ni la audiencia norteamericanas parecen espantadas por que Allen haya regresado a la pantalla grande bajo la piel ¡de un proxeneta! improvisado. A principios de esta semana, IndieWire informó aquí que Casi un gigoló “se convirtió en el segundo estreno limitado (circunscripto a un pequeño circuito de exhibición) más taquillero del año” al recaudar 200 mil dólares gracias a las entradas vendidas en las cinco salas mencionadas.
El compendio de opiniones expertas y aficionadas recogidas por Rotten Tomatoes sugiere que las reacciones estuvieron bastante repartidas. Al menos hasta anoche, el sitio consignaba que la película disgustó al 57% de los críticos y al 49% del público. De las 18 críticas consideradas “top“, poco más de la mitad (once) fueron elogiosas. La proporción es similar cuando se tiene en cuenta todas las críticas (no sólo las top): de 46, 26 levantaron el pulgar.
El abanico es muy amplio: en un extremo encontramos el entusiasmo de Los Angeles Times (“Llena de arte, profunda y a veces muy graciosa”) y de Variety (“Sensible e inteligente”) y en el otro extremo, los implacables The Wall Street Journal (“retrógrada”) y New Yorker (“vulgar”). En una semana sabremos de qué lado se ubicarán nuestros críticos.
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PD. En el primer adelanto que le dedicó a la nueva película de Turturro, Espectadores recordó tres films made in USA que también abordaron el ejercicio de la prostitución masculina: la conmovedora Perdidos en la noche con Dustin Hoffman y Jon Voight, la intrincada Gigoló americano con Richard Gere y la indigesta Amante a domicilio con Ashton Kutcher. Por si hiciera falta, vale aclarar que dichos antecedentes inspiraron el título de este segundo adelanto.