A la sombra

Por Finicolasgafas @Finiconlasgafas
Escondido tras alguien se vive mejor. A la sombra todo se suaviza, los errores empequeñecen y el dolor te impacta de refilón. Dejar la responsabilidad al primero rebaja el estrés si eres segundo, sin que ello te dé carta blanca para comportarte como un redomado imbécil inmaduro. En este sistema absurdamente competitivo plagado de insensatez donde el fin justifica el medio, escupe ganadores fracasados de dudosas recompensas. Quedar segundo no es de perdedores, quedar primero y volverte mirando por encima del hombro, sí. También requiere destreza siendo segundón, eludir la ruindad si repites el patrón con el tercero. Es fácil esconderse si lo que quieres es huir. A la sombra se está más fresco y te da fuerzas para sujetar o recoger a quien cae quemado por la exposición al sol, si eres capaz de respetar a quien te ha proporcionado inspiración y refugio. No hay pared hecha con un solo ladrillo. La barbarie se desata cuando se deja de necesitar al resto. La plenitud no te pertenecerá nunca si vas sobrado, si te crees suficiente, si contratas una alarma para tu alma por miedo a que alguien te robe el valioso contenido que atesora. Si confundes tener con ser, estás jodido, aunque no te importe una mierda no saberlo. Lástima.